No se discute, la formación empresarial es esencial para crear las sociedades del futuro. Líderes de cualquier campo —académico, empresarial, gubernamental o de organizaciones sin ánimo de lucro— lo tienen claro, lo difunden, lo escriben, lo predican. Lo llevan a las aulas, algunos a las empresas, incluso hay quien logra plasmarlo —sobre todo en otros países— en políticas. Atención a esta cita de Tony Wagner, de su imprescindible libro Creando innovadores.
Publicaciones de José Luis Casal

El lío que hay montado por la propuesta de uno de los Partidos que optan a ocupar el Gobierno a partir del próximo 20 de diciembre. Se trata de Ciudadanos, que ha propuesto el ‘Contrato Único’, como sistema para lograr empleo de calidad… y duradero. En realidad, esta propuesta ya arranca de ABRIL de 2009 con el famoso Manifiesto de los 100 economistas y su “Propuesta para la Reactivación de España”, donde el contrato único era una de las medidas principales.
Esta semana se cumplen siete años de uno de los episodios más catastróficos de la historia económica contemporánea. La mayor quiebra de la historia, la del cuarto banco de inversión del mundo, Lehman Brothers, que acababa de cumplir 158 años. Esta fue la gran señal de alarma pero todo empezó antes…… El 9 de agosto de 2007, el banco francés BNP Paribas la lió bien liada.
No, por favor, no miren, mantengan la calma y presten atención. Debajo de su asiento hay un artefacto explosivo que puede ser accionado y hacer explosión en cualquier momento. ¿Las consecuencias? Otro ‘chorreo’ de problemas durante una buena temporada. Cierres de oficinas, despidos, morosidad, embargos, desahucios… Y es que… bueno, esperen, vayamos por partes. Hablo de la Banca, los hasta ahora ‘Reyes del Mambo’.
Pudo ser Presidente del país, pero dijo que no dos veces a Aznar. Siempre pensé que era porque seguro que tenía planes mejores y, casualmente, eso parece. Con él obró el ‘milagro’ de nuestra economía. Una pena, que muchos lo vimos y dijimos en su momento, y fuimos tachados de incrédulos insensatos. Y es que lo estaba haciendo por la vía fácil: privatizar sin piedad y potenciando un sector hasta hacerlo estallar, la construcción.
Volvemos de la Semana Santa, con el ‘milagro de la Resurrección’ por un lado, y con el de una bajada del paro de nada más y nada menos que 60.000 personas, por el otro. Hasta ahí todo bien, ¿no? Hemos descansado, hemos gastado más que el año pasado, nos hemos permitido algún caprichito estos días y, además… España va bien. ¿Seguro?