Líderes locales (que no políticos)

14 junio 2018

fue el Secretario de Ayuntamiento que no miró hacia otro lado ante aquel expediente que desprendía el hedor de la corrupción (…).

Así relataba Pedro Sánchez, Presidente del Gobierno, en su discurso de moción de censura, la honradez de unos funcionarios que a menudo o están en la sombra, bien porque no se conoce su figura o están apartados, porque son funcionarios incómodos cuando tienen que realizar un informe no favorable.

Me parece un buen comienzo de legislatura. Durante décadas, los Funcionarios de Habilitación Nacional ha sido considerados injustamente como los “obstaculizadores” de la Administración Local. Aquellos que, cuál Quijotes, tienen que lidiar a menudo con un personal que los mira de reojo y con políticos que los tratan con desconfianza.

En vez de ser reconocidos por expertos en materia local, se ha creado durante mucho tiempo la imagen de controladores en exceso e inflexibles en sus informes jurídicos.

¿Hacia dónde debe ir una nueva regulación de estos Funcionarios de Habilitación Nacional? Debería pasar por garantizar de una vez por todas la independencia de los mismos. Es curioso que sea el propio Ayuntamiento el que (dentro de los tipos de niveles establecidos por Ley), decida el sueldo de los Habilitados, como es indignante que Alcaldes hayan tenido facultad para haber suspendido de empleo y sueldo a varios de estos funcionarios durante años.

Algo falla. Y el legislador debería resolverlo.

¿Quo Vadis, Secretarios, Interventores y Tesoreros? De momento, siguen bajo el limbo de una regulación arcaica modificada, que no ha llegado a regular adecuadamente las funciones (y derechos) de los mismos.

Partiría del hecho de una mayor atribución de funciones de liderazgo, funciones directivas como expertos que son de lo local. Y una reducción de las cargas administrativas, ya que a menudo se les dota de funciones que claramente exceden de lo que debería ser su cometido.

Sería interesante considerar que los líderes de este siglo son a la vez los garantes de una legalidad establecida para todos los ciudadanos: para crear confianza en la organización (Ayuntamientos por ejemplo, pero pueden ser las discutidas Diputaciones también) y la armonización de las facultades técnicas con las habilidades de dirección.

¿Son estos los líderes de la nueva era? ¿Deberían serlo? ¿Alcanzaría la Administración Local una excelencia de la que ahora mismo carece? ¿Las funciones gerenciales deben ser las que rijan el nuevo destino de lo local? Me parece que alguien que está preparado para ejercer unas funciones tan importantes, como velar por la legalidad,  es un líder creíble.

Stephen Covey en su libro “Liderazgo centrado en principios” lo dejó claro. Los Secretarios de Ayuntamiento, Interventores y Tesoreros están en continua formación, asisten a cursos, son servidores de lo público, crean continuas sinergias.

Añadamos valor a lo local. Al escalón más próximo al ciudadano. Valoremos a los líderes que están ahora, cuál caballeros en un combate medieval, luchando a menudo por defender la norma y convirtamos la Administración Local en una organización creíble, estable y con capacidad real de incidir en el bienestar público.

Artículo escrito por Natalia Díaz Santín

Consejera Oficina de la OIT para España

3 Comentarios

  1. libreoyente

    No olvidemos tampoco el papel de los Letrados Consistoriales.

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  2. José luis

    Particularmente para mi son pies y manos de los alcaldes que son elegidos por su pueblo sin tener mi idea de cómo.funciona la administración y lo digo con conocimiento de causa.

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  3. Alba Díaz

    Estoy opositando a SIAL y es muy desalentador leer este tipo de cosas, aunque muy ciertas. En mi opinión, hay que hacer algo más que escribir en blogs. Me llama la atención, como mencionas en otro escrito tuyo, que si buscas información sobre la oposición lo que encuentras son escritos pusilánimes; ni rastro, sin embargo, de una huelga (a excepción de Aragón, que parece que no solo su junta consultiva de contratación acostumbra a hacer lo propio).
    Si tanto malestar se centrase en buscar una solución en vez de regocijarse en el problema, nos iría mejor. Y si el hecho de ser un cuerpo ya formado por más de 6000 personas trabajando no tiene tirón electoral, igual 2000 de esas paralizando la administración local, sí.

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