Los ‘calientasillas’ en tiempos de teletrabajo

3 junio 2020

Existe un tipo muy famoso de jefes que lo deben de estar pasando muy mal en estos tiempos de pandemia. Esos jefes que disfrutan mirando a su alrededor viendo cómo sus empleados están mirando el reloj y mirando hacia ellos esperando que den el primer paso para poder salir del trabajo. 

Esos que adoran las 8 horas de trabajo, que controlan cada segundo en el que sus empleados se han levantado al baño, a comer, a fumar, y que aplauden la nueva ley de los fichajes contentos de por fin saber cuánto tiempo real emplea cada uno de sus subordinados en estar delante de su ordenador porque siguen confundiendo eso con trabajar. 

A su vez, existe una clase de trabajadores, que viven pendientes de la hora de salida de su jefe, viven pendientes de la pantalla del ordenador, pasando de una a otra, minimizando en cuanto su jefe se levanta de la silla y se pone a pasear entre los escritorios viendo como muchos mueven el ratón ocultando pantalla tras pantalla hasta llegar al word, excel, o power point que se supone tienen delante y que están preparando.

A esta clase de trabajadores que agotan sus 8 horas de trabajo diarias sentados en sus lugares de trabajo, muchos de ellos infravalorados, algunos otros sobrevalorados y casi todos ellos desmotivados, se les denomina desde hace ya muchos años “calientasillas” (o quizá solo soy yo, no lo sé).

Analizando la situación de ver quién es el culpable de todo esto podríamos entrar en mucha controversia, ¿es el jefe?, ¿es el empleado?, o simplemente ¿es el sistema que nos dice que debemos de trabajar si o si 40 hora semanales y de forma normalmente continuada?

Horarios de 8 a 1 y de 2 a 5, como si el mundo a día de hoy se pareciese en algo al mundo hace 50 años, como si el mundo de Don Draper con su bar en el despacho, su sofá y sus secretarias siempre perfectas y felices tuviese alguna similitud con el mundo de Elon Musk, Mark Zuckerberg o Bill Gates.

No es momento de buscar culpables (no estamos para perder el tiempo) es momento de una evolución razonable hacia un mundo donde los trabajadores tengan total autonomía dentro de las empresas, donde el trabajo se base en la eficiencia, en la confianza y sobre todo en los objetivos. Objetivos departamentales vinculados a objetivos grupales y estos a su vez vinculados al éxito de la empresa.

¿Cómo es posible que a día de hoy sigamos manteniendo en las empresas horarios fijos y continuados? ¿Como es posible que en plena revolución tecnológica y de globalización sigamos manteniendo horarios propios de cada país con personas sentadas uno al lado de la otra sin poder moverse, teniendo que fichar para controlar cuando entran y salen y sin poder conciliar en la mayoría de los casos? No estoy hablando de España, no es cosa de que, como siempre solemos pensar,  “Spain is different”, no es que no seamos modernos nosotros.

Estoy hablando de que da igual donde estés, la ciudad, el país o el continente donde estés trabajando (y os lo digo yo que he trabajado con empresas de los 5 continentes) en la gran mayoría de los casos, salvo excepciones muy contadas, se sigue trabajando de la misma forma.

En los últimos meses algo ha cambiado, este terrible covid-19 ha puesto el mundo entero patas arriba, desde el pueblecito más remoto de Australia hasta las grandes metrópolis de la Tierra.  Ha puesto patas arriba la forma de relacionarnos, de comunicarnos,  de entender el mundo laboral y la conciliación. De pronto el jefe controlador y el empleado “calientasillas” se han dado un voto de confianza, los dos han cruzado los dedos, cerrado los ojos y dicho algo así como…que sea lo que tenga que ser. 

Al principio el jefe llamaba todos los días y el empleado se mantenía en su sitio habitual en el horario habitual. Pasadas las semanas el jefe ha llamado menos, y el empleado se ha levantado a hacer de profesor de sus hijos, a abrir al repartidor de Amazon, a hacer la compra, y después se ha vuelto a sentar a atender a clientes y proveedores.  La sorpresa para ambos es que no ha pasado nada. 

El jefe obligado por las circunstancias con el rifle del coronavirus apuntando a la cabeza, se ha esforzado por marcar unos objetivos claros y dotar de autonomía a su subordinado y a su vez este último ha entendido que no pasa nada por levantarse, por atender en el horario que tenga que ser a sus niños huérfanos de cole y se ha dado cuenta que cuando se sentaba tenía que cumplir con los objetivos marcados, da igual que fuesen las 6 de la mañana, las 10 o las 8 de la tarde. Se había quedado sin referentes a los que mirar, sus compañeros no estaban tampoco, su jefe no tenía el despacho al lado, ni paseaba alrededor, las horas que pasaba de más mirando pantallas que después minimizaba a la carrera ahora no son necesarias y las puede ocupar en temas más productivos, y para su sorpresa de pronto trabaja algunos días más horas y algunos otros bastantes menos.

¿Habrá supuesto el covid-19 el fin de los “calientasillas”? ¿Veremos un mundo laboral más adaptado a las circunstancias, más flexible y conciliador?

No lo sé, pero de lo que estoy seguro es que el teletrabajo ha venido para quedarse, los horarios van a cambiar, la conciliación va a mejorar y los jefes y empleados “calientasillas” van a extinguirse atacados por el virus más letal de todos, el tiempo.  Bienvenidos por fin al siglo XXI.

 

Teo Conejero.

Artículo escrito por Teo Conejero

Ingeniero Eléctrico y MBA en Dirección de Marketing Estratégico por ESADE, CEO de KlK

13 Comentarios

  1. PersonaDelMundo

    No cambiara nada! ( por desgracia). Porque detras de esto hay otros motivos como poder, poder para controlarnos, para inferiorizar, etc… Todo para que algunos se sientan mejor y asi parecer especiales y no que han tenido mas suerte a la hora de encontrar trabajo, de entender a mas temprana edad como funciona el mundo y asi labrarse un futuro mejor. Por supuesto tambien unos politico ( esos que deben estar mas preparados y entender las necesidades del pueblo) que hagan unas leyes justas y acuerdo a los tiempos que vivimos….

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  2. Pablo

    Muy interesante y espero que la predicción se cumpla.

    Por otro lado, y por fomentar un uso correcto del lenguaje, he de decir que el nuevo fenómeno lingüístico del «queísmo» es tan negativo como el antiguo «dequeísmo». No tenga miedo de escribir «de que» cuando la situación lo requiera (como hace correctamente en varios lugares del texto).
    He de señalar, no obstante, que frases como: «se ha dado cuenta que cuando se sentaba […]» o «No lo sé, pero de lo que estoy seguro es que el teletrabajo ha venido para quedarse» también deben llevar un «de» delante del «que». Puesto que usted no se da cuenta algo o está seguro algo si no que se da cuenta DE algo y está seguro DE algo en ambas situaciones lo correcto es escribir de que.
    Un cordial saludo.

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  3. silver

    Gran artículo. Yo estoy en una situación similar, pero el resultado ha sido diferente.
    Somos una empresa de informática en la que la mayoría de empleados hacemos todo el trabajo con el ordenador y teléfono.
    Hemos teletrabajado hasta la fase 1 (con una webcam grabandonos todo el día). Los resultados de la empresa eran relativamente buenos a pesar de la situación, pero como no hemos conseguido superar los resultados del año pasado hemos vuelto todos a la oficina el primer día de la fase 1.
    El resultado es una desmotivación colectiva brutal y con los mejores de la empresa buscando alternativas para largarse.

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  4. Pablo B.

    Al final nada cambiará. Yo no sé como trabaja otra gente pero mi experiencia trabajando en consultoras y en multinacionales que es donde he desarrollado mi carrera profesional es siempre la misma. Trabajes en la oficina, en casa o en campo por el país o por el mundo, siempre trabajas con cola de trabajo. Es decir, siempre hay trabajo para 18-20 horas al día. Tú eliges cuál no se hace en el momento en que cierras el día. Pero trabajo siempre va a haber. cuando no es así es siempre por alguna situación transitoria de la que más te vale no informar si no quieres volver a la situación anterior. Eso pasará igualmente, pero tal vez te dure el desahogo un par de semanas o tres.
    Y si se te ocurre irte a tu hora todos los días, tranquilo que antes de que pase la semana tendrás alguna responsabilidad nueva…

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  5. JUSTAHUMAN

    Hola,

    Soy informático también y no entiendo el presencialismo especialmente en el sector IT, me parece de lo más absurdo. Dicho esto yo no esperaría a que cambien las empresas, que ya sabemos que hay otros intereses detrás para que sigamos calentando una silla en una oficina 8h y tenernos controlados hasta cuando vamos al baño, lo que hay que hacer es empezar a EXIGIR a las empresas que estas políticas cambien, pues no tienen sentido y se ha demostrado que el teletrabajo funciona. En general en el sector ya hay una falta de personal, si empezamos todos a exigir medidas de trabajo remoto y conciliación, tarde o temprano tendrán que ceder pues se arriesgan a no encontrar perfiles dispuestos a tanto presencialismo y a perder talento, como ya comentan por ahí que muchos ya están buscando alternativas mejores, que las hay! Yo mismo también estoy buscando ya otras alternativas de empresas que hagan al menos algunos días a la semana trabajo en remoto, que las hay que ya se han planteado este cambio, y me planteo incluso el 100%.

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  6. Ana

    Me parece un artículo muy básico, repite la misma idea multitud de veces de una manera superflua y simplista, sin aportar nada profundo, sólo superficialidad, con adornos de Primaria y errores en ciertas construcciones gramaticales. Me gusta Sintetia en general, así que por favor, a ver si cuidamos un poco el contenido. Espero que se interprete de manera constructiva mi crítica. Un saludo,

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  7. María

    El contenido de este artículo es repetitivo y tiene muchos fallos de redacción de no dominar la lengua. Por favor, tened cuidado con este tipo de cosas.

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  8. Doris Arenas

    Felicitaciones por el contenido, resulta muy oportuno en estos tiempos.
    Al pronunciarme sobre este tema, llego a revelar que de «pseudo métodos laborales» entiendo un poco… la solución SOLO pasa por amaestrar y encauzar a esos «fligidos» de jefes, donde el algo porcentaje de su trabajo consiste en cuestionar y «alborotar con sus pensamientos y muescas» a sus supuestos subordinados.
    Trabajar feliz es fácil, lo difícil es trabajar con jefes felices.
    Si te encuentras a un jefe FELIZ en tu camino, átalo, cómpralo, pégate a ÉL como si no existiera otro, disfruta cada momento porque como en los cuentos … todo tiene un FIN.

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  9. Unai como vosotros

    El resto del mundo menos nuestra amada españa evolucionará y avanzara tomando el teletrabajo como una ventaja. Aquí en la propia administración… En un Ayuntamiento, los Rasputínes están forzando a la incorporación en sede a personal que ha demostrado con creces la productividad teletrabajando… Y eso demuestra que a los que viven de la cosa política se les deja en evidencia con su ineptitud e incapacidad. no ha gustado y harán lo posible para saltarse la recomendación generada en el Estado de alarma para instaurar el teletrabajo. O el Gobierno pasa de la «recomendación» a la «obligatoriedad «, aunque sea en parte,… o nos quedaremos viendo la patética imagen del jeta trajeado dando la imagen de estafador de ancianos vestido con corbata.

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  10. José Luis

    Puff difícil. Mientras algunos jefes sigan con practicas d micromanagement, persistira. Mientras los objetivos no esten por encima del orgullo seguira. Mientras el cliente y entregar valor no este por encima del ego personal,…. to be continued

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  11. rponcel

    Di click para leer el artículo y en cuanto vi «jefes y empleados “calientasillas” van a extinguirse» perdí el interés. Eso no sucederá, el control de operación seguirá y seguirá, a pesar de trabajar remotamente en este tiempo varias empresas buscaron la forma de poder tener controlados a los empleados. Buscan ahora la manera de hacer regresar al empleado a la oficina lo más pronto posible e incluso rotarlos con la finalidad de tenerlos a todos en el algún momento ahí.

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  12. Isabel Prieto

    Totalmente de acuerdo.
    No comprendo con lo rápido que evoluciona todo, cómo es posible que los tiempos laborales de trabajo no se hayan llevado a revisión en tantos años.
    Pero ¡cuidadín!!!:
    Mientras el sistema educativo siga promoviendo _con el apoyo de los padres_ (que han apostado por la rentabilidad en su inversión en hijos) mentes competitivas en lugar de asociativas; ….
    Y, mientras la sobreprotección domine sobre la exigencia de responsabilidades, ….
    …, no va a ser fácil. Requiere una madurez de jefes y de empleados, que, ¿existe?.

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  13. Pelayo Campomanes Sánchez

    Sinceramente creo que no se esta abordando el tema en todo su ámbito, y parece que solo hay unos "malos", la empresa. Pensáis que todos los trabajadores a los que no se les obligue a tener un horario serán responsables y harán su trabajo?? Estarán todos los trabajadores dispuestas a trabajar por objetivos?? Como se define cual es la carga de trabajo que debe de tener un empleado para que el pueda planificarse??

    Eso por no hablar de que sigue habiendo muchísimos trabajos que requieren de estar presenciales en horarios para dar cobertura a clientes, resto de empresa,…

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