La educación contra discurso del odio: 4 motivos por los que una persona se radicaliza

19 julio 2019

Son muchos los factores que intervienen en la radicalización de una persona. Cuando hablamos de radicalización nos referimos a cualquier sector o ámbito. Podemos pensar en un fanatismo religioso, deportivo, político o de cualquier tipo, a menudo en paralelo con un cariz violento.

Allí donde se pierde la racionalidad y la capacidad para enjuiciar las cosas desde un punto de vista lógico podemos hablar de radicalización. Es uno de los mayores retos que deben afrontar las democracias modernas.

¿Cuáles son algunos motivos principales para la radicalización de una persona?

1.- Uno de lo principales motivos por los que alguien puede llegar a radicalizarse, —a veces en un corto espacio de tiempo— es el tipo de amistades con las que convive, especialmente durante la adolescencia.

A menudo el fanático lo es porque lo ha vivido y se ha impregnado en un entorno. Crece creyendo en algo que implica estar en contra de otros. Los propios valores intrínsecos donde alguien se desarrolla hacen a menudo creer que sólo ellos tienen la verdad absoluta. Y ese valor absoluto de lo que se cree está por encima de cualquier raciocinio.

2.- Otro motivo es la inseguridad desde el punto de vista emocional.

Normalmente la base psicológica (con matices) relaciona las personalidades más débiles con el radicalismo.

La autopercepción de inferioridad fomenta que las personas quieran formar parte de un grupo. Y ahí pescan los grupos captadores que acuden a este tipo de personalidades frágiles donde se les presenta una idea básica sin intención de pensamiento crítico.

3.- Una persona también se puede radicalizar por la falta de sentimiento de comunidad.

La existencia de suburbios en las ciudades favorece la percepción de no sentirse parte de la sociedad: a menudo ocurre con personas con escasos recursos económicos —inmigrantes, o en general personas desfavorecidas por cuestiones sociales, una distinta religión, forma de vestir, idioma, marginación…—. Se encuentran excluidas del lugar donde viven y sienten que no son parte de ‘eso de ahí fuera’ o que la sociedad no los tiene bajo consideración.

4.- Otro de los factores más importantes a la hora de que una persona se llegue radicalizar está en las redes sociales. El anonimato es el lugar común de verdaderos delincuentes, fanáticos y radicales.

En el año 2013 el Consejo de Europa comenzó una campaña llamada «No Hate Speech» en contra de la radicalización y acciones violentas en las redes. Desde España se lanzó la campaña en primer lugar, seguida por casi todos los países europeos. No debemos olvidar que a través de las redes sociales se cometen delitos diariamente, y que la aparente impunidad que da el anonimato no es tal. Nos referimos a la ciberdelincuencia y radicalización a través de las redes sociales.

No es casual que el 22 de julio sea el Día Europeo de las Víctimas de Delitos de Odio. Ese día de 2011 un fanático fundamentalista contrario al multiculturalismo acabó con la vida en Oslo y Utoya de 77 personas, la mayoría jóvenes que pasaban unos días en la isla a 20 kilómetros de la capital noruega en un campamento juvenil del Partido Laborista.

La educación en valores, ¿para cuándo?

Cuando hablamos de prevención de la radicalización o actitudes violentas debemos partir de la base que rige todo Estado democrático: la educación.

La formación y en concreto la formación en los Derechos Humanos debe ser el eslabón principal en la prevención del fanatismo.

Para evitar el discurso de odio —que supone la forma más directa de atacar al contrario— deben adoptarse medidas por parte de las Administraciones, y no solo punitivas, sino estructurales.

La forma más extendida de discurso de odio es a través de las redes sociales hoy en día.  Al mismo tiempo las redes sociales son el foco ideal para la captación de nuevos fanáticos o extremistas.

La educación en valores debe ser uno de los pilares sobre el que se estructuren las distintas ramas de conocimiento. No son pocos los colegios que ya introducen en el curriculum la inteligencia emocional; y no me refiero a clases de meditación u otras que resten tiempo a asignaturas troncales, sino a aquellas que verdaderamente se esfuerzan por el trabajo de la empatía, la solidaridad y la integración.

A nivel gubernamental, por el Ministerio de Interior se aprobó el PEN-LCRV, Plan Estratégico Nacional de Lucha contra la radicalización violenta  y la Unión Europea puso en marcha la Red Europea de Prevención de la Radicalización.

La lucha contra la radicalización es uno de los desafíos de las actuales sociedades. Los Gobiernos deben hacer una labor concienzuda desde la Educación. Los radicales no nacen, se hacen.

Al hilo de los distintos seminarios e intercambio de expertos, en junio asistí a uno en Túnez: «New Perspectives against Radicalization» ( 24 a 28 junio) , y cuando nos encontrábamos escuchando una de las ponencias en un Centro de Juventud, se produjeron dos atentados terroristas a dos calles de la sala donde nos hallábamos.

El extremismo nos puede encontrar allí donde estemos, sin mirarnos a la cara, y de la manera más absurda: en un seminario para prevenirlo.

Nota: El 19 de julio se estrena la película del Director Erick Poppe «Utoya 22 de julio»

Natalia Diaz Santín

Artículo escrito por Natalia Díaz Santín

Consejera Oficina de la OIT para España

16 Comentarios

  1. Cristina

    Cuánta razón, Natalia. Y más con los tiempos que corren. Comparto en Redes aunque desde mi experiencia hay mucho padre de adolescente que prefiere mirar a otro lado y seguir pensando que vive con un Ángel, aunque ya se haya convertido en un demonio

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  2. Clara

    Muy cierto, las instituciones deben incidir en la educación de la sociedad y nosotros como padres, también tenemos ese deber con nuestros hijos. Muy buen artículo Natalia.

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  3. AnaB

    El problema en cuestión de educación está en que debe producirse a nivel internacional y no todos los gobiernos están de acuerdo en esos valores en los que educar, y menos aún en cuestiones de inteligencia emocional. Ello conlleva que con los flujos actuales de personas entre diferentes países, sociedades y culturas es complicado conseguir eliminar la radicalización, sea del tipo q sea.

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  4. Ana

    Muy buen articulo. La verdad que yo no sabía todos esos motivos por los cuales se pueda llegar a radicalizar una persona. Desde luego que estaremos más atentos para impedirlo. Una buena educación es la manera más eficaz de luchar contra ella. Somos los padres los más implicados en que los niños y adolescentes se hagan cargo del terrible problema que supone y podamos ponerle freno.
    Enhorabuena por tu articulo Natalia.

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  5. Maria Lillo

    Se está creando una generación de jóvenes que lo que más le importa es tener “likes” o “me gusta” en las redes sociales, y si esto no funciona y se sienten fuera del grupo, buscan otras alternativas, y por desgracia encuentran en la radicalización una vía de escape. Manadas, violencia de género, bullying, son palabras que se han instalado en nuestro día a día sin que tengamos consciencia del detrimento en valores que está sufriendo nuestra sociedad. Enhorabuena Natalia.

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  6. Carmen

    Parece un gran contrasentido vivir en un mundo globalizado, con acceso a casi cualquier tipo de información, y asistir impotentes al abandono de unos valores sociales mínimos para la convivencia que fomentan, obviamente, esa radicalización.

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  7. Ignacio

    Buen artículo Natalia. Aparte de muy oportuno en el momento actual. Amplia perspectiva y riguroso.

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  8. Cristina Velasco.

    Muy buena reflexión sobre la radicalización. Personalmente creo que la base es la educación. Desde las aulas y desde el núcleo familiar tenemos una gran responsabilidad con nuestros hijos para educarlos en la empatía. Esa es la clave.

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  9. Dani

    Natalia, me encanta lo que escribes y como lo escribes.
    Gracias!

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  10. Olga

    Me ha gustado mucho tu artículo, estoy totalmente de acuerdo, la educación, entendida como elemento informador de la formación y el desarrollo del individuo, es la única posibilidad de supervivencia del cuerpo social. Así entendida, la educación se convierte en el presupuesto de la honradez . Un sistema honrado, es un sistema justo en lo esencial, no complaciente, pero si justo, y para los individuos que componen el cuerpo social, la justicia es sinónimo de esperanza. Se puede trabajar por conseguir mejorar un sistema que en términos generales es justo aunque no sea inmediatamente beneficioso para el individuo (aquí está la idea de pertenencia al grupo de que hablas). Al Ser humano le gusta mas dar que recibir, -es mas gratificante ser donante que mendigo -, y en esto creo que radica la prosperidad del grupo, de los pueblos…, pero esto sólo funciona si el sistema es honrado, si el valor de la justicia, se da en todos los ámbitos, en todos los quehaceres, si no hay fisuras porque nada es pequeño, todo es importante.
    Uno no necesita tener razón por encima de los demás, si hay un equilibrio en el entorno. Uno no necesita odiar a nadie, si el entorno le brinda oportunidades….
    La perdida de fe, la constatación de que todo vale, de que el mundo es de unos pocos, de que hay caminos cortos para lograr metas, la constatación de que hay cosas y personas grandes y otras pequeñas, …. todo eso es el caldo de cultivo del frustrado, del desarraigado, del prepotente, del manipulador….. todo eso hará de la vida en el mundo, un corral de animales salvajes desesperados por huir matando, hacia un lugar…. que no existe.

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  11. Soledad Gambín

    Muy buen análisis de los factores de la actual radicalización de la sociedad. Los factores psicológicos de inseguridad personal unidos a la carencia de educación en valores es fundamental para alimentar el odio. A todo ello se le añade la falta de juicio crítico que poco a poco va desapareciendo por la escasa atencion que actualmente se le presta a la filosofía; es básico educar a saber pensar.
    Enhorabuena por tus palabras Natalia.

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  12. Laura Silva

    Me parece que has dado en el clavo. El no sentirse parte de algo, es decir pertenecer a tu grupo, comunidad …. Y el consecuente rechazo del otro , es como un pez que se muerde la cola…. Para ello lo único que podemos hacer es educar. Gracias Natalia

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  13. Daniel Digón S.

    Gran artículo tanto por contenido como por redacción. Siempre es un placer leer a Natalia Díaz Santín.

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  14. Mariluz

    Muy interesante el tema de radicalización, tenemos la responsabilidad familiar de inculcar los valores, y cultura familiar, respeto y educación hacia las demas personas

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  15. Mariluz

    Buen contenido, no debemos olvidar inculcar los valores, costumbres y educación hacia las demás personas.

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  16. Guillermo López Lluch

    Excelente columna de Natalia. El radicalismo hay que atajarlo desde la base, evitando que nazca y crezca. Hay que detectar las causas y evitarlas para que no se fragüe.

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