¿Indicadores equivocados para definir la política de innovación en Europa?

8 noviembre 2013

innovation-worldEl pasado mes de septiembre la Comisión Europea presentó un nuevo indicador sobre innovación. Este indicador denominado “Indicador de resultados de la innovación” pretende medir “hasta qué punto las ideas procedentes de sectores innovadores pueden plasmarse en el mercado, creando mejores empleos y promoviendo la competitividad de Europa”; y con los resultados obtenidos ayudar a los responsables a definir las políticas de innovación para establecer nuevas acciones o reforzar las existentes.

El nuevo “indicador de resultados de la innovación” se basa en cuatro componentes seleccionados por su “relevancia política”, la calidad de los datos (disponibilidad internacional y comparabilidad entre países) y la robustez de los resultados, siendo el primero el referido a  la innovación tecnológica, medido por el número de solicitudes de patente del Tratado de Cooperación PCT por mil millones de PIB.

Dado que se expone que es un indicador que pretende ayudar a definir las políticas de innovación y sus acciones, uno puede preguntarse si los resultados que arrojarán, sean adecuados o erróneos, puede dar lugar a la definición de políticas y acciones inadecuadas e incluso contraproducentes.

En el informe de referencia del indicador se publica un cuadro (véase Table 1 Country performance by indicador) con el resultado de los componentes y del indicador, para dos años consecutivos, en los diversos países de la Comisión Europea, Estados Unidos, Japón y Suiza:

 1.G

Para poder verificar cómo se habían calculado los datos se exponían en el documento de referencia, solicité a principios de octubre al departamento de prensa los datos utilizados para calcular el indicador. Al día siguiente la rápida respuesta fue: “Thanks for your request, which I will forward to our services responsible for this indicator. My understanding is that some of the data may be confidential, but I will ask them to give you what they can.” A la fecha de escribir este artículo no tenía respuesta sobre los datos (¿quizás no puedan por ser confidenciales o por otra razón?).

Como sea que los datos de patentes están disponibles en la red, tal y como se cita en el reciente informe de EAE-OBS titulado “El Sistema de Patentes 2013” se han buscado para varios de los países de la tabla y así obtener algunas conclusiones.

Veamos pues dos de los casos que justifican mi opinión:

1)     Caso 1: Noruega.

De acuerdo a las estadísticas de solicitudes PCT que publica la OMPI en su web, las solicitudes referidas a Noruega del año 2008 y 2009 fueron en ambos casos 630.

En cambio, el indicador PCT que propone la CE para esos mismos años le concede a Noruega un valor de 2,9 y 3,6 respectivamente (2009 es más innovador que 2008).

Es lógico pensar que la variación es exclusivamente debida a una reducción del PIB de Noruega debido sin duda a los efectos de la crisis económica que se inició en 2008. Yo considero que la innovación en Noruega no se ha incrementado en un 25%, sino más bien que se ha mantenido o que ha disminuido.

Aprovecho, aquí, para exponer que no encuentro justificación al hecho que los datos que se utilizan en el cálculo de este componente del indicador sean de 2008 y 2009, cuando en la fecha de presentación del indicador hay datos disponibles de hasta el año 2012, tal como se ve en los datos accesibles de WIPO.

2)     Caso 2: Finlandia vs España e Italia.

.. Finlandia.

Para este un país, que se considera un modelo en innovación, si buscamos en la web de la OMPI los datos de Finlandia podremos leer que las solicitudes PCT entre 2008 a 2012 fueron las siguientes: 2.009, 2.214, 2.123, 2.138, 2.079 y 2.326.

Para esos mismos años la OMPI publica en una tabla los datos de los solicitantes con 10 o más publicaciones de PCT. Aquí hay que indicar que, por confidencialidad, los datos de las publicaciones de PCT corresponden a solicitudes realizadas 18 meses antes, es decir, hay un desfase de año y medio entre PCT solicitadas y PCT publicadas.

En la Tabla 1 podemos leer los datos entre 2008 y 2012, estos datos nos indican que el líder que es Nokia supone del orden del 50% de las solicitudes PCT de Finlandia. Y que los solicitantes con 10 o más PCT que son menos de 20 suponen del orden de un 60% del total de las publicaciones de PCT del país.

A Finlandia el indicador PCT que propone la CE para los años 2008 y 2009 le concede un valor de 9,6 y 10,5 respectivamente.

 T1

 .. España.

Si buscamos en la web de la OMPI los datos de España podremos leer que las solicitudes PCT entre 2008 a 2012 fueron las siguientes: 2.883, 2.652, 2.658, 2.695 y 2.863.

Para esos mismos años los datos para España de los solicitantes con 10 o más publicaciones de PCT se recogen en la Tabla 2. Estos datos nos indican que el líder, que siempre es el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), supone del orden del 6% de las solicitudes PCT de España. Y que los solicitantes con 10 o más PCT que son menos de 20 suponen como máximo el 25% de las publicaciones de PCT de todo el país.

Para España el indicador PCT que propone la CE para los años 2008 y 2009 le concede un valor de 1,4 y 1,4 respectivamente, lo que supone que es un 15% y un 13% de lo que es Finlandia.

 T2G

.. Italia.

Si buscamos en la web de la OMPI los datos de Italia podremos leer que las solicitudes PCT entre 2008 a 2012 fueron las siguientes: 1.390, 1.564, 1.772, 1.729 y 1.699.

Para esos mismos años los datos para Italia de los solicitantes con 10 o más publicaciones de PCT se recogen en la Tabla 3. Estos datos nos indican que el líder supone del orden del 3% de las solicitudes PCT de Italia. Y que los solicitantes con 10 o más PCT que son menos de 30 suponen como máximo el 25% de las publicaciones de PCT de todo el país.

Para Italia el indicador PCT que propone la CE para los años 2008 y 2009 le concede un valor de 2,1 y 2,1 respectivamente. lo que supone que es un 22% y un 20% de lo que es Finlandia.

 T3G

Con estos datos yo sostengo que el uso de un componente en un indicador para el que España e Italia tienen una capacidad innovadora inferior al 25% de la de Finlandia es plenamente cuestionable en su idoneidad y utilidad para una comprensión adecuada de la situación de la innovación de los diferentes países de la Unión Europea.

Podría continuar con más ejemplos que demuestran que un componente que se base en la relación entre el número de patentes y el PIB de un país da lugar a unos valores inadecuados, que pueden distorsionar la evaluación de la situación y provocar que se distorsione el propósito del indicador de innovación.

Al respecto formulo una pregunta que ayuda a entender de lo que estamos hablando: ¿Qué decisiones tomaría un médico en base a un diagnóstico para el que se usase un sistema de análisis en el que uno de los componentes no mide lo que ha de medir o lo mide mal?

Ahora bien dado que la Comisión Europea describe que el primer componente del indicador, que pretende medir los resultados de la innovación, ha de valorar la situación de la innovación tecnológica del país en base a las patentes, se deberá desarrollar un componente más adecuado para esta cuestión.

Veamos pues una alternativa.

El sistema de patentes utiliza la denominada Clasificación Internacional de Patentes (CIP) que permite clasificar las solicitudes de patente por sectores de la tecnología. Los sectores de tecnología se dividen en cinco grandes sectores que son: Ingeniería Eléctrica, Instrumentos, Química, Ingeniería Mecánica y Otros sectores. Estos a su vez dan lugar a subdivisión en un total de 35 sectores tecnológicos.

En la actualidad la OMPI ofrece datos de solicitudes PCT por sectores tecnológicos solo para los principales países, en cambio la EPO ofrece las estadísticas de solicitudes por sectores tecnológicos y país de 2003 a 2012 denominadas “European patent applications per field of technology and per country of residence of the applicant for each individual year from 2003 until 2012 ”.

Utilizando los datos de la EPO referidos a España, Finlandia e Italia del año 2012 se puede construir la Tabla 4 que muestra el total de solicitudes EPO por sectores de tecnología y el porcentaje que representa sobre el total de solicitudes.

 T4G

Con estos datos podemos obtener dos gráficos en los que se visualizan la distribución de solicitudes por sectores de tecnología en cifras absolutas (Gráfico 1) y en cifras relativas (Gráfico 2).

G1

G2

Si observamos ambos gráficos podemos ver que en cifras absolutas, Italia aparece como un país más desequilibrado que Finlandia y sobre todo respecto a España pero, en cifras relativas, el desequilibrio de Finlandia en uno de los sectores de tecnología es abrumador, mientras que Italia aparece algo más equilibrado y España tiene sus patentes repartidas de forma equilibrada entre los diferentes sectores.

Ante estos gráficos, y especialmente frente al Gráfico 2 nos podríamos preguntar ¿Qué país es más innovador? ¿Finlandia con un alto desequilibrio en un sector de tecnología o España que tiene un sistema más equilibrado? ¿Qué es mejor focalizar la mayoría de la innovación en un sector de tecnología o repartirla entre los diversos sectores?

En mi opinión es preferible un reparto equilibrado en cifras relativas por lo que España e Italia estarían mejor posicionadas que Finlandia si lo que pretendemos es una tener una visión global sistémica y equilibrada de la innovación.

Además tal como hemos visto anteriormente, Finlandia tiene una preocupante dependencia de las patentes de Nokia que es el elemento que focaliza el elevado peso del sector de tecnología en el que la citada empresa desarrolla mayoritariamente sus patentes.

Un posible indicador sobre “innovación tecnológica” basado en patentes se podría definir utilizando los datos por país del porcentaje de cada uno de los cinco sectores de tecnología sobre el total de solicitudes en la EPO. Y escogiendo como criterio que el sistema de innovación ideal debería tener el mismo porcentaje para los cinco sectores, es decir, del 20% en cada uno de ellos (es decir, un valor de 0,2 en tanto por uno).

Con ello se pretende que se desarrollen sistemas de innovación tecnológicamente equilibrados ya que un país con un desequilibrio en un sector puede verse afectado por una crisis sectorial que afecte al conjunto. Sería como el tener un país que dedicase los recursos de forma mayoritaria al sector de la Construcción en detrimento de otros sectores y que a causa de ese desequilibrio, al producirse una crisis del sector afectase a todo el sistema.

Con los datos disponibles se ha desarrollado una doble opción de componente. La primera basada en la sistemática de cálculo del error absoluto medio que consiste en calcular la media de la suma de valores absolutos de la diferencia entre el porcentaje del sector de tecnología y el 20% del criterio (en tanto por uno). La segunda basada en el error cuadrático medio que consiste en calcular la media de la suma de los cuadrados de la diferencia entre el porcentaje del sector de tecnología y el 20% del criterio (en tanto por uno). El componente (indicador) sería la inversa del resultado de dichas medias.

Veamos que ocurre en el caso de España, Italia y Finlandia:

 T5G

 Como complemento, para analizar el comportamiento de la propuesta de componente, se han utilizado los datos de los países que más patentan por sectores tecnológicos en la EPO (Tabla 6), que son Estados Unidos, Alemania, Japón, Francia  y Suiza. Y se han calculado las dos opciones dando los resultados de la Tabla 7.

 T6G

Si analizamos los resultados vemos que:

1)     Para el indicador basado en el Diferencial Absoluto Medio, vemos que si los ordenamos de mayor a menor tendríamos la siguiente lista: Suiza (16,91), Estados Unidos (13,11), Francia (12,99), Alemania (12,87), Italia (11,68), Japón (11,53), España (10,56) y Finlandia (7,57).

2)     Para el indicador basado en el Diferencial Cuadrático Medio, vemos que si los ordenamos de mayor a menor tendríamos la siguiente lista: Suiza (175,63), Francia (143,45), Alemania (124,12), Estados Unidos (122,27), España (102,59),  Italia (84,76), Japón (81,36) y Finlandia (35,45).

T7G

Como podemos observar en ambas opciones se observan unos resultados interesantes y diferenciales con lo que se ha escrito hasta ahora. En ambos casos vemos que Japón y Finlandia no están tan bien posicionados porque tienen desequilibrios entre los sectores de tecnología, y eso es especialmente significativo en el caso finlandés.

Se podría exponer que el componente del indicador de la Comisión Europea también expone una diferencia notable a favor de Finlandia con respecto a España e Italia, sin embargo en su caso dicha diferencia no ayuda a localizar la excesiva dependencia del sistema hacia un determinado actor.

Con esta explicación pretendo abrir un doble debate.

El primero se refiere a cuestionar la idoneidad de utilizar un indicador que tiene un componente que puede inducir a graves errores de interpretación y provocar que se promuevan políticas y acciones inadecuadas e incluso con efecto contrario al deseado. Y en consecuencia pedir a la Comisión Europea que reconsidere el componente a utilizar para evaluar la innovación tecnológica.

El segundo pretende que se analice y critique la propuesta de indicador que se hace, para considerar su idoneidad como componente del indicador. O bien que se proponga otro componente cuyos resultados ayuden a lo que se pretende realizar con el indicador. Aquí también podría plantearse como incorporar el número de solicitantes en un país con respecto al número de patentes solicitadas de forma que salgan a la luz situaciones de dependencia excesiva.

Lo que yo no tengo dudas es que el actual “Indicador de resultados de la innovación” propuesto por la Comisión Europea es inadecuado y debe cambiarse.

Sobre el autor:

Gian-Lluís Ribechini Creus,

Ingeniero Industrial; profesional en Innovación y en “Estrategia y Gestión de Soluciones

Artículo escrito por Gian-Lluís Ribechini

Experto en Innovación y en Estrategia y Gestión de Soluciones

3 Comentarios

  1. GUILLEM GRAELL

    NO SOLO ES INADECUADO ,SINO QUE INDUCE A GRAVES ERRORES CONCEPTUALES Y DE GESTIÓN.EXISTE EL PELIGRO DE UTILIZAR ESTE INDICADOR PARA LA TOMA DE DECISIONES A NIVEL UE Y DE LOS EM ,LO QUE IMPLICARIA DISTORSIÓN, FALTA DE CONOCIMIENTO REAL E INCLUSO A NIVEL EPISTEMOLOGICO.
    DEBEMOS PREGUNTAR SI LA FUNCIÓN DE LA PROPUESTA SIRVE PARA LA MOTIVACIÓN DE LA INNOVACIÓN O SOLO CUMPLE UN EFECTO ESPEJO DEFORMADO DE LAS PATENTES, SEAN CUALES SEAN SUS ORIGENES

    Responder
  2. Francisco

    Muy interesante la entrada, Gian-Lluís, y la cuestión de fondo que suscita: ¿cómo medir y comparar entre países los resultados de la innovación?

    El indicador que usa el estudio es PCTs solicitadas/PIB. Yo usaría triádicas/gasto I+D. Triádicas porque me parece que cuantifica mejor que el número de PCTs las innovaciones con valor real; y gasto I+D porque está más relacionado con el conocimiento que el PIB total. Este indicador estaría relacionado con la eficacia de una economía para transformar conocimiento en innovación (que, en definitiva, es lo que se propone este componente del indicador).

    La alternativa que propones está más relacionada con el *riesgo* asociado a un «perfil» de innovación (concentración en un sector o en un solicitante) y podría complementar a un indicador de «intensidad» o «nivel». Sin embargo, creo que por el hecho de tener una distribución más uniforme entre sectores o solicitantes no puede concluirse que un país es más innovador.

    Responder
  3. Julián

    Muy de acuerdo con Francisco. Alguna vez hemos hablado y tuiteado sobre el asunto de las triádicas como indicadores de innovación. La OECD lo lleva proponiendo hace tiempo y tiene datos y estadísticas.
    Yo creo que el indicador sería más fiable si se contabilizasen únicamente las patentes concedidas (una patente no concedida a menudo desincetiva o impide el negocio). Sin embargo esto añadiría retrasos y/o modificaciones en los datos. Es un tema para debate…

    Responder

Enviar comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Raúl Carrión Estudio, S.L. es la Responsable del Tratamiento de tus datos, con la finalidad de moderar y publicar tu comentario con tu nombre (en ningún caso se publicará tu correo electrónico).
Tienes derecho de acceso, rectificación, supresión, limitación, oposición al tratamiento y portabilidad. Puedes ejercitar tus derechos en [email protected].