Déficit español en la financiación a la I+D: el caso de los fondos europeos y la biotecnología

30 marzo 2012

¿Sabes que en Europa tenemos uno de los programas públicos de mayor cuantía del mundo para el fomento de la I+D? Es el 7º Programa Marco (7PM) y tiene un presupuesto de 50.000 millones de euros para el período 2007 y 2013. ¿Sabes que todos los países aportan financiación para ese programa en función de su población? Y, por último, ¿sabes que España aporta más en fondo que en financiación lograda a través de convocatorias por parte de sus empresas y organismos de investigación? Aquí tenemos otro déficit respecto a Europa, del que poco se habla y que, sin embargo, es estratégico por varios motivos: uno, porque necesitamos fondos para investigar, en un contexto de duros recortes presupuestarios en España que están afectando a la capacidad de llevar a cabo líneas específicas de investigación. Y dos, porque competir en un programa internacional de financiación permite dar el salto y fomentar una apertura de las líneas de investigación nacionales y colocarlas en el mapa global.

El problema es que lograr financiación en el 7PM no es inmediato, ni fácil y las capacidades competitivas que tienen que tener los proyectos, los grupos de investigación y las empresas tienen que estar muy orientadas a las líneas, amplias, trazadas por la Comisión Europa. De este aspecto me gustaría reflexionar en este artículo. Y, dado mi ámbito de investigación, me centraré en una de los ámbitos de científicos de mayor potencial, en España y en Europa, la Biotecnología.

A finales del año pasado se establecieron las líneas estratégicas generales que van a marcar la dirección que deberá seguir Europa en cuanto a la investigación en Biotecnología, una de las grandes apuestas de I+D+i de la Comisión Europea. Si atendemos a estas directrices, tendremos más posibilidades  de capturar financiación para nuestros proyectos  en convocatorias pertenecientes al Programa Marco o a otras como Lead-ERAERA-IB o EuroTransBio.

El objetivo específico de la investigación e innovación en Biotecnología marcado por la Comisión Europea es desarrollar procesos y productos competitivos, sostenibles e innovadores y contribuir como motor de innovación en diversos sectores como la agricultura, la alimentación, la química y la salud.

El avance de la Biotecnología tiene como base sólida la ciencia, la tecnología y la innovación, lo que permite respaldar a la industria europea en el liderazgo de esta tecnología clave para el desarrollo del viejo continente.

La Comisión Europea, dentro de su programa Horizon 2020, previo a la implementación del futuro VIII Programa Marco, señala los hechos que considera relevantes para apostar por la Biotecnología como uno de los estandartes de la investigación hacia un crecimiento de Europa:

  • Gracias a un mayor desarrollo del conocimiento de los sistemas biológicos, la biotecnología se ha establecido como una fuente de nuevas aplicaciones que pueden fortalecer la industria y la capacidad innovadora de la Unión Europea.
  • Existe un crecimiento de la importancia de la biotecnología en las aplicaciones industriales que encontramos reflejado en el mercado de los llamados bioproductos, cuya estimación de crecimiento de la cuota de mercado para 2015 ha aumentado entre un 12 y un 20% sobre los productos químicos. Además, algunos de los “12 principios de la Química Verde” apuntan hacia la biotecnología, debido a la selectividad y eficiencia de los sistemas biológicos.
  • La carga económica que soportan las empresas europeas por las emisiones de CO2, además del coste medioambiental, es otro dato a tener en cuenta. Estas emisiones tienen una estimación para el año 2030 de 1-2,5 billones de toneladas de CO2 equivalente en Europa, pero podrían reducirse utilizando el potencial de los procesos biotecnológicos y los bioproductos.
  • En el sector biofarmacéutico europeo, el 20% de los medicamentos ya son obtenidos mediante biotecnología, siendo el 50% de ellos fármacos de nuevo desarrollo.
  • La biotecnología también abre nuevas perspectivas para la explotación del gran potencial del material oceánico para el desarrollo de aplicaciones innovadoras en sectores como el industrial, el sanitario y el medioambiental. De hecho, la biotecnología marina (o biotecnología azul) tiene una previsión de crecimiento del 10% anual.
  • Otra de las áreas clave para la innovación se encuentra en esa zona del conocimiento en la que biotecnología se toca con otras tecnologías consideradas de gran interés para el desarrollo industrial, en particular con la nanotecnología y las TICs. Son de particular interés, en este caso las aplicaciones para el desarrollo de sensores y de herramientas de diagnóstico.

Bajo estas premisas, la Comisión ha esbozado las líneas generales que marcarán la investigación Europea en el marco de la Biotecnología. Así que los investigadores tenemos que tomarnos estas directrices como propias, si queremos ver financiados nuestros proyectos. Es de esperar que estas líneas generales sean desglosadas en actividades más concretas, pero es posible que esto no suceda hasta finales de 2013, fecha en la que concluye el VII Programa Marco.

En todo caso, creo que estas líneas son suficientes para dirigir y enfocar líneas de trabajo que encajen en la propia estrategia europea para lograr más financiación y fijar una dirección común que también facilita el contacto entre investigadores de distintos países.

Concretamente, las líneas generales que se proponen desde la Comisión Europea son:

1 Impulso a la biotecnología de vanguardia como futuro motor de innovación

El objetivo es sentar las bases para que la industria Europea se mantenga a la vanguardia de la innovación. Esto supone que debemos seguir haciendo esfuerzos por desarrollar herramientas punteras tales como la biología sintética, la bioinformática, la biología de sistemas y avanzar en la investigación de las tecnologías convergentes como la nanotecnología (bionanotecnología) y las TICs (bioelectrónica).

Estas y otras áreas de la frontera del conocimiento deben poder contar con las medidas adecuadas de investigación y desarrollo para facilitar la transferencia e implementación de nuevas aplicaciones de gran interés como por ejemplo, nuevos sistemas de administración de fármacos, biosensores y biochips.

2 Procesos industriales basados en biotecnología

En este caso, el objetivo es doble. Por un lado, el tejido industrial europeo (incluyendo diversos sectores como químico, sanitario, minero, energético, textil, alimentario, etc..) debe tender al desarrollo de nuevos productos y procesos que cubran demandas industriales y sociales de manera competitiva, estableciendo mejoras mediante alternativas biotecnológicas que puedan sustituir a las ya existentes. Y por otro, Europa debe aprovechar el potencial de la biotecnología para detectar, monitorizar, prevenir y eliminar sustancias contaminantes.

Para alcanzar este doble objetivo, la investigación debe ir dirigida hacia rutas metabólicas y enzimáticas, diseño de bioprocesos, fermentación avanzada, procesos de pre- y post- tratamiento y el conocimiento del comportamiento de las comunidades microbianas.

No hay que olvidar que será clave el desarrollo de prototipos o plantas piloto para evaluar el salto técnico y económico que supone pasar de un proceso diseñado en laboratorio a un proceso a escala semi-industrial. El estudio de la viabilidad tecno-económica del desarrollo de los nuevos productos y procesos es una etapa indispensable para el éxito de un proyecto encajado dentro de esta línea.

3 Plataformas tecnológicas  innovadoras y competitivas

El objetivo es desarrollar plataformas tecnológicas (por ejemplo sobre genómica, meta-genómica, proteómica, herramientas moleculares) que sirvan de revulsivo para alcanzar el liderazgo y la ventaja competitiva en un amplio número de sectores económicos.

Estas plataformas deben ser fuente de apoyo en el desarrollo biotecnológico de Europa y marcar estrategias comunes para diversas actividades de importancia, como la síntesis de fuentes biológicas con propiedades optimizadas, la obtención de bioproductos con aplicaciones de valor añadido frente a los convencionales, la exploración, entendimiento y explotación sostenible de la biodiversidad terrestre y marina o el desarrollo sostenido de las soluciones sanitarias basadas en biotecnología (herramientas de diagnóstico, nuevos productos biológicos o dispositivos biomédicos).

En mi opinión, este breve análisis es suficiente para conocer la hoja de ruta a partir de 2014 y si somos listos (que lo somos ;-)) sabremos enfocar nuestros futuros proyectos hacia estas líneas.

Encajar la investigación biotecnológica española en la estrategia común europea es de especial interés para nuestra economía si tenemos en cuenta la situación de la Biotecnología en España. La relevancia científica de la Biotecnología en España es alta. En 2010 se produjo el 9,9% de la producción científica europea en Biociencias, solo por detrás de Alemania, Reino Unido y Francia y se ha mejorado en la producción de artículos de máximo impacto. Sin embargo el número de patentes es bajo e insuficiente para equipararnos con los países de nuestro entorno. Además, como ya se ha mencionado, la subvención pública a proyectos de I+D sigue descendiendo.

Fuente: Relevancia de la Biotecnología en España 2011. Genoma España.

A pesar de ello, a lo largo de la última década, el número de empresas biotecnológicas ha crecido un 359% y el incremento anual del gasto privado en I+D en biotecnología es del 25%, superior al incremento del gasto público anual. También hay que destacar, que la relevancia financiera de la Biotecnología en España sigue siendo baja, con un capital riesgo invertido en el periodo 2006-2010 del 1,6 % sobre el invertido en todos los sectores.

Y en este contexto, participar en un Programa Marco es estratégico para nuestras empresas. Como se constata en diversos estudios, la participación en esta tipología de programas de I+D está estrechamente relacionado con una mejora sustancial en la capitalización de las empresas participantes, sobre todo en activos intangibles, y con una mejora en la capacidad para generar ventas, aumentar la productividad y, en consecuencia, crear empleo.

En definitiva, si la financiación pública en España desciende, pero el sector biotecnológico privado crece, y necesita seguir creciendo, es estratégico capturar financiación europea. Nadie nos puede asegurar que encajando nuestros proyectos en la estrategia de investigación europea logremos obtener financiación, pero lo que sí es cierto es que la probabilidad de lograrlo será mucho más elevada y, además, es una oportunidad para converger en ritmo con nuestros potenciales socios europeos y no perder el tren de la investigación en Biotecnología ni en España ni en Europa.

Sobre la autora

Patricia Rodríguez. Licenciada en Químicas y gestora de proyectos de Investigación Industrial y Aplicada, principalmente en las áreas de Biotecnología Ambiental e Industrial. También colabora como redactora en la revista de divulgación Journal of Feelsynapsis y es la responsable del blog Divagaciones de una investigadora en apuros.

Artículo escrito por Colaboración

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