Cinco desafíos exponenciales y un nuevo Bretton Woods para el siglo XXI

11 abril 2020

Como sabéis el barco, antes de la crisis del Covid19 estaba dando señales de estar tocado. Las instituciones globales estaban enviando mensajes de socorro y esta pandemia las ha llevado al límite.

Cuando el mundo se recupere de esta crisis, y lo hará, la sociedad y la economía mundial se verán muy diferentes.

El mundo se enfrenta a una elección: si reconstruir las mismas instituciones de gobernanza, centradas en el crecimiento económico tradicional, los enfoques tradicionales sobre la sostenibilidad y el medio ambiente, la atención de la salud, la educación, la prestación de servicios públicos; o un nuevo conjunto de instituciones que se adapten mejor a las necesidades del siglo XXI.

Las instituciones que han funcionado durante los últimos 80 años, pueden no ser las mismas que el mundo necesita durante los próximos 80 años, hasta el final del siglo, dados los nuevos desafíos y las nuevas tecnologías disponibles para ayudarles a funcionar más eficazmente.

Antes de esta crisis, ya habían aparecido, como decía, grietas en todas las instituciones mundiales. Cada institución podría clasificarse en tres categorías: 1) ‘todavía apta para el propósito’, 2) ‘necesita ser mejorada’ o 3) ‘ya no es relevante’.

Las instituciones de crecimiento económico que han sido fundamentales para el sistema financiero moderno durante 100 años, como los Bancos Centrales, el FMI y el Banco Mundial, han sido criticadas por las políticas de crecimiento que inadvertidamente condujeron a una mayor desigualdad en los últimos decenios, y por no hacer lo suficiente para reducir las emisiones mundiales de carbono.

Los órganos de gobernanza medioambiental no están haciendo suficientes progresos en relación con el desafío que enfrenta el planeta, a medida que surgen nuevos líderes del clima como Greta Thunberg.

Los enfoques, de décadas de antigüedad, en materia de atención de la salud, educación y servicios públicos deben ser radicalmente repensados y reajustados, ya que la pandemia del coronavirus se está haciendo más evidente cada día. 

Los Ministros de Economía, los Gobernadores de los Bancos Centrales y los CEOs de la banca mundial se reúnen este mes, imagino que a través de videoconferencia, en las Reuniones de Primavera del Banco Mundial y el FMI.

Todos tienen en mente paquetes de estímulo multilateral sin precedentes, de varios billones de dólares, para reactivar la economía mundial. De hecho, ya estamos viendo estos días a los Estados Unidos debatir un paquete de estímulo de 2 billones de dólares, al Banco Central Europeo anunciar un programa de compra de emergencia para pandemias de 800.000 millones de dólares, Alemania anuncia un paquete de préstamos de 600.000 millones de dólares a través de sus bancos controlados por el Estado, al Reino Unido anunciar un paquete de 400.000 millones de dólares, la Reserva Federal anunció un QE ilimitado y España… bueno, España sí pero no.

Las cifras que se manejan son aún más desalentadoras, mucho más grandes que la crisis financiera de 2008, pero también presentan nuevas y audaces oportunidades si los Ministros pudieran hacer una pausa y reflexionar un momento mientras siguen su confinamiento, incluidos los que deberían hacer cuarentena: ¿Cuáles son las lecciones de anteriores rescates, y cómo podemos ser más reflexivos esta vez,  y así ‘reconstruir mejor‘? Éste ha sido el mensaje a los países afectados por desastres naturales como el huracán María en 2017. ¿Cómo se puede aplicar ahora este pensamiento a la economía mundial?.

Bienvenidos a Bretton Woods

La mayoría de las instituciones internacionales actuales tienen su origen hace 80 años, tras la Segunda Guerra Mundial. Este fue el período en el que se establecieron los cimientos icónicos del orden mundial, como la Declaración Universal de Derechos Humanos, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, la invención del PIB en los años 30 después de la Gran Depresión, las Instituciones de Bretton Woods del Banco Mundial y el FMI. Los acontecimientos posteriores pronto llevaron a la creación de la OMS, el PNUMA, el PNUD y el GATT (que se convirtió en la Organización Mundial del Comercio), que ahora son pilares fundamentales del sistema de gobernanza mundial.
 
Fue necesaria una crisis tan profunda como la Segunda Guerra Mundial para imaginar un futuro para el siglo XX y crear instituciones para lograr esta visión positiva.

En el Reino Unido, el Informe Beveridge de 1942 describió una guerra contra los ‘5 gigantes‘: la necesidad, la enfermedad, la ignorancia, la miseria y la ociosidad. Esta fue la base del moderno Estado de Bienestar que se centró en el Servicio Nacional de Salud, Educación Integral, Seguridad Social, Beneficios de Desempleo, Esfuerzos de Construcción de Viviendas Nacionales. Esto fue replicado en muchos países alrededor del mundo.

Un momento revolucionario en la historia del mundo es un momento de revoluciones, no de parches’. Sir William Beveridge. 1942.

Cinco desafíos exponenciales para el siglo XXI

Al entrar en la tercera década del siglo XXI, el mundo se enfrenta a no más pequeños gigantes que los cinco desafíos globales que definirán los próximos 80 años debido a la naturaleza de su crecimiento exponencial, y los puntos de inflexión hacia los que empujarán a nuestro planeta.

1.- Prosperidad y futuro del trabajo
 
El capitalismo y el trabajo serán radicalmente diferentes a finales de siglo, y acelerados por la crisis de Covid19.

Los actuales patrones de consumo no soportarán los 3.000 millones de hogares adicionales de clase media que surgirán en las próximas dos décadas, manteniéndose dentro de los límites de los recursos de nuestro planeta.

Algunas industrias tendrán que cerrar o reconvertirse, como las de combustibles fósiles plásticos de un solo uso. Al mismo tiempo, surgirán nuevas e innovadoras industrias en torno al espacio, la biología sintética y el transporte autónomo, tanto de personas, como de mercancías, entre otras.

Nuevas herramientas radicales redefinirán el futuro del trabajo, con más teletrabajotrabajo flexibleequipos distribuidosinteligencia artificialrealidad virtual y mixta.

Se necesitará un nuevo liderazgo para este mundo, que también deberá ser más equilibrado en cuanto al género, representativo de otras minorías, y asegurar resultados económicos más equitativos que beneficien a toda la sociedad. 

2.- Sostenibilidad y medioambiente

Nadie puede negar que el planeta está al límite.

En cuanto al cambio climático, ya hemos superado las 350 partes por millón que equilibran nuestra atmósfera y evita un punto de inflexión irreversible. El cambio climático es sólo uno de los grandes desafíos ambientales que empujan al planeta más allá de los niveles de funcionamiento seguro.

La extinción masiva de la biodiversidad, la inminente crisis de escasez de agua, la contaminación del aire, la acidificación de los océanos, son algunos de los otros grandes desafíos que deben ser revertidos radicalmente.

Estos están íntimamente ligados a nuestro actual sistema de toma de decisiones económicas, financieras y políticas. Es necesario establecer nuevas y audaces instituciones para reemplazar las que actualmente son ineficaces y establecer un nuevo rumbo para nuestro planeta.

3.- Salud y bienestar

Estamos en medio de una revolución médica, que se ha acelerado con el coronavirus.

Las nuevas tecnologías han mejorado nuestra comprensión de la enfermedad, la salud, la felicidad y la sociedad, con avances como la inteligencia artificial, más opciones de tratamiento, y una mayor comprensión de la salud mental (o nuevas opciones de entrenamiento cerebral), todo ello forma parte de un nuevo y audaz futuro de bienestar.

Las enfermedades infecciosas ocupan un lugar destacado en nuestras mentes hoy en día, pero la tecnología está permitiendo nuevas formas radicales de abordar enfermedades crónicas como el cáncer.

Los avances en la biotecnología y la medicina personalizada significarán nuevos desafíos de gobernanza para el siglo XXI a fin de garantizar el acceso equitativo para todos, la medicina personalizada y mantener manejables los presupuestos del sistema de salud.

Los Gobiernos están nombrando Ministros de la Felicidad, ya que éste es un objetivo cada vez más importante para los ciudadanos de todo el mundo.  

3.- Futuro de la educación

Nuestros sistemas educativos han sido un producto de los sistemas económicos e industriales de la era victoriana, con muchos esfuerzos de reforma en los últimos 20 años.

Sin embargo, una mayor comprensión de cómo funcionan nuestros cerebros, un mundo de aprendizaje continuo y un futuro en el que las nuevas industrias definidas por tecnologías como la Inteligencia Artificial, significarán que se valorarán habilidades diferentes a las que se enseñan actualmente en las escuelas.

Se necesita un replanteamiento radical de la educación, y la crisis de COVID-19 está acelerando el debate en torno a los métodos de enseñanza fuera del aula, los nuevos métodos de examen y el propósito de la educación.

4.- Futuro de la gobernanza

Hay que replantearse las instituciones que definen la gobernanza, tanto de los países como los organismos internacionales.

La confianza en los partidos políticos está en su punto más bajo de todos los tiempos debido a los desafíos de las fake news, los crecientes índices de corrupción y los procesos opacos de toma de decisiones en muchas instituciones.

De hecho, no hay más que ver lo que estamos viviendo en nuestro país, en las que escudándose en el coronavirus se ocultan informaciones que luego aparecen en el BOE, la información que se da es sesgada y se filtran las preguntas que los medios pueden hacer.Craso error, o parte de un plan, ya que una sociedad demócrata, abierta y madura no ha de temer a la verdad. Sólo censuran sociedades anticuadas, intervenidas y autoritarias.

Y no vale la excusa de que es ‘por el bien común’ ya que, como decía luego aparecen las sorpresas en el BOE, limitando libertades, legislando a su favor… o haciendo algún favor, y abusando de su posición.

Y es que cuando crees que tu verdad es la buena y en los que no piensan como tú sólo ves lo malo, nace el sectarismo.

Si no hay rendición de cuentas, ni transparencia, ni existe control parlamentario o judicial… adiós democracia. Pero que tengan cuidado, ya que la influencia de las multitudes, la mejora de los datos, los sistemas descentralizados, los algoritmos, el trabajo a distancia, podría significar que las nuevas herramientas podrían reorganizar radicalmente los sistemas que rigen los servicios públicos como los derechos humanos, la gestión de los recursos naturales o la seguridad en un mundo digital.

5.- Organizaciones Exponenciales

Las instituciones del siglo XX fueron construidas con herramientas lineales, estructuras de arriba abajo, reuniones impulsadas por powerpoint, grandes sedes de oficinas centralizadas. ¿Son estas realmente las instituciones a las que queremos volver, cuando el mundo exige mayor agilidad, capacidad de respuesta y flexibilidad en un mundo cada vez más complejo?
 
El siglo XXI será definido por instituciones radicalmente nuevas, que trabajen tanto para nuestras mentes como para nuestros corazones. Por ejemplo, ¿por qué no podemos usar la Inteligencia Artificial que usa imágenes de satélite e identifica individualmente a los que contaminan para luego emitir multas automáticas?

La Realidad Aumentada, Virtual y Mixta, los algoritmos y la sabiduría de las multitudes son todas las tecnologías que necesitan definir las instituciones que darán forma al siglo XXI. También existe la necesidad de aumentar radicalmente el alcance de las instituciones ‘compasivas’ que pueden demostrar una mayor confianza y empatía con los ciudadanos de todo el mundo.

Este tipo de organizaciones fueron nombradas ‘Organizaciones exponenciales‘ por Salim Ismail. Así como nuestros desafíos actuales, como el Covid19 se han propagado de manera exponencial, necesitamos organizaciones exponenciales, no lineales, que puedan escalar rápidamente para satisfacer estas nuevas demandas.
 
El mundo tiene dos opciones: o un futuro de Mad Max o un futuro de Star Trek. ¿qué camino deberíamos tomar?’. Salim Ismail.
 
Las organizaciones que no puedan avanzar con los tiempos quedarán atrás, como reliquias del pasado, como la Liga de las Naciones, el Patrón Oro, la Compañía Comercial de las Indias Orientales y otras instituciones otrora icónicas que no avanzaron con cada revolución industrial.

¿Una nueva cumbre de Bretton Woods para el siglo XXI?

En la profundidad de la Segunda Guerra Mundial, los mejores pensadores de la época se reunieron en la ciudad estadounidense de Bretton Woods en New Hampshire, para definir las instituciones que se conocieron como el FMI y el Banco Mundial. Fue un momento de renacimiento con el telón de fondo de los horrores de la guerra.

La Cumbre de Bretton Woods de la época discutió la naturaleza de la recuperación, reconciliación y reconstrucción de la posguerra.

En un momento en el que los líderes mundiales anunciarán paquetes de estímulo multimillonarios para mantener a los trabajadores, salvar a las empresas y decidir qué sectores sobreviven y cuáles cierran, existe la oportunidad de hacer una pausa y pensar en el futuro.

Tener una estrella polar ética e inclusiva a la que apuntar, puede ayudar a dar forma a la naturaleza de este paquete de estímulo económico. Por ejemplo, asegurar que haya objetivos vinculantes de bajas emisiones de carbono como uno de los requisitos básicos para recibir ayudas públicas.

Dada la conciencia colectiva que está despertando esta crisis en todo el mundo y los desafíos que nos esperan en los próximos años, ¿es necesario convocar una conferencia similar para el siglo XXI? ¿Y redactar una Constitución Mundial? Una que sea más inclusiva, más equilibrada en cuanto a género, más reflexiva con el ‘sur global’ y con las necesidades de todos los grupos de edad y de la sociedad. Esencialmente un ‘exoesqueleto‘ para que las instituciones mundiales les ayuden a funcionar más eficazmente en el siglo venidero.

Como corresponde a los tiempos, la única manera de lograr tal Cumbre durante la pandemia de sería hacerlo virtualmente. Eso en sí mismo podría definir la forma en que estas nuevas instituciones tendrán que funcionar a partir de ahora.

Artículo escrito por José Luis Casal

Experto en modelos de negocio digitales

1 Comentario

  1. Renata

    Trump no está de acuerdo.

    Responder

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