Un dato: en 2025 se espera que el mercado mundial de la inteligencia artificial (IA) alcance los 126.000 millones de dólares.
La automatización y la IA práctica están revolucionando los lugares de trabajo modernos a un ritmo sin precedentes. Desde la cadena de montaje hasta la oficina, organizaciones de todos los tamaños ya aprovechan estas tecnologías para aumentar la productividad, mejorar la precisión y mejorar el servicio al cliente. Por ejemplo, el uso de robots por parte de Amazon ha aumentado la eficiencia en un 20%, lo que le permite procesar los pedidos con mayor rapidez y precisión. Es de esperar que esta inversión y adopción crecientes vayan en aumento.
Sin embargo, existen oportunidades y dificultades. Como ocurre con cualquier cambio significativo en las prácticas empresariales, y a medida que las empresas adoptan la automatización y la IA, es fundamental contar con una estrategia de transformación digital coherente que equilibre los beneficios empresariales a corto plazo con los objetivos estratégicos a largo plazo y el impacto potencial en los clientes, el personal y resto de stakeholders.
El impacto de la automatización y la IA en el lugar de trabajo actual será inmenso. La automatización ya ha revolucionado la fabricación, con robots que realizan tareas repetitivas y peligrosas, aumentando la eficiencia y reduciendo las tasas de error.
La IA transformará los puestos de trabajo conocidos como de ‘cuello blanco’ y pronto será aún más capaz de asumir funciones administrativas como la contabilidad, el desarrollo de código y la producción de documentos. Esto se extiende a las interacciones con los clientes mediante contact centers virtuales.
Estas tecnologías se están integrando en prácticamente todos los sectores, con el claro potencial de alterar los modelos de negocio tradicionales y crear otros nuevos. Esto está ocurriendo nos guste o no. Y, una cosita antes de continuar, si no estáis considerando en qué pueden beneficiar estas tecnologías a vuestras empresas, ¿estáis seguros de que vuestros competidores están igual de relajados?
Ventajas de la automatización
La automatización es el hermano mayor de la IA, y los humanos llevamos décadas, si no cientos de años, construyendo e implantando ejemplos. Cuando podemos encontrar una forma rentable de repetir un trabajo, hemos tendido a adoptar este cambio y pasar a tareas más complejas y variables. En los últimos 10 años, la automatización a gran escala y lista para usar se ha vuelto rentable en las organizaciones basadas en el conocimiento y los servicios.
Al automatizar las tareas rutinarias, las organizaciones pueden liberar a los empleados para que se centren en actividades de mayor valor que generan aumentos de productividad.
Por ejemplo, en el sector sanitario, la IA se utiliza para automatizar tareas administrativas, lo que permite a médicos y enfermeras dedicar más tiempo a los pacientes. En finanzas, los chatbots con IA automatizan el servicio al cliente, reducen los tiempos de espera y mejoran la satisfacción del cliente.
La automatización y la IA ofrecen mayor precisión y coherencia. Las máquinas pueden realizar tareas con una dedicación y precisión difíciles de igualar para los humanos, y pueden hacerlo sin riesgo de error humano.
Por ejemplo, en el sector de la contabilidad, el software basado en IA puede conciliar automáticamente los extractos bancarios y detectar anomalías, reduciendo el riesgo de errores financieros.
La otra cara de la moneda de la IA
Sin embargo, los beneficios de la automatización y la IA vienen acompañados de ‘peros’. Uno de los principales retos es el posible desplazamiento de trabajadores humanos. Aunque la automatización y la IA pueden aumentar la productividad y la eficiencia, cada vez más pueden sustituir totalmente a las personas en tareas específicas.
Imploramos a los líderes empresariales que consideren la multitud de beneficios de enmarcar la tecnología de IA y automatización como algo más que una palanca de ‘reducción de costes’.
A pesar de los avances recientes, los elementos más flexibles y adaptables de una organización siguen siendo sus empleados. Su sabiduría colectiva y sus conocimientos institucionales son la razón por la que las organizaciones están donde están hoy. Son el primer público de prueba de una nueva idea de producto; consciente o inconscientemente, inclinan las decisiones y los procesos hacia resultados centrados en el ser humano.
El equilibrio con la IA
El creciente ritmo de avance y adopción también significa que cada vez es más difícil hacer predicciones razonables sobre ganadores, perdedores y qué nuevas empresas y oportunidades surgirán. La forma en que los líderes gestionen esta transición repercutirá en la cultura de su empresa.
Es fundamental contar con una estrategia de transformación digital coherente y meditada que equilibre los beneficios empresariales a corto plazo con los objetivos estratégicos a largo plazo, al tiempo que tenga en cuenta los importantes requisitos de gestión del cambio para garantizar el éxito.
Planificación segura para un futuro incierto
Una estrategia coherente debe comenzar con una comprensión clara de los objetivos y valores de la organización. Por ejemplo, muchas de las organizaciones de sectores como la educación y sanidad tienen un impacto fundamental en las comunidades con las que interactúan. En lugar de ver la IA generativa como una amenaza, la ven como una tecnología que puede ayudarles a cumplir mejor sus objetivos: mejorar los resultados de la sanidad y la educación.
Sin embargo, la estrategia también debe tener en cuenta el impacto potencial de la automatización y la IA en los trabajadores, incluida la identificación de áreas en las que la automatización y la IA pueden complementar a las personas en lugar de sustituirlas. Por ejemplo, en el sector sanitario, la IA puede ayudar a los médicos y enfermeros a diagnosticar a los pacientes en lugar de sustituirlos por completo.
Un área en la que podemos ver un impacto significativo es el uso de la IA conversacional para controlar a los trabajadores remotos e identificar posibles problemas que puedan surgir. Estas herramientas pueden proporcionar un bucle de retroalimentación para que el trabajador remoto pueda buscar ayuda antes de que se desarrolle una crisis.
Otra consideración crítica al desarrollar una estrategia de transformación digital es la necesidad de formación y desarrollo continuos. A medida que la automatización y la IA continúan evolucionando, también deben hacerlo las habilidades de los trabajadores.
No existe una solución única para el problema del desarrollo continuo. Las habilidades técnicas se pueden aprender, pero también es esencial comprender cómo funciona la cultura de la organización y dónde necesita estar.
Una estrategia digital excelente permitirá a una organización equilibrar con confianza la adopción de una tecnología sólida con el aprovechamiento de las inversiones existentes en sus equipos, garantizando no sólo el aumento de los beneficios a corto plazo, sino la flexibilidad a largo plazo y el crecimiento sostenido.
La automatización y la IA están transformando el lugar de trabajo moderno a un ritmo sin precedentes. Los líderes de las organizaciones deben entender cómo estas tecnologías pueden beneficiar a la organización y, al mismo tiempo, abordar las preocupaciones sobre el desplazamiento de puestos de trabajo y los costes de implementación. Mediante el desarrollo de una estrategia integral de transformación digital y la inversión en programas de formación y desarrollo, los líderes pueden aprovechar los beneficios de la automatización y la IA para impulsar la innovación, mejorar la productividad y mejorar el servicio al cliente.