22 ideas como misiles para una próspera creatividad en 2022

5 enero 2022

1+1:33

La columna de:

David Asensio

Ideas. Arrancamos el año con ideas. Porque pensábamos que ya todo sería la “nueva normalidad” post-covid, pero nos toca surfear otra nueva ola. Pocas cosas podemos saber con certeza absoluta. Lo único cierto en mi 2021 es haber iniciado esta columna. Con el objetivo de desafiar la lógica, insistiendo en la idea de que 1+1, con trabajo y empeño, pueden convertirse en 33. Combinar ingredientes es la base de la creatividad: dos ingredientes pueden dar lugar a un tercero totalmente nuevo, único e increíble.

Esta columna sólo pretende sumar en el debate del impacto que puede tener la creatividad en nuestra vida. Y en la primera de este año lanzo 22 ideas como misiles para abrir nuestras posibilidades creativas.

1.- Tu marca son tus ideas

Nos dicen que todos debemos tener una marca. Si no la tienes no podrás distinguirte de los demás: y eso te ayudará a progresar en tu empresa, empleo o, incluso, encontrar uno.

Parece que ya nos ha quedado claro que sin una marca no somos reconocibles. No somos diferentes. No podemos destacar. Y tras una marca suele haber herramientas: blog, redes sociales, interactuar con lectores o pensadores.

Pero hay algo que se nos olvida con facilitad. No son las herramientas, son las ideas lo que transforma el mundo. Y, aún una vuelta tuerca más, la ejecución de esas ideas. ¿Qué conoces de un área concreta? ¿Cuál es tu visión del mundo, de tu área de conocimiento? ¿Cuál es tu propuesta, por qué y cómo la comunicas? Ideas, conocimiento, ahí está la verdadera razón de ser que hay detrás de una marca, aunque no sólo.

Y, mientras, una marca copiando las ideas de los demás, replicando manuales, y poniéndose a la moda de una metodología… me temo que es es efímera y fácilmente replicable. 

Así que eres tus ideas, tus valores, tu profunda comprensión del mundo y la forma de analizarlo y comunicarlo. Tu marca eres tú.

2.- Escucha a tus ideas, desafíalas, hazlas más profundas y no tengas miedo a defenderlas

¿Cuántas veces callamos porque nos da miedo sacar nuestras ideas a relucir? Puede ser porque son “contra intuitivas”, o porque no siguen la corriente popular.

Pues bien, nada en el mundo nos hará crecer mejor como personas y como profesionales que el desafío a nuestras ideas. Escucharnos a nosotros mismos, trabajar en lo que pensamos. Tener una sed por conocer los detalles lógicos, analizar y romper el puzzle de todo lo que pensamos. Allí se esconde un valor incalculable, único, con capacidad absoluta para brillar, sentirnos bien con nosotros mismos y nunca dejar de aprender. Os recomiendo esta reflexión al respecto sobre Adam Grant que escribió nuestro editor Javi García.

Captar, desafiar, escuchar, mejorar, retorcer, debatir sobre nuestras ideas es el verdadero camino a la felicidad, equilibrio y coherencia personal.

3.- Repudia todo aquello que huela a lo mismo de siempre 

Aprender del pasado, de las experiencias, de los errores, de lo que hacen unos y otros, es algo básico. Pero activa las alarmas. No te creas nunca el “esto siempre se ha hecho así”. Tampoco caigas en las ideas simplistas que repiten todos, da igual su cargo y su cartera, sin pensar que el mundo no cambia. Asume que estamos plagados de complejidad e incertidumbre. Las reglas del juego van cambiando de forma constante. La mente de aprendizaje y desafío continuos es lo único que nos hará mantenernos en una realidad poliédrica, como le gusta decir a Xavier Marcet.

Hay quien vive de “estirar el chicle”, de replicar una y otra vez lo mismo, da igual el contexto. Quien trabaja siempre bajo los mismos métodos y no sale de las cuatro cosas que, algún día, han llamado la atención. Pero estar en el día 1, como diría Jeff Bezzos, es estar siempre en una salida de boxes: velocidad, precisión, aprendizaje y agilidad. Hay quien vive 1 año y lo repite 30, y están los que quieren vivir 30 años, todos ellos con un plus de mejora. Súmate a ellos.

4.- Menos VUCA y más ACCIÓN

La entropía y su gestión siempre ha estado con nosotros, como humanos. La vacuna contra la incertidumbre es la acción, incluso las decisiones y los pasos “marginales”, pequeños. Desde luego que estamos en entornos VUCA y complejos, pero de nada sirve repetirnos una y otra vez cómo estamos si no hacemos nada.

Tener un plan de acción, revisable y contrastable con información nueva es crítico para anticiparse, para estar preparados y ser antifrágiles, en términos de Taleb.  Así que menos benchmarking y pensar en los demás, y más acción para las situaciones adecuadas para que no te afecten las crisis como a los demás.  

5.- Céntrate en el QUÉ, pero con Creatividad 

La creatividad es un instrumento, una herramienta que te permite gestionar una corriente de ideas, aplicarlas, valorarlas e, incluso, descartarlas. Es una forma de no anclarse en ideas oxidadas, en cambiar el punto de vista, en asumir que hay muchos matices.

Saber qué hacer es tan importante como el proceso para hacerlo. Qué hacemos y cómo lo hacemos depende mucho de nuestra habilidad para ser creativos. Eso ahorra costes, energía, explora nuevas aristas, facilita los matices. Así que nunca te olvides que la creatividad te puede sacar del apuro de estar arrinconado, y aparentemente sin escapatoria.

Hagas lo que hagas, con creatividad, por favor. Es una forma de luchar contra la mediocridad.

6.- Abre los ojos, observa, escucha, procesa, aprende 

A veces vamos con el piloto automático. Mirando el móvil y directos a chocar con una farola, o ajenos a nuestra realidad. Hemos perdido la conciencia del momento. Analizar detalles, estar en el presente, y sumergirnos en situaciones únicas que, si las analizamos, podríamos aprender mucho.

El móvil es, a veces, un arma de destrucción masiva de lo que nos pasa alrededor. Lo mismo con las notificaciones y la adicción a la caja tonta que nos hablan de la vida de los demás.

Foco, presente, mente abierta, aprender de todo y de todos. Abre los ojos y descubre, antes de chocarte con la farola, lo que tienes delante de las narices y no eres consciente de ello. Descubre un mundo de posibilidades en el presente. Sólo así se construye el futuro.

7.- Rodéate de quien te desafíe y te haga superarte 

No de quien tenga más seguidores en la redes sociales, para hacerte fotos. Eso es diferente.

Hay personas únicas, con formas de analizar la realidad ricas, argumentadas y llena de matices. Que no te acepta la primera idea que caiga del árbol. Los hay que no aceptan fácil rendirse ante la complejidad. Que les gusta ser transparentes, llevar sus valores hasta las últimas consecuencias. Personas auténticas, con vocación de sumar. Rodéate de ellas. No te creas nunca el gallo del corral, porque tu corral es muy pequeño.

Rodéate de personas que te enseñen cosas que nadie haya hecho jamás. De quienes te sometan al desafío de superarte y ser mejor persona y profesional. Vacúnate contra la arrogancia de tener un círculo pequeño y adulador a tu lado. Ahí no crece la hierba, ni la sabia para transformar tu futuro. Es incómodo, pero es la única receta contra el óxido de nuestra mente.

Tu ego mata tu creatividad. Enriquece tu esfuerzo de trabajar por lo desconocido (todo aquello que crees que sabes, pero no sabes) y verás cómo la humildad te aúpa hacia el éxito.

8.- No quieras ser como… ¡Busca tu equilibrio y despega! 

Quiero conducir como Fernando Alonso, cantar como Dua Lipa y tener el cuerpo de … Nuestra adolescencia suele estar plagada de ídolos. Aspiramos a ser como… a tener lo que ellos tienen. Como por arte de magia pensamos que esa es la definición de éxito. Pero, poco a poco, nos dábamos cuenta que esos modelos a imitar son entelequias, formas de “perder nuestro tiempo” en algo inalcanzable.

Pero de mayores actuamos parecido. Copiar y aspirar a… está muy de moda. “Mi empresa vale X porque soy parecido a Y”. “Estoy en el mismo mercado que… y por tanto…”. Lógicas comparativas que creemos, de forma increíblemente incrédula, que nos aportan valor. Pero no.

El valor está en crear tu propia senda diferencial. En vivir con el equilibrio mental y personal de construir algo tuyo, único. Ni mejor ni peor, tuyo. Tu empresa, tu forma de comunicarte, incluso de vestir. Copia, inspírate, tritura todo lo que tengas que triturar, pero jamás creas que vales por comparativa a lo que valen los demás. Te perderás en el inframundo de la frustración.

9.- ¿Te has preguntado qué has hecho con las ideas que tuviste? 

Al igual que Marcel Planellas nos decía que teníamos que auditar nuestra innovación y tener un álbum con nuestras innovaciones, vayamos un paso más allá.  

¿Tienes un álbum con tus ideas? ¿Sabes qué has hecho con ellas? ¿Qué ocurrió con aquella idea que te ilusionaba tanto?  

Tengamos una auditoría de nuestras ideas, evalúa qué hiciste, de HACER, con ellas o cómo las podemos re-utilizar y sacarles valor. 

10.- Minimiza la burocracia, los procesos y las reglas absurdas  

  1. Primera regla: no tener reglas.
  2. Segunda regla: en caso de tener reglas, están para evaluarlas y replantearlas de forma recurrente.
  3. Tercera regla: no hay ninguna regla mejor que una cultura de mejora continua, y la consciencia humana de hacer lo mejor en cada momento.

Recuerda, cuántas más normas, más miedo y presión.  Cuantas menos normas, más confianza y creatividad. Tú decides. Mientras, minimiza la burocracia.

11.- Nunca dejaré de sorprenderte 

Este es un propósito imbatible. Mueve lo inamovible. Es una cultura de trabajo desafiante, que reta y nos lleva a más.

¿Por qué? Porque cuando un día pasamos la meta de unos objetivos, nos olvidamos de lo que nos llevó hasta allí. Nos olvidamos del esfuerzo que supone siempre romper moldes. Nos relajamos pensando que ahora todo es más sencillo y duradero. Pero no. No funciona así.

Colócate ante la necesidad de «nunca dejar de sorprender». Díselo a tu primer cliente, pero también al recurrente y, sobre todo a tu cliente más fiel. Enamórale porque le das más, lo nunca visto. Crea una conexión emocional. Ese plus es un vínculo, una inspiración, una forma de entrenar y mantener al máximo nivel nuestra capacidad creativa.

Sólo así creamos productos, empresas, organizaciones y sociedades dinámicas y con juventud eterna.

12.- No pases un día sin hacerte preguntas 

Las preguntas abren la mente. Nos sacan nuestras miserias, las lagunas. Preguntar, a veces, es más importante que responder. Es una gasolina necesaria para conocer.

Así que no tengas miedo a hacerte preguntas, buenas y complejas preguntas. O, peor, preguntas aparentemente sencillas. ¿Este bar que no vende, cuida sus aseos? El gran Tom Peters nos acostumbró a todos a que la excelencia está en detalles aparentemente pequeños.

Ah… y procura no hacerte las mismas preguntas que los demás. Porque encontrarás la vía para entender cosas que los demás aún no han entendido. Y será la base para empezar a ser diferente.

13.- No hay mercado saturado donde no se pueda innovar

Como decía Javier García en este tuit, no hay empresas viejas, no hay tecnologías eternas, no hay mercados maduros. Lo que hay son modelos de negocio caducos, tecnologías efímeras que requieren culturas de innovación constante, ideas frescas y desafiantes.

14.- Conviértete en un cisne negro

Sorprende, no seas predecible. Para tus clientes, para tu equipo, colaboradores, lectores o amigos. Eso significa que tu velocidad para pensar, adaptar y actuar es tu mejor herramienta. 

15.- Menos humo y más autenticidad 

La verdad no se vende, se expone.  

El humo se vende y acaba atragantándose.  

No lo olvides. Los valores, hacer lo que dices que vas a hacer. No venderte al mejor postor. “Prostituir” tus ideas y tu forma de hacer las cosas, por dinero, acaba saliendo demasiado caro. Somos digitales, y ahora que dejamos rastro de todo, ser mejores humanos y personas es una distinción.

16.- El tamaño no juega en la creatividad 

Una de las grandes excusas que siempre ponemos para decir que no somos creativos es que no podemos llegar al nivel de creatividad de Ferrán Adrià, o de quien tú quieras.  

Excusas.  

No se trata de estar al nivel de… se trata de competir contra ti mismo, como un maratoniano. Tener vocación de aprender, de desafiarte, mostrar un lado del poliedro que nadie ha visto aún. Y esto se puede hacer en cualquier campo, en cualquier empresa (da igual el tamaño) o equipo.  No se trata del tamaño de tu idea sino de su impacto.  

17.- En toda fricción, existe una oportunidad  

Nadie hace las cosas perfectas, tú tampoco.  

Ábrete a la transparencia, la crítica… ¡a las fricciones! Son puentes a las oportunidades de mejora. Nada mejor que un punto de mejora. Sé sincero contigo mismo y acéptate . ¿Por qué?  Por qué las grandes organizaciones se construyen desde la transparencia y la sinceridad

18.- El por qué: la mecha de todo cambio 

¿Cuándo fue la última vez que te preguntaste por qué me tengo que levantar? Un por qué mueve montañas. Sin por qué, no hay acción. Busca tu por qué y moverás tu mundo. 

19.- No te acerques a una cabra por delante, a un burro por detrás y a un tonto por ningún lado 

Nada que añadir, señoría.

20.- Deja que tu sillón y tu mesa de cristal cojan polvo  

Eso será que pisas terreno, verás calle, empresas, personas. Vivirás situaciones, tendrás experiencias, verás las cosas desde abajo y luego las triturarás desde arriba.

Alejarse de la realidad, no estar en la batalla —aunque sea con cicatrices— es imprescindible para aportar un valor único.

21.- No te olvides de jugar 

La vida es un juego infinito, como diría Simon Sinek. Aprende a jugar con las cartas que te llegan, no sirve de nada quejarte de ello. Estudia el juego, las normas, las alternativas. Disfruta desafiando tu mente. Siente el placer de jugar en algo infinito, inacabado, imperfecto, pero maravilloso.  Si no juegas, no ganas. Y, lo peor, no disfrutas.

22.- Nunca desaproveches lo que te hace único. 

Tu creatividad es tu energía vital que todo lo transforma. Es la vía para hacer. Y al hacer, cambiamos la realidad. La transformamos. Y quien no te entienda, dale las gracias. Pero sigue adelante.  

Feliz 2022, pero, sobre todo ¡próspera creatividad!

Artículo escrito por David Asensio

Fundador de Chocolate Rojo

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