La falsa sensación de poder y todo lo que no te quieren contar del big data

29 noviembre 2016

Solo los muy aficionados a la ciencia ficción, y a Asimov en particular, reconocerán el título de una de sus primeras historias cortas que se engloba dentro de sus cuentos sobre los robots. En ese relato, y atención vienen spoilers, dos civilizaciones se ven envueltas en una larga guerra que se encuentra totalmente estancada. El bloqueo viene provocado porque ambos bandos cuentan con los últimos avances tecnológicos, que en definitiva, se neutralizan mutuamente. Armamento controlado por ordenadores potentísimos que son capaces de predecir los ataques enemigos, pero que son incapaces de producir ataques que sorprendan a la otra parte y por lo tanto, de romper la situación.

Esas civilizaciones supertecnificadas y supertecnológicas, han dejado todo en mano de los robots y los ordenadores, y han olvidado incluso las matemáticas, ya que las máquinas se programan a sí mismas. En esto, un técnico a través de ingeniería inversa descubre que con un papel y un boli puede realizar los mismos cálculos matemáticos que los ordenadores. Los militares ven esas habilidades redescubiertas que llaman grafíticos, la manera de recuperar la iniciativa. De repente ven en ello la posibilidad de tener naves tripuladas por personas que tomen decisiones no tan previsibles como las de las máquinas y que esta sea el arma definitiva con el que ganar la guerra.

Hacía mucho que no recordaba esa historia de Asimov, pero el artículo de Xavier Marcet del otro día en esta casa me hizo volver a pensar en él. Xavier el otro día nos ponía los dientes largos a todos los que nos interesan estos temas con su resumen del Global Peter Drucker Forum de este año. Y dentro de las 10 claves que él ponía de relieve en su artículo, me llamó mucho la atención la número 7, causalidad/probabilidad y la referencia al Big Data.

A pesar de que por motivos de formato Xavier dedica un pequeño párrafo al tema, se entrevé la profundidad del debate que se produjo al respecto. Seguramente muy alejada de la simplificación habitual en cuanto hablamos del Big Data, y sobre todo cuando hablamos de ese tema en relación con la gestión y con la innovación. Y es que el Big Data se ha convertido en sinónimo de predicción. De repente, alguien dice Big Data y todo el mundo piensa en una especie de Oráculo de Delfos que nos dará las respuestas adecuadas a preguntas complejas, y que como en el cuento de Asimov, todo es cuestión de tecnología.

Futuro Big Data Personas

Y claro, quién no querría una caja negra a la que lanzar preguntas complejas y que esa caja nos contestara. Es más, a veces tengo la sensación de que no nos importaría mucho si las respuestas no fueran correctas. Tener respuestas nos simplifica mucho la vida, lo que quiere en definitiva todo el mundo.

Como no podía ser de otra forma, en este mundo de la empresa en el que la innovación se ha convertido más que en una moda en una obsesión para las organizaciones, el Big Data se ve como una especie de bálsamo milagroso para todos los problemas, incluido por supuesto el de conseguir organizaciones más innovadoras. El razonamiento es, la innovación es algo con riesgo inherente. Si el Big Data nos ayuda a minimizar riesgos en la toma de decisiones por ser una herramienta que tome en cuenta una grandísima cantidad de variables, el Big Data nos ayudará en la innovación. El Big Data será la solución a ese oxímoron que es el de las empresas innovadoras, ya que no debemos olvidar que el fin último de la empresa conceptualmente es el de minimizar riesgos y aumentar la predictibilidad.

Lo que muchos olvidan es que el Big Data, como muchas otras tecnologías, no es nada más que una herramienta, y que lo que se consiga con ella, dependerá más de las personas y organizaciones que lo utilicen que de la herramienta en sí.

Como estamos hablando de predicciones, voy a lanzarme a hacer una. El Big Data no será la revolución que muchos esperan, sino que será una mejora importante pero más incremental que radical en cuanto a la digitalización de las empresas se refiere. Y esa digitalización que comenzó con la entrada del PC hace más de 40 años, lo que principalmente ha traído es un aumento de la eficiencia, y por lo tanto de la productividad, enorme. En mi opinión, la implementación del Big Data de forma masiva en las empresas profundizará en esos beneficios. Es incluso muy probable que consiga por fin sacarnos de ese gran estancamiento global en la productividad en el que llevamos ya muchos años.

 

Big Data y Tecnología

Pero, ¿y qué hay de hacer las organizaciones más creativas e innovadoras? Pues creo que nos sigue valiendo el ejemplo del PC. Todas las empresas del mundo tienen PCs, pero no todas son innovadoras. La tecnología ha ayudado a las empresas innovadoras a multiplicar su capacidad de innovación, pero no ha ayudado a las empresas no innovadoras a dejar de serlo. La diferencia está en las personas, no en la tecnología.

Es impresionante ver como Asimov se adelantó muchas décadas a estas tecnologías de las que estamos hablando. De hecho, la versión del Big Data en el universo Asimov se llama psicohistoria. En la saga de la Fundación, Asimov nos describe un grupo de personas que son capaces de recoger una enorme cantidad de información para predecir el futuro. Con esa capacidad de predicción, son capaces de moldear comportamientos y de asegurarse de que se consiguen esas predicciones que en realidad son planificaciones. Todo esto nos suena muy familiar cuando hablamos del mundo de la empresa.

Pues bien, todo esto deja de funcionar cuando aparecen personajes impredecibles, gente diferente. Esa gente diferente e impredecible es la que ahora con un PC o con un cuaderno son capaces de realizar grandes avances e innovaciones. Y serán temibles con una herramienta como el Big Data. Pero no esperemos que el Big Data sea la varita mágica que convierta nuestras organizaciones en creativas e innovadoras. Muy al contrario, puede de hecho convertirlas en una maquinaria eficiente y previsible como los ejércitos de Sensación de Poder.

Las organizaciones innovadoras en la época del big data, la inteligencia artificial y la robótica lo serán menos por la tecnología y más por las personas.

@resbla

Artículo escrito por Roberto Espinosa

Economista experto en tecnología e innovación Bio

2 Comentarios

  1. El profesor de Economía

    Interesante entrada, como siempre, pero por favor, cambiad la barita mágica del penúltimo párrafo por una varita que aunque no sea mágica, no hará que duelan los ojos a los lectores sensibles con la ortografía que vengan a vuestro sitio.
    Gracias por vuestro sitio y vuestro trabajo y confío en que no os moleste el tono chusco de la corrección.
    Saludos.

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    • Javier García

      jejejeje disculpa, gracias!

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