Breve repaso al estado del desarrollo económico en el mundo

30 abril 2023

Los países pobres no se están poniendo al día tan rápido como nos gustaría, pero lo están haciendo más deprisa que antes. Esta es la principal idea de este artículo. Y para arrancar, te pregunto: ¿Te has parado a analizar el éxito de la industrialización y el rápido crecimiento económico de países como India, Bangladesh, Vietnam, Indonesia, Malasia, Polonia y la República Dominicana? Lo habitual es quedarse con la evolución de China y poco más. Normal, nadie duda que es la más asombrosa de las recientes historias de éxito en materia de desarrollo. Pero, hay un artículo en American Affairs que me ha hecho pensar y te recomiendo leer: ‘La larga y lenta muerte del desarrollo global’. Y, además, me sorprendió aún más ver que en uno de mis podcast favorito, Odd Lots, abrazaba esta tesis de forma bastante acrítica.

Me parece muy claro, viendo la abundancia de historias de éxito, que el desarrollo mundial no ha tenido ningún tipo de muerte, ni larga, ni lenta, ni de ningún otro tipo.

Pero las tesis económicas están para discutirlas, y estoy seguro de que un debate nos hará reflexionar a todos sobre cómo pueden enriquecerse más rápidamente los países pobres. Así que entremos en materia. Pero eso sí, tengamos en cuenta que escribir sobre ‘desarrollo’ es difícil, porque esa palabra puede significar varias cosas diferentes:

  • Puede significar crecimiento de la renta y reducción de la pobreza en los países pobres.
  • Puede significar convergencia (es decir, recuperación económica) entre países pobres y ricos.
  • Puede significar industrialización, es decir, un cambio estructural de la agricultura a la industria manufacturera, que es una característica común de cómo se enriquecen los países.

También está la cuestión de qué periodo de tiempo estamos considerando. ¿Estamos analizando el desarrollo de los últimos 30 años, o de los últimos 5? ¿O nos fijamos en las proyecciones futuras y en la posibilidad de que continúe el desarrollo? También está la cuestión de los niveles frente a las tasas de crecimiento: ¿deberíamos alegrarnos de que Bangladesh sea mucho menos pobre que antes, o desesperarnos de que siga siendo bastante pobre? Y también hay diferentes regiones: ¿debemos fijarnos en la media de todo el mundo en desarrollo, o centrarnos en regiones específicas como África o América Latina?

Es fácil confundirse entre estas diferentes cuestiones. El artículo que comentaba antes tiende a ir y venir entre algunas de estas cuestiones, de modo que a pesar de los intentos de buena fe de los autores de entrelazar puntos dispares en un todo cohesivo, puede resultar difícil aislar cuáles son sus tesis. Pero básicamente, creo que hacen tres afirmaciones:

  • Cuentan un relato sobre la historia del desarrollo, argumentando que el periodo 1950-1980 fue el punto álgido, y que las últimas décadas han sido mucho peores.
  • Ofrecen una teoría sobre los mecanismos del desarrollo, argumentando que la industrialización ya no es una vía viable para los países pobres.
  • Hacen una predicción sobre el futuro del desarrollo, argumentando que hay importantes vientos en contra que frenarán el crecimiento de los países pobres.

Pero tranquilos, intentaré abordar cada uno de ellos por separado. En primer lugar, contaré la historia del desarrollo económico desde la Segunda Guerra Mundial y por qué las tres últimas décadas han sido lo más parecido a una edad de oro.

Las tres últimas décadas han sido la edad de oro del desarrollo

Podríamos iniciar nuestra historia básica del desarrollo utilizando como base un artículo académico de 2021 del Center of Global Development.

La teoría económica básica dice que los países pobres deberían crecer más deprisa que los ricos, pero hasta 1990 esto no parecía estar ocurriendo: los países ricos se mantenían por delante o incluso se alejaban. Excepciones como Corea del Sur, Taiwán y Singapur eran escasas. Pero alrededor de 1990, los autores descubren que las cosas cambian: de repente, hay una correlación negativa entre la renta de un país y su tasa de crecimiento, tal y como dice la teoría económica. Los países pobres por fin se estaban poniendo al día.

Un valor negativo en este gráfico significa una relación más negativa entre crecimiento y renta; significa que los países ricos crecen menos deprisa que los países pobres.

Obsérvese que este cambio no se debe únicamente a China. Cada punto de datos en estas regresiones es un único país, por lo que China es sólo un punto de datos entre muchos otros.

Por término medio, los países pobres empezaron a alcanzar a los ricos en las tres últimas décadas.

Algo que, por cierto, también constatan estos economistas de Harvard en 2021:

Ha habido una tendencia hacia la convergencia incondicional desde la década de 1960, que ha llevado a la convergencia desde principios de la década de 2000… Las políticas y las instituciones han convergido sustancialmente hacia instituciones favorables al desarrollo, es decir, aquellas asociadas, en todos los países, a niveles de renta más elevados’.

Así pues, cualquier argumento que afirme que el desarrollo ha sufrido una muerte lenta y prolongada debe tener en cuenta que el crecimiento convergente de los países pobres era prácticamente inexistente en las décadas de posguerra, pero ha sido una realidad en lo que llevamos de siglo XXI.

Este crecimiento acelerado de los países pobres ha ido acompañado de una reducción masiva de la pobreza. A la gente le gusta discutir sobre si la ‘pobreza extrema’, medida como personas que viven con menos de 2,15 dólares al día, es un umbral apropiado. Personalmente, creo que los umbrales más bajos son más importantes que los más altos: pasar del borde de la inanición a la seguridad alimentaria es más importante que, por ejemplo, conseguir una motocicleta.

Pero este debate realmente no importa, porque si nos fijamos en los tres umbrales de pobreza definidos por el Banco Mundial, y que son los 2,15 $/día, 3,65 $/día y 6,85 $/día, todos ellos han ido bajando casi continuamente en todas las regiones del mundo durante dos o tres décadas. Y para muestra estos tres gráficos:

Obviamente, la reducción de la pobreza en Asia Oriental ha sido la más impresionante, debido al hipercrecimiento de China. Pero con la excepción de Oriente Medio desde mediados de la década de 2010, desgarrado por las guerras, todas las regiones han experimentado algún descenso de las tasas de pobreza, independientemente de cómo se quiera medir.

Me gustaría destacar especialmente a India, porque es el país más grande del mundo y sigue siendo bastante pobre. Incluso utilizando las estimaciones más conservadoras de la reducción de la pobreza en la India, el descenso ha sido asombroso:

En cualquier caso, estas cifras demuestran que los autores de los diferentes artículos y papers se mueven en un terreno muy inestable cuando afirman que las décadas de posguerra fueron la edad de oro del desarrollo mundial:

Fue el periodo que va aproximadamente de 1950 a 1980… el que se considera en retrospectiva como una edad de oro para la causa del desarrollo económico mundial… La economía mundial experimentó un auge económico de una intensidad y duración nunca vistas antes ni después… Para los países del mundo pobre, esto significó tres décadas de crecimiento vigoroso, con una rápida expansión industrial(…)’.

Sí, la economía mundial experimentó un rápido crecimiento durante los años de la posguerra. Pero los países pobres no lograron alcanzar a los más ricos. Y aunque el crecimiento redujo las tasas de pobreza, las altas tasas de natalidad y la gran desigualdad hicieron que el número total de personas extremadamente pobres en el mundo aumentara durante esta ‘edad de oro’. Sólo a mediados de la década de 1990 empezó a disminuir el número de seres humanos en situación de pobreza extrema.

Y curiosamente, es muy difícil llamar ‘edad de oro’ del desarrollo a los años del Gran Salto Adelante de China y la Revolución Cultural y el crecimiento ultralento de la India, cuando esos dos países gigantes representaban juntos más de la mitad del mundo en desarrollo.

En otras palabras, si el desarrollo mundial ha tenido alguna vez algún tipo de edad de oro, han sido las tres últimas décadas, no los años de posguerra.

Pero, una cosilla antes de nada. El cambio radical que se ha producido desde mediados de los 90 ha supuesto un enorme triunfo humano, pero es crucial subrayar que se trata sólo del comienzo de un largo viaje. A pesar de su rápido crecimiento y de su éxito contra la pobreza extrema, por ejemplo, India sigue siendo un país bastante pobre en general: la mayoría de sus habitantes siguen viviendo con menos de 7 dólares al día. Y de hecho, esto es típico. Incluso los economistas que consideran que la convergencia ya está en marcha advierten que sigue avanzando a un ritmo lento.

Hay algunos países como Polonia y Malasia que se han acercado al estatus de país desarrollado en los últimos años, pero en general los países ricos siguen siendo un club bastante enrarecido. Así pues, el desarrollo mundial no está ni siquiera cerca de la línea de meta de ‘todos los países se hacen ricos’, ni siquiera en las regiones que se están recuperando más rápidamente.

Sí, ya veis que yo, en general y con todos mis respetos, contaría la historia del desarrollo mundial de forma distinta a como la cuentan los autores del artículo de American Affairs. En mi opinión, el desarrollo siempre ha sido muy difícil, poco fiable y desigual. Pero en las últimas décadas ha sido un poco menos difícil, poco fiable y desigual que antes. La historia del desarrollo no ha sido la de una caída en desgracia, sino la de una aceleración lenta e irregular.

Esta historia, sin embargo, deja una pregunta clave sin respuesta: ¿Podrán continuar los, relativamente, buenos tiempos?

La industrialización probablemente no ha terminado… y no lo sabremos hasta que lo intentemos

El segundo gran argumento que nos encontramos en American Affairs es que la industrialización, generar riqueza mediante la fabricación, no es una vía de desarrollo viable para la mayoría de los países pobres de hoy. Permiten excepciones, como algunos de los que he mencionado antes (Polonia, Vietnam, etc.), pero, en general, afirman que este camino está cerrado:

Nuestra evaluación relativamente pesimista del progreso de los mercados emergentes está determinada por un juicio sobre el papel fundamental que desempeña la industria manufacturera en el desarrollo económico… Para la mayor parte del mundo, no existe una vía real de desarrollo que no pase por la industria manufacturera… Pero los países del mundo pobre se encuentran hoy en una situación notablemente diferente de la de los países de industrialización tardía del pasado’.

¿Por qué? Básicamente, se basan en dos argumentos: la observación de Rodrik de una ‘desindustrialización prematura’ en algunas partes del mundo en desarrollo, y la especulación sobre los factores que podrían perturbar el modelo tradicional de industrialización.

Hablemos de Rodrik. En 2015 en un artículo titulado ‘Desindustrialización prematura’ sostiene que:

Los países se están quedando sin oportunidades de industrialización antes y a niveles de renta mucho más bajos en comparación con la experiencia de los primeros industrializadores. Los países asiáticos y los exportadores de manufacturas se han mantenido en gran medida al margen de estas tendencias, mientras que los países latinoamericanos se han visto especialmente afectados’.

Ya podemos ver una gran salvedad a la tesis: no parece haber afectado a Asia. Asia tiene el 60% de la población mundial, y una fracción aún mayor de la población de los países en desarrollo, por lo que decir que los países se han desindustrializado excepto Asia es ‘un poco así’, ¿no?

En segundo lugar, gran parte de la desindustrialización que documenta Rodrik se produjo mucho tiempo atrás; como él dice, la tendencia ‘no es muy reciente’. En América Latina, el ejemplo más crudo de Rodrik, la desindustrialización ya se estaba produciendo en la década de 1960, casualmente a lo que antes veíamos que denominaban ‘edad de oro del desarrollo’. En el caso del África subsahariana, la desindustrialización parece haber comenzado en los años 70 u 80, pero es difícil saberlo porque los datos están un poco cogidos con pinzas.

En cualquier caso, pensemos en lo que esto significa. En los años transcurridos desde que América Latina y el África subsahariana comenzaron a desindustrializarse, gran parte de Asia oriental y sudoriental y de Europa oriental, incluida Turquía, han seguido una exitosa estrategia de crecimiento impulsado por la industria manufacturera. Así pues, una lectura rápida de la historia demuestra que la desindustrialización de América Latina y el África subsahariana no fue el preludio de un gran cambio económico que hiciera imposible la industrialización.

Rodrik postula que los cambios en la economía dificultan actualmente la industrialización de los países. Abordaré esta idea dentro de un rato, pero examinemos primero la magnitud de los efectos que postula Rodrik. Sostiene que antes de 1990 la industria manufacturera tendía a alcanzar su punto máximo como parte de la economía de un país en torno a los 49.000 dólares del PIB, pero desde 1990, la industria manufacturera ha alcanzado su punto máximo como parte de la economía de un país en torno a los 22.000 dólares:

Bien, supongamos que Rodrik tiene razón y que el mundo es así. Eso sigue significando que la industrialización puede llevar a los países hasta los 22.000 dólares de PIB per cápita. Nada menos que en dólares de 1990. Dado que India está ahora en 7.000 dólares y Nigeria en 5.400 dólares, no me desanima especialmente esa cifra de 22.000 dólares. Pues venga, vale, primero llevemos a los países pobres a los 22.000 dólares, luego hablamos.

Ahora echemos un vistazo a la teoría de Rodrik sobre la desindustrialización, teniendo en cuenta que el artículo que os recomendaba al principio dice que la automatización es una razón importante por la que los países pobres ya no pueden industrializarse. Y se basan en esta idea a Rodrik:

Como han señalado Rodrik y otros autores, cada oleada de industrialización ha sido más débil que la anterior: entre los posibles factores cabe citar el aumento de la competencia mundial, ya que los países contemporáneos tienen menos control sobre sus mercados nacionales que el que tenían los industrializadores de éxito… los cambios mundiales de la demanda… y, quizá lo más importante, el descenso de la intensidad de la mano de obra manufacturera debido a las automatizaciones que ahorran trabajo, que puede acelerarse en los próximos años’.

¡Pero!… si analizamos el modelo del paper de Rodrik, vemos que la automatización, representada por el rápido crecimiento de la productividad total de los factores en el sector manufacturero, ayuda realmente a los países pobres a industrializarse, aunque haga lo contrario en los países ricos:

Este último conjunto de resultados, teóricos, es importante para interpretar la experiencia de los países en desarrollo que han experimentado una rápida desindustrialización. Estos países tienden a ser pequeños en los mercados mundiales de manufacturas, por lo que podemos tomarlos como tomadores de precios. Lo que muestra la ecuación (9) es que la desindustrialización del empleo en esos países no puede haber sido consecuencia de un crecimiento diferencialmente rápido de la PTF en el sector manufacturero nacional. Ese tipo de progreso tecnológico habría fomentado la industrialización, en lugar de lo contrario. En este sentido, los países en vías de desarrollo son bastante diferentes de los países avanzados, en los que existen pruebas considerables de que el progreso tecnológico fue el culpable’.

El modelo de Rodrik dice que la desindustrialización en los países pobres tendría que ser el resultado de una ralentización de la demanda de productos manufacturados de los países ricos, y no una consecuencia de que los robots ocupen los puestos de trabajo de los pobres. La razón de esto, en el modelo, es que se supone que los países pobres son en su mayoría exportadores, por lo que si se automatiza la fabricación en los países pobres siempre se puede simplemente vender más en el mercado mundial en lugar de despedir a los trabajadores.

Ahora bien, se trata de un modelo muy simple, y dudo que el propio Rodrik crea que representa todo lo que está ocurriendo. Por ejemplo, no incluye multiplicadores locales, que podrían modelizar cómo la industria manufacturera puede apoyar el crecimiento económico incluso sin generar mucho empleo. Pero ojo, estoy divagando. Lo importante aquí es en ‘La larga y lenta muerte del desarrollo global’, se ha sobrestimado en gran medida el grado en que el paper de Rodrik apoya su tesis de que la industrialización ya no es posible.

Además, vemos que también se basan en una interpretación narrativa de por qué los países de Asia Oriental fueron los únicos capaces de industrializarse:

Las sociedades actuales también son muy diferentes de las de los anteriores países industrializados. Corea del Sur en 1960 o China en 1980 eran sociedades mayoritariamente agrarias, con vastos campesinos (‘llenos de energía potencial, a la espera de ser liberados’, como ha escrito Perry Anderson) gobernados sin oposición por coaliciones imperfectas pero coherentes de élites desarrollistas. Su éxito inicial se debió a la gran capacidad del Estado, incluso con bajos niveles de renta, producto a su vez de diversos factores: estos países gozaban de autonomía estatal frente a los intereses rentistas, debido al desplazamiento de los terratenientes rurales, así como de fuertes monopolios estatales sobre la violencia, basados en tejidos sociales duraderos; las élites nacionales podían coordinar eficazmente el Estado y la empresa, capaces no sólo de subvencionar a las empresas, sino también de disciplinarlas; su mano de obra estaba relativamente cualificada y gozaba de buena salud, debido al éxito de las políticas de educación y sanidad pública, e incluía abundantes trabajadores baratos que podían incorporarse a la industria manufacturera’.

No descarto ninguno de estos factores, pero la idea de que son necesariamente exclusivos de Asia Oriental es… bueno, es muy manoseada. Los ‘tejidos sociales duraderos’ y la ‘energía potencial’ del campesinado son básicamente variedades de flogisto económico: etiquetas para una especie de mojo general que llenan el vacío cuando no hay nada que podamos medir realmente. Y lo de ‘capacidad del Estado’ es algo medible en algunos casos, pero en este caso también es una especie de marcador de posición.

Esto es básicamente una forma de decir que los países de Asia Oriental pudieron industrializarse porque eran políticamente capaces de llevar a cabo las políticas que condujeron a la industrialización. Pues bueno, pues vale, pero, ¿por qué deberíamos suponer que, por ejemplo, las sociedades africanas son incapaces de avanzar en esta dirección: hacer que sus tejidos sociales sean más duraderos, que sus trabajadores estén más sanos y mejor educados, establecer fuertes monopolios estatales sobre la violencia, etc.?

Podemos encontrar en diversos artículos y papers muchas cosas pesimistas sobre el estado de la política y la sociedad africanas, pero todas esas cosas ya las hemos oído antes: élites extractivas corruptas, violencia, inestabilidad, etc. Si nos limitamos a asumir que esos problemas están aquí para quedarse, entonces quizá deberíamos tirar la toalla y renunciar a África. Pero no, no debemos hacerlo, sobre todo teniendo en cuenta lo caótica y disfuncional que parecía China hace medio siglo.

De todos modos, hay una alternativa obvia a la idea de que los robots y la globalización han hecho que la fabricación sea imposible para cualquiera que no tenga el un plan político y social como el de Asia Oriental. Podría ser que no todo el mundo puede industrializarse al mismo tiempo, que algunos países tienden naturalmente a especializarse en ser exportadores de recursos naturales, vendiendo energía y minerales y alimentos a todos los demás, incluso cuando algunos otros países se unen a las filas de los fabricantes. Este es, de hecho, el resultado del modelo de geografía económica de Krugman, Fujita y Venables, cuando se aplica a las redes de comercio mundial y al desarrollo mundial. En ese modelo, las regiones globales se industrializan una tras otra, con una región ‘periférica’ en retroceso que vende recursos naturales al resto.

Si este modelo se mantiene, entonces la verdadera razón por la que América Latina y África se desindustrializaron fue que otros países se les adelantaron en la cola. Cuando toda la inversión y la demanda manufacturera del mundo fluye hacia China, probablemente sea mejor idea que Brasil o Sudáfrica vendan a China minerales y alimentos en lugar de intentar competir con las fábricas chinas.

Pero ahora que la industrialización de China se está ralentizando, otras regiones podrían tener su oportunidad. Las manufacturas de gama baja ya están saliendo de China hacia el sudeste asiático y el sur de Asia, igual que antes salían de América, Japón y Europa hacia China. Tal vez esto genere otro auge de las materias primas que enriquezca a África, América Latina y Oriente Medio. Y tal vez después de ese auge, en 30 o 40 años, la manufactura fluya hacia África.

No tengo ni idea de si el mundo funciona así. Se me escapa. Pero vemos autores que desechan la idea, argumentando que ‘una cola’ internacional para la industrialización… puede que ya no se mantenga, pero puede que siga existiendo. Y el éxito actual de Vietnam, Bangladesh y algunos otros países que han iniciado el camino de la industrialización ofrece la esperanza de que, si otros países pobres consiguen poner orden en sus políticas, como India, todavía pueden recorrer alguna aproximación moderna del trillado camino del desarrollo industrial.

Quizá no funcione. Pero por probar…

Entonces, ¿se va a desplomar el crecimiento mundial?

La última gran tesis que nos encontramos en American Affairs es que los países pobres están a punto de enfrentarse a un montón de grandes vientos en contra:

El estancamiento del desarrollo en la mayor parte del mundo pobre, la crisis ecológica, el descenso de la población en el mundo desarrollado y el aumento de la población en los lugares más desfavorecidos: ¿qué dará de sí esta mezcla explosiva? Con el envejecimiento de la población en Estados Unidos y Europa, y la economía china entrando aparentemente en un equilibrio de bajo crecimiento, las perspectivas de que otro boom mundial de las materias primas rescate a las economías pobres parecen lejanas’.

Incluso si la industrialización todavía es posible, va a ser difícil hacerlo si tu país se está achicharrando o está bajo el agua. El cambio climático es un grave desafío al que el mundo entero tendrá que enfrentarse. Pero el artículo pasa por alto cómo vamos a afrontarlo. Vamos a luchar contra el cambio climático construyendo un montón de energía y transporte ecológicos y de infraestructuras ecológicas. En Estados Unidos, la Ley de Reducción de la Inflación ya está estimulando inversiones masivas en energía, industria e infraestructuras. Otros países seguirán su ejemplo. Y lo que está haciendo China… alucinad:

Esta inversión masiva va a crear una gran demanda de productos manufacturados baratos de los países pobres, lo que podría ayudar a estimular la industrialización. Pero también provocará un auge de las materias primas. Puede que el petróleo, el gas y el carbón no tengan tanta demanda, pero los metales seguro que sí. Eso dará un cierto impulso a los exportadores de recursos.

La demografía es una cuestión más delicada. La disminución de la población de los países ricos, incluida China, frenará la demanda de productos de los países pobres. Y el crecimiento demográfico continuado en África, a pesar del descenso de la fecundidad, ejercerá presión sobre el nivel de vida de esos países, ya que siguen siendo exportadores de recursos naturales, y una mayor población significa menos ingresos por persona. Así que creo que esto podría ralentizar algo el desarrollo. Pero, por otra parte, los dividendos demográficos derivados del descenso de la fecundidad en las naciones industrializadas, especialmente en el sur y el sudeste asiáticos, darán un impulso a estos países.

Hay otro factor potencial importante que no mencionan: la desvinculación. Al FMI le preocupa que una ruptura económica entre China y las democracias desarrolladas dificulte a los países pobres la venta de sus productos, porque tendrán que elegir entre un mercado u otro. Pero no espero que esto ocurra: sólo unos pocos productos estarán sometidos a controles de exportación. Y creo que la presión sobre las multinacionales para que ‘deslocalicen’ la producción fuera de China podría dar un gran impulso al crecimiento basado en la fabricación en el resto de países pobres de Asia. Y como ejemplo, Apple, que ya está trasladando algunas operaciones a India.

En general, creo que es muy difícil predecir el crecimiento mundial; incluso cuando lo hacen los profesionales, hay que leer mucho, mucho, mucho… o más. Pero simplemente mirar al mundo y ser pesimista debido al cambio climático y la baja fertilidad no es razón suficiente para pensar que el desarrollo económico está muriendo.

Básicamente, creo que las tres tesis principales que nos encontramos en ‘La larga y lenta muerte del desarrollo global’ no dan en el blanco o se basan en una gran cantidad de especulaciones. No cabe duda de que el desarrollo mundial no ha estado agonizando lenta y prolongadamente, ni hay buenas razones para creer que la industrialización vaya a seguir funcionando, ni debemos confiar demasiado en las previsiones macroeconómicas mundiales. En mi opinión, la perspectiva adecuada es comprender que el desarrollo económico siempre ha sido difícil, lento, desigual e incierto. Hicimos bien en no desesperarnos en décadas anteriores… y no deberíamos desesperarnos ahora.

Fuente del artículo: Fuente: Noahpinion / Substack


No te pierdas la intervención de José Luis en el podcast de Sintetia:

Artículo escrito por José Luis Casal

Experto en modelos de negocio digitales

Enviar comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Raúl Carrión Estudio, S.L. es la Responsable del Tratamiento de tus datos, con la finalidad de moderar y publicar tu comentario con tu nombre (en ningún caso se publicará tu correo electrónico).
Tienes derecho de acceso, rectificación, supresión, limitación, oposición al tratamiento y portabilidad. Puedes ejercitar tus derechos en [email protected].