A los cisnes negros ya los vemos todos días pero, ¿y a los verdes?

3 abril 2022

Me pregunto alto sencillo como contundente: ¿Podría ser sostenible  el capitalismo? ¿Cómo? La respuesta podría estar en los ‘Cisnes Verdes’.

En 2007, Nassim Nicholas Taleb acuñó el término ‘Cisne Negro’ en su libro del mismo nombre. Los cisnes negros son sucesos altamente improbables que llegan por sorpresa, tienen efectos perturbadores importantes y que a menudo se racionalizan después del hecho como si hubieran sido predecibles desde un principio. Ejemplos vívidos de cisnes negros son la pandemia del virus de la COVID y la guerra de Ucrania: aunque algunos los previeron, ambos fueron sorprendentes para muchos, altamente perturbadores y predecibles en retrospectiva. Como resultado, tomaron por sorpresa a la gran mayoría de personas y empresas de todo el mundo.

Si quieres conocer mejor algunas ideas de Taleb, explicadas por él mismo, son imprescindibles estos dos vídeos:

Ahora, 15 años después, John Elkington, el creador del Triple Balance, autor de 20 libros y fundador de Volans, introdujo el término ‘Cisne Verde’ en su libro. Y ya que estamos os cuento qué son los cisnes verdes, por qué son importantes y qué se puede hacer para crearlos.

Qué son los cisnes verdes

Los Cisnes Verdes son ‘soluciones que nos llevan exponencialmente hacia el avance’ o soluciones sistémicas a los desafíos globales, soluciones que aprovechan los exponenciales positivos. Ofrecen un progreso exponencial en forma de creación de riqueza económica, social y medioambiental. Por diferenciar con los negros, con demasiada frecuencia, los Cisnes Negros te llevan exponencialmente a donde no quieres ir, mientras que los Cisnes Verdes te llevan exponencialmente a donde sí quieres ir.

Un buen ejemplo de Cisne Verde es la adopción de los vehículos eléctricos. Empezó muy lentamente, fuera de la vista de la mayoría de la gente. Pero poco a poco, y en gran medida impulsado por Elon Musk, se ha acelerado paso a paso. Ahora ha alcanzado la parte exponencial de la curva, el punto de no retorno, donde se adopta rápidamente a una velocidad cada vez mayor. Hasta el punto de perturbar toda la industria del automóvil en el camino hacia la creación de riqueza ambiental, social y económica.

Sin embargo, esto no significa que Elon Musk o Tesla sean cisnes verdes. La idea de los cisnes verdes es a menudo malinterpretada. La gente suele pensar erróneamente que su organización es un cisne verde, o que ellos mismos son un cisne verde… pero no lo son. Una cosa es que trabajen en una solución sostenible y otra que pueda acabar entrando en una tendencia más amplia de Cisne Verde… o quedarse en un simple ‘patitos feos’.

La metáfora del Cisne Verde se refiere al desarrollo más amplio del que pueden formar parte. Para que nos entendamos, Elon Musk no es el Cisne Verde, es la electrificación de los vehículos.

Por qué los cisnes verdes son importantes, especialmente ahora

Los cisnes verdes importan porque necesitamos muchos de ellos para resolver los retos globales actuales. El cambio habitual, la innovación incremental e incluso la innovación radical que conocemos no son suficientes porque el grado de cambio que necesitamos para salvar nuestro planeta y a las personas que viven en él es de una escala totalmente diferente.

Necesitamos cambios globales y sistémicos en la economía, la política, la cultura, la tecnología o la forma de hacer las cosas —management. Los Cisnes Verdes reflejan esos cambios decisivos.

Cabe preguntarse si necesitamos añadir otro concepto de sostenibilidad a nuestro vocabulario. En la última década hemos escuchado muchas veces términos como los Objetivos de Desarrollo Sostenible, la Triple Cuenta de Resultados, ESG, Regeneración, Economía Circular, diversas normas ISO,… ¿Qué aporta el concepto de Cisne Verde?

No se trata de ser ‘la próxima gran cosa’ ni de sustituir nada de lo anterior. Es una idea necesaria más en nuestra cesta de la sostenibilidad. Nos enfrentamos a enormes retos y necesitamos un rico vocabulario para comunicarlos y un amplio conjunto de herramientas para resolverlos.

Más que muchos de los otros conceptos, los Cisnes Verdes reflejan los cambios sistémicos exponenciales que necesita nuestro planeta y cómo se desarrollan.

Cómo crear cisnes verdes con las 5 R’s

Esto nos lleva a la cuestión de cómo se desarrollan los Cisnes Verdes y qué se puede hacer para aumentar su número y velocidad de desarrollo. Al igual que con los cisnes negros, el problema con los cisnes verdes es que a menudo no se sabe de antemano si se está trabajando con un cisne verde. Puede que sí o puede que no, pero sólo lo sabes una vez que está ahí. Por eso os decía que a veces todo se queda en un ‘patito feo’. Pero es por ello que se necesita el espacio adecuado para que se exploren y desarrollen muchas iniciativas diferentes.

  1. Pero es algo más que el mero volumen de iniciativas. También hay un proceso. Como ocurre con muchas ideas disruptivas, comienza con el Rechazo, la fase en la que la gente simplemente rechaza la posibilidad de que se produzca un Cisne Verde. Por ejemplo, lo que estamos viviendo con aquellos que dicen que siempre existirán coches con motor de combustión.
  2. Al rechazo le sigue la Responsabilidad, una fase en la que uno o unos pocos líderes, tanto empresariales como del sector público, empiezan a asumir la responsabilidad de la aparición de los resultados del Cisne Verde. La decisión de Elon Musk de poner en marcha Tesla, produciendo él mismo coches eléctricos porque ningún otro fabricante de automóviles quería invertir, es un buen ejemplo.
  3. A continuación viene la Replicación, una fase de ampliación en la que otros se unen al carro. En el caso de los vehículos eléctricos es cuando otros fabricantes de automóviles han decidido hacer también la transición a los vehículos eléctricos.
  4. La cuarta es la de la Resiliencia. En esta fase, el Cisne Verde debe consolidarse y protegerse contra posibles perturbaciones, incluidos los trastornos sistémicos más amplios, pues de lo contrario podría no durar. Por ejemplo, la actual infraestructura de carga de los vehículos eléctricos y la dependencia de las arriesgadas cadenas de suministro mundiales exigen esfuerzos para mejorar la resiliencia. Y pensemos en el impacto de la guerra de Ucrania en las cadenas de suministro.
  5. En quinto y último lugar, está la fase de Regeneración. Esta es la fase en la que todo el sistema pasa de ser un sistema lineal de consumo de recursos a un sistema cada vez más circular y regenerativo que puede sostenerse en el tiempo sin dañar nuestro planeta, incluso restaurándolo. En el caso de los vehículos eléctricos, y en prácticamente todos los casos, esta fase todavía es temprana por razones obvias.

¿Qué puedemos hacer?

Mientras que los Cisnes Negros nos ocurren involuntariamente ‘a nosotros’, los Cisnes Verdes, para que se produzcan, requieren el esfuerzo sustancial, persistente y de colaboración de muchos actores.

Todo esto parece muy amplio y va más allá del alcance de cualquier empresa o persona individual. Entonces, ¿qué podemos hacer? Crear comunidad, buscar compañeros de viaje, averiguad quién más puede estar pensando o trabajando en líneas paralelas a las vuestras.

Ved qué hacen, conectad y hablad con ellos y, cuando tenga sentido hacerlo, uníos para transformar el mercado, no sólo los productos.

¿Nos ponemos a ello?

Artículo escrito por José Luis Casal

Experto en modelos de negocio digitales

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