Consultoría en tiempos digitales

30 mayo 2018

Como decía en un artículo anterior, el proceso de disrupción también afecta al sector de la consultoría o servicios avanzados. La ola se nos viene encima, y ahora toca surfearla. Y por eso me gustaría resaltar cuáles son los impactos que la digitalización tiene sobre la actividad de consultoría y, sobre todo, identificar algunas oportunidades que ofrece para empezar a surfear.

El impacto de la transformación digital

La transformación digital es el proceso que siguen las empresas para adaptarse a un entorno de revolución digital. Surgen de forma continua nuevas tecnologías basadas en Internet o en computación que permiten hacer las cosas de otra manera. Ante este entorno, ¿cuál es el impacto que tienen esas tecnologías en la consultoría?

Deloitte lo ha estudiado en un informe muy reciente: en los últimos 25 años la digitalización en todos los procesos productivos y de consumo está siguiendo una curva de incorporación exponencial, como puedes ver en la gráfica.

A partir de la primera curva —la tecnología—, aparecen otras que se van abriendo, generando nuevos huecos. La segunda representa la velocidad a la que las personas podemos asumir el cambio al que están incorporándose todas estas tecnologías: cada vez menos personas conseguimos seguir el ritmo.

Se observa cómo se está generando una brecha cada vez mayor entre aquellas personas (cada vez un grupo más reducido —la nueva élite tecnológica—) que son capaces de seguir el ritmo al que está funcionando la tecnología, y el resto de personas que cada vez se van quedando un poco más atrás. Es lo que se conoce como “exclusión tecnológica”.

La tercera curva representa a las empresas. Cuando analizamos el ritmo tecnológico a nivel de empresa, se observar cómo la brecha es todavía mayor. Porque una persona puede seguir un determinado ritmo, pero un grupo de personas, una empresa, una organización —con sus procesos, su cultura y su inercia—, avanza todavía más lenta para seguir el ritmo.

Romper las inercias adquiridas para incorporar cultura digital y tecnológica es un reto descomunal de gestión del cambio y de personas. Porque, no nos olvidemos, como ya lo explicaba con más detalle, la transformación digital va de personas y no de tecnología.

La cadena de valor de los servicios avanzados

Para entender el impacto de la transformación digital en el sector de consultoría debemos entender primero cómo funciona. La cadena de valor de la consultoría tiene realmente tres procesos principales.

  1. Adquisición de materia prima. La auténtica materia prima de una empresa (o actividad) de consultoría es el conocimiento. Un conocimiento que se adquiere, se aplica y se mejora cada día. Por lo tanto, hay una fase continua y estratégica en la adquisición continua de conocimiento para convertirlo en valor.
  2. Producción o delivery de ese conocimiento. Ese conocimiento, ese valor, acaba en “entregables”, resultados: informes, software, metodologías, cambios…
  3. Comercial y de marketing. Como en todos los negocios, se trata de llegar al cliente y vender. Pero en este sector, muy por encima de la media, la confianza es clave.

La gran mayoría de las actividades de consultoría no se pueden probar ‘como si fueran zapatos’. Vendes si transmites confianza y el cliente ‘apuesta por ti’.

No hay empresa que pueda sobrevivir sin definir o redefinir sus procesos, y cambiar lo que haga falta para adaptarse a las nuevas necesidades de sus clientes. Si el cliente tiene nuevas oportunidades de compra, nuevas necesidades, nuevos atributos, hay que comprenderlos, analizarlos y adaptarse. Y esto no es ajeno al mundo de la consultoría.

Ningún profesional de la consultoría puede estar ajeno a una transformación digital que se impone con fuerza en el tejido empresarial (y en las administraciones públicas). La transformación digital parte siempre del cliente, y la empresa (cualquier empresa, y más en consultoría) se tiene que adaptar para seguir aportando valor.

El efecto de la rana hervida

Como el caso de la rana hervida —que no se da cuenta de que el agua se está calentando hasta que acaba hervida—, la transformación digital es un proceso, en el que muchas veces no nos damos cuenta de lo que está pasando hasta que es demasiado tarde.

Las empresas de consultoría trabajan en un sector B2B, para organizaciones públicas y/o privadas, que a su vez están compuestas por personas, que utilizan tecnologías digitales en su día a día. Cualquier profesional que trabaja en una empresa está utilizando tecnologías ya ampliamente extendidas: desde la videoconferencia, el trabajo en la nube para colgar unos archivos, al teléfono móvil y grupos de WhatsApp conectados o los grupos de redes sociales. Son tecnologías que muchos hemos empezado a utilizar a nivel particular y después las hemos llevado al terreno profesional.

A la vez, las propias empresas definen su propia estructura o procesos, más relacionados con la digitalización, y estos cambios y nuevas herramientas afectan a los consultores.

Desde herramientas para desarrollo de webs, motores de búsqueda internos, de todas las herramientas desarrollo en plataforma, como SAP, WordPress, Canva, softwares tipo ERP, CRM, gestión de innovación, intranets, extranets, etc…

Hablamos de herramientas que permiten que las personas puedan comunicarse entre ellas, independientemente del lugar donde estén y aumentar la productividad. Todas están en nuestro día a día. Suponen un impacto brutal en consultoría, tanto en su relación con los clientes —una relación más eficiente y a la vez más productiva—como en la adquisición de materia prima (talento y conocimiento). Es decir, en los tres procesos clave de la cadena de valor del sector.

No quiero olvidar la gran red social profesional: LinkedIn. LinkedIn ha modificado completamente en la forma en la que se hace networking. Sin asistir a ciertos eventos presenciales (yo acabo aburrido) puedes llegar a personas diferentes a las que conoces habitualmente para hacer ese networking.

El ritmo lo marca el cliente

Las empresas clientes lo tienen claro: quieren inmediatez, disponibilidad, datos accesibles, autonomía para las personas y agilizar al máximo la toma de decisiones. La pura definición de productividad. Pero también son nuevos modelos de negocio: nuevas formas de trabajar y generar valor. No habrá consultoría de valor si no existen consultores inmersos en la cultura digital.

Si miramos los perfiles millennials, gente con menos de 30 años que poco a poco están entrando en puestos de gestión y directivos, este cambio es todavía más importante. ¿Por qué? Porque estas personas han nacido, viven y no se despegan del mundo digital, no saben ni entenderían vivir sin él.

Las grandes consultoras como McKinsey o BCG han desarrollado Apps para difundir sus informes, con formatos mucho más interactivos y actualizados. Incluso BCG ha lanzado una app en formato juego, gratuita, para explicar las alternativas estratégicas a las que se enfrenta una empresa. Para ello utilizan el ejemplo de la venta de limonada en 5 barrios diferentes de Nueva York.

Es una nueva forma de presentar a este colectivo de profesionales —a millennials y a no millennials—, hacerles más atractivos los informes estratégicos —entregables— que hacen habitualmente y que son su principal herramientas de venta. Es una nueva forma de comunicar…

ya han quedado muy lejos los informes largos, tediosos y en reuniones eternas para explicarlos. O comunicas, y de forma más accesible y distribuida, o estás…muerto o en peligro de extinción.

Oportunidades para la transformación digital de la consultoría

Algunas de las oportunidades actuales para la transformación digital en el sector de servicios avanzados son los siguientes.

1.- Cloud o trabajo en la nube

Existen multitud de herramientas basadas en la nube, a precios muy asequibles. Desde CRM, ERPs, herramientas de diseño como canva o de marketing online,…

Otra herramienta son las comunidades y plataformas abiertas, como Innoget, donde se comparten retos y se pueden proponer ideas en cualquier lugar del mundo, o la Comunidad de WordPress para montar webs y blogs de forma gratuita.

La asesoría online es otra innovación basada en cloud. Un servicio convertido en una commodity que permite radicalmente reducir los costes y volver a hacer rentable un negocio que prácticamente no lo era.

La formación está en disrupción. Plataformas abiertas como Udemy o Teachable, además de los MOOC impulsados por las grandes Universidades, amplían el acceso a formación a todo el mundo, de forma gratuita..

2.- La inteligencia artificial

Aunque todavía está por desarrollarse, poco a poco se están empezando a hacer cosas. Por ejemplo, utilizar la inteligencia artificial para hacer predicciones, partiendo de análisis de datos en tiempo real.

Cada vez hay más y mejores datos de gestión disponibles en tiempo real en diferentes fuentes. Ya no vale tener cuadros de mando actualizados periódicamente con herramientas de Business Intelligence. Hay que dar un paso más y con los motores de inteligencia artificial y de proyección nos estamos encontrando con que una oportunidad será incorporar esa inteligencia artificial, esos asistentes virtuales, como muy bien lo explica Xavier Ferrás, a la gestión del management.

3.- Big data

El bigdata nos permitirá desarrollar soluciones en tiempo real, tanto a nivel comercial como a nivel operativo de cadena de producción.  Lo interesante para los consultores en este campo no es tanto el desarrollo de esos datos, sino cómo esos datos se pueden interpretar y podemos ayudar a los técnicos, a los gestores, a su interpretación y, sobre todo, a tomar decisiones con ellos.

Ya existen instrumentos e ideas que combinan big data con inteligencia artificial. Por ejemplo, en la publicidad programática, o cómo se están generando subastas automáticas, sobre los anuncios publicitarios que se entregan personalizados, con un tracking real de las impresiones y los impactos.

Las agencias de marketing podrán medir cada vez más y de forma más precisa su rentabilidad en las campañas de sus clientes.

4.- Blockchain

La oportunidad surge de poder utilizar las cadenas de datos de blockchain para certificar determinados eventos que puedan ocurrir, pasando de la confianza en las personas (básica en consultoría) a la confianza en el sistema.

Se están explorando soluciones en áreas de legaltech, como los Smart Contracts, Fintech e incluso trazabilidad de productos de consumo, como alimentación.  En definitiva, cualquier proceso que al final requiera de una justificación concreta y certificación independiente.

5.- La gestión de equipos y el talento

Una de las claves del éxito de la transformación digital en el sector de consultoría es la gestión de nuevos perfiles de talento. Y sí, es una tecnología organizativa, que genera innovaciones.

Necesitamos un enfoque de recursos humanos que no requiera la presencia física nada más que en determinados momentos. Y conseguir aquellos perfiles más interesantes y que más se adapten a las necesidades de cada proyecto, independientemente donde estén ubicados.

Trabajamos, y lo haremos aún más, con nómadas. Y es crítico sobre todo en software, donde encontrar perfiles de calidad es complejo. La mayoría de estos perfiles no viven donde están las oficinas centrales de la empresa, ni están dispuestos a viajar de forma continua desperdiciando tiempo —muy valiosos— y cada vez se impone la necesidad de conectar talento, trabajo e impacto, rompiendo barreras por el camino.

La transformación digital en el sector de consultoría ya no es una opción. La ola ha crecido, está ahí, o la surfeamos o nos arrastra. Si eres consultor y quieres mantenerte en el mar, de ti depende…

Artículo escrito por Ángel Alba

CEO Innolandia.es

1 Comentario

  1. Diego

    Este artículo no solo es aplicable al sector de la consultoría, también lo es a los departamentos implicados en la transformación digital de cualquier organización.

    Felicidades!!!

    Responder

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