A España le faltan proteínas ¡literalmente!

21 enero 2014

Comunidades Autónomas como Cataluña, Andalucía y Canarias han denunciado que los menores en edad escolar dependen de la alimentación que se les provee en el centro escolar y han lanzado iniciativas de ayuda. Como en otros casos la disparidad entre regiones es fuerte y la disposición de recursos variopinta. ¿Volveremos a ver una generación de «garbancitos» [dícese del habitante de Castilla de estatura llamativamente recortada que durante la posguerra se alimentó básicamente de legumbres] o se ha exagerado la situación para sacar rédito político? Aunque las consecuencias podrán analizarse en profundidad con los datos de peso y talla infantiles en un futuro buceamos en algunas estadísticas para intentar sacar a la luz la verdad que las estadísticas enseñan, ocultan y maquillan.

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El INE 

Entre las estadísticas que publica el Instituto Nacional de Estadística y que luego agrega juntos con otros países Eurostat, el pasado 20 de noviembre presentó los datos provisionales de la Encuesta de Calidad de Vida 2013 (referida a datos de 2012). En esta encuesta encontramos información sobre el umbral de pobreza que se fija en el 60% de la mediana de los ingresos por unidad de consumo. Ésta última se fija en 7.040 € por persona y 14.784 € para un hogar con dos adultos y dos niños.  Sin saber de estadísticas ni mirar el INE, el españolito de a pié tiene claro que hay más pobreza. Pues bien, la paradoja es que los resultados de esta encuesta nos dicen que hay menos, pero es porque el umbral se ha contraído un 2% para el dato individual o por persona, y si comparamos con 2009 ha disminuido un 9,6%. ¿Parece que estamos haciendo trampas al solitario?, bueno la encuesta pretende medir la pobreza relativa o el extremo inferior de la distribución, que en 2013 nos dice que el 21,6% de la población está en riesgo de estar en una situación de pobreza (frente al 22.2% el año anterior). Cabe destacar que son los mayores de 65 años los que provocan la mayor caída de la tasa, vamos que los pensionistas son los que mejoran su situación relativa respecto al resto de la población o son relativamente menos pobres.

La tasa de riesgo de pobreza para los menores de 16 años, incluso siendo una medida relativa, ha pasado de representar un 25,5% en 2007 al 28,9% en 2012.

Si nos vamos a otros indicadores más claros sobre la situación de la población, el 16.9% de los hogares españoles manifiestan llegar a fin de mes con «mucha dificultad» lo que supone un 3,4% más que el año anterior y el dato más elevado desde 2007. Al bucear en los datos por regiones en cuanto a la gran dificultad para llegar a fin de mes, es cuando encontramos porcentajes tan espeluznantes como los de La Región de Murcia (24,8%), Andalucía (23,4%) y Extremadura (20,9%).

Según el informe de Unicef  «Infancia en España: el impacto de la crisis en los niños», son el colectivo más vulnerable con 2,2 millones de niños en riesgo de pobreza. Además, la tasa de pobreza infantil en España es una de las más altas de los países industrializados, sólo superada por Letonia, Estados Unidos y Rumanía según otro informe de la ONG.

Malnutrición

A la tasa de riesgo de pobreza calculada por INE, la Unión Europea añade las situaciones de carencia material severa y baja intensidad en el empleo para calcular el indicador AROPE que resulta en un 28% de la población española en situación de riesgo de pobreza y exclusión social. Al comprobar en las cuestiones de carencia material sólo un 2,6% de la población reconoce no poder comer una comida proteica (carne, pollo o pescado) cada dos días.

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Lo que la media esconde, como siempre, son datos muy dispares donde llama la atención que en Baleares (7,5%), Canarias (5,3%)  porcentajes más abultados de la población no llegue a comer carne, pollo o pescado cada dos días. También es interesante analizar la tendencia creciente de ausencia proteínica en muchas regiones españolas. Merece la pena reseñar que Andalucía (2,6%) y Cataluña (3,3%),  dos de las Comunidades Autónomas donde se ha planteado el problema de la alimentación infantil, los datos no sean tan alejados de la media nacional y que hayan disminuido de forma muy notable respecto al ejercicio anterior lo que da poca credibilidad al dato anual 2012 (que no es definitivo).

 Malnutrición infantil

Es muy difícil aportar datos sobre malnutrición infantil ya que la mayoría de estudios pediátricos se refieren al problema de la obesidad. Hay que destacar que la escasez de recursos acentúa los dos extremos  en cuanto a masa corporal, ya que la comida basura es más asequible que una dieta equilibrada y variada. La falta de información veraz es precisamente la que alimenta el uso político sobre un problema que genera tanta sensibilidad.

La Encuesta Nacional de Salud, que también publica el INE, no permite comparar datos de índice de masa corporal 2011-2012 con los de 2006, ya que agrupa bajopeso y normopeso en su edición de 2006. Tampoco es comparable la valoración de la relación entre peso y estatura por ser los cortes de edad diferentes.

Si buscamos datos sobre malnutrición infantil encontramos el informe que emitió el Sindic de Greuges (defensor del pueblo en Cataluña) que recopila datos concretos sobre malnutrición, algunos de los cuales proceden de las estadísticas ya comentadas, y que se publicó el pasado mes de agosto. Entre los indicadores que recoge para menores de siete años, la tasa de riesgo de pobreza alcanza el 28% y la privación en alimentación el 3,9% del grupo de edad analizado. Dicho informe añade que el momento en que el número de menores con necesidad de recibir apoyo está aumentado las partidas presupuestarias de ayudas al comedor se han recortado, en algunos de los municipios el ratio de cobertura de becas para comedor apenas alcanza el 60% de las solicitudes.

Algunas iniciativas

Canarias y Andalucía han puesto en marcha iniciativas como ofrecer comidas gratis en verano para 8.000 menores, en el caso de la primera, o garantizar a los estudiantes más desfavorecidos tres comidas gratuitas al día, en el caso andaluz. Cataluña está estudiando qué hacer ante los reiterados gritos de alerta de entidades y centros escolares. La ciudad de Barcelona sí ha reforzado sus ayudas sociales tras detectar 2.865 niños con carencias en la alimentación.

Cruz Roja puso en marcha en 2012 el programa «Ahora más que nunca» para atender las consecuencias de la crisis que, según señala, los niños sufren las consecuencias del elevado numero de desempleados de larga duración. Otra ONG llamada Educo también denuncia las carencias alimentarias y ayuda a los escolares, y recientemente ha lanzado una campaña publicitaria de alto impacto sobre un bocadillo de relleno imaginario.

Conclusiones

Aunque los políticos traten de desvirtuar las estadísticas a su favor en uno y otro sentido, todo parece indicar que hay regiones españolas donde el grado de pobreza y carencia material está llegando a afectar a los menores. Entre estas regiones destacan Baleares y Canarias en cuanto a carencia para comer proteinas de forma regular para toda la población, aunque  los signos políticos resultan en que Baleares y Canarias no sean de las comunidades que esté generando mayor alarma social con este problema. La tendencia de aumento de la pobreza choca frontalmente con los recortes en sanidad y educación. Aunque este problema se detecte desde el ámbito educativo y trate de solventarse en el mismo, la administración central debiera implicarse  ya que trasciende dicho ámbito para llegar al puramente social. Una vez más, destacar que se han llevado a cabo recortes en servicios básicos como educación y sanidad pero está pendiente la reforma de las administraciones públicas que redundaría en una mejora de la eficiencia en la aplicación de recursos.

Artículo escrito por Mercedes Storch

Head Of International Relations at AXIS Participaciones Empresariales SGEIC SA

2 Comentarios

  1. Harry Beda

    Es muy importante garantizar la seguridad alimentaria en los jóvenes. Los programas que adelante el Estado son útiles y esperemos que tengan los resultados esperados

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  2. Mercedes Storch

    Gracias por tu comentario Harry, de acuerdo en que el Estado debe reaccionar para garantizar la alimentación de los menores y que los programas que ponga en marcha serán bienvenidos. La mayor sensibilidad por ahora parece de las CCAA que son las que han dado el primer paso.

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