Las empresas innovadoras no existen

24 febrero 2016

Estaba el otro día tomando un café con mi amiga Patricia Torregrosa hablando de innovación cuando le dije: “Yo no creo en las ‘empresas innovadoras’, de hecho no creo que las empresas sean innovadoras, me parece más realista y valioso hablar de ‘empresas que están en condiciones de innovar’, que no es lo mismo”. Patricia, que además de brillante profesional es buena persona, pareció interesarse por mi afirmación y ahí estuvimos hablando durante un buen rato.

Empreas_Innovadoras

La verdad es que esta idea la tengo desde hace tiempo. Y creo que ya he hablado en alguna ocasión de ella (me van a perdonar mi senilidad prematura en cuanto a mi corta e imperfecta memoria). Pero me gustaría centrarme hoy en este tema porque creo que es importante. ¿Por qué hablar de “empresas que están en condiciones de innovar” y no de “empresas innovadoras”? Creo firmemente que en ocasiones los nombres con los que nos referimos a las cosas terminan por confundirse con su definición, y cuando hablamos de “empresas innovadoras” estamos dando una categoría y un contenido a empresas que, en ocasiones, y repito, en ocasiones, no se lo merecen. Me explico.

¿Qué es la innovación? En la mayoría de los casos la innovación se define como un proceso o una acción puntual: yo utilizo una serie de recursos (conocimiento, personas, tecnología, capital…) para conseguir unos resultados que son distintos a los que hay ahora (en producto, en marketing, en procesos o en sistemas, si seguimos al Manual de Oslo), para conseguir un posicionamiento de referencia en el mercado o tener un impacto social positivo (innovación social). Es por tanto un proceso con un principio y un fin. ¿Qué quiere decir esto? Que una empresa puede innovar casi por casualidad, tener una serendipia puntual que le permita sacar al mercado un producto único que le dé una ventaja competitiva y basar toda su estrategia en ello, sin volver a innovar nunca más (me viene a la mente el ejemplo de Chupa Chups).

Ahora bien, pensemos en una empresa que no ha sido capaz de sacar al mercado ningún producto disruptivamente innovador, que cuando ha tratado de innovar en marketing ha fracasado, y que no ha encontrado ni los cambios en los procesos y sistemas que le den la ventaja competitiva que ellos están buscando. Sin embargo:

1.-Tienen la innovación en su ADN como parte de su día a día en una búsqueda constante.

2.-De esa búsqueda participa toda la organización en un proceso sin fin de adaptación al entorno comprendiendo que se ha de estar en constante conversación con él.

3.-El conocimiento es la materia prima de su producción, aumentando fuentes y centrando muchos de sus procesos en la gestión de ese conocimiento.

4.-Ven el mercado como un entorno inestable, pudiendo redefinirlo según necesidades, momentos y resultados. No hay segmentaciones fijas y se huye de las tradicionales.

5.-Los límites de los conocimientos útiles no existen, de hecho no se considera que haya temas o campos de los que no se pueda hablar o reflexionar en los espacios y procesos internos.

6.-Además tampoco hay límites para los Partners, no importa su origen, su sector, su tamaño o su posicionamiento, todos son potencialmente interesantes.

7.-Son organizaciones creativas en su funcionamiento y en su estructura.

Juan_Sobejano_Innovacion

Evidentemente estoy hablando de modelos, y además estoy seguro de que una “empresa que está en condiciones de innovar” es mucho más fuerte y tiene mayor potencial de permanencia que una que haya innovado de manera puntual y casual. Este último tipo de empresas puede tener una ventaja competitiva momentánea, pero difícilmente sabrá mantenerla y comprender cómo gestionar esa diferenciación. En cambio el tipo de empresa que interioriza la innovación tiene una mayor capacidad de adaptación, es más estable porque interioriza la inestabilidad del entorno y tiene más capacidad de respuesta a los desafíos que se generan.

Un cambio de enfoque en el valor de la innovación, y pasar de un proceso puntual a un estado de gestión y estructural, va a permitir construir empresas más fuertes y darle a la innovación el verdadero valor que tiene: no el de construir productos innovadores, sino el de crear organizaciones de verdad innovadoras, es decir, que constantemente están en condiciones y con la posibilidad de innovar.

Artículo escrito por Juan Sobejano

Fundador de Innodriven, consultor de innovación en Innolandia y profesor

1 Comentario

  1. Gian-Lluis Ribechini (@gianlluis)

    Hola Juan. Yo no creo que existan empresas innovadores pero lo que si existe son «empresas con personas innovadoras».
    Y éstas sería conveniente que tuviesen un sistema de Compensación Total como elemento diferencial para incentivar la innovación continua:
    https://www.sintetia.com/subida-de-salarios-en-espana-innovemos-aplicacion-el-modelo-de-compensacion-total/

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