¿Cómo afectan las revistas de libre acceso a la reputación académica?

15 enero 2015

El funcionamiento de los sistemas de reputación en el ámbito científico-académico es algo que debería interesarnos a todos porque, como ya expliqué en este post de mi blog, determina en gran medida el modo en que los humanos accedemos, filtramos y ponderamos la información que se genera en la frontera del conocimiento, o sea, en esos nuevos territorios donde la ciencia se mueve para ampliar nuestra sabiduría como sociedad.

Reputacion_Academica_Sintetia

Me gustaría reseñar un artículo de John Willinsky, contenido en el excelente recopilatorio “The Reputation Society”, de los editores Hassan Masum y Mark Tovey, publicado por The MIT Press. El artículo en cuestión se titula Open Access and Academic Reputation”, e intenta dar respuesta a una pregunta que se hace mucha gente en el mundo académico: ¿Qué impacto tiene en la reputación científico/académica (o sea, en términos de visibilidad y reconocimiento) publicar papers en revistas de código abierto, en vez de en las publicaciones por suscripción de alto impacto?

Lo que subyace en la naturaleza de esa pregunta es la duda razonable de si Internet, y la emergencia de modelos de acceso abierto (Creative Common, etc.), pudieran alterar radicalmente el modelo de distribución de la reputación en el mundo académico, que se ha basado siempre en competir por la atención de las publicaciones de pago, gestionadas por las grandes editoriales.

Este es un debate que pone en tensión los intereses de investigadores y editores de revistas, porque los primeros están interesados en la distribución y acceso universal de las publicaciones, mientras que los segundos siguen un modelo de negocio centrado en el acceso restringido a esos contenidos.

El tema se complica porque los mismos científicos/académicos que defienden el acceso universal al conocimiento, dependen también de la reputación que fijan las publicaciones de alto impacto (en su gran mayoría, de pago), dado que son ellas las que se toman habitualmente como referencia para calcular los indicadores científicos que se usan para la asignación de recursos a la ciencia.

De esto último no cabe duda. Siendo objetivos, está claro que en la actualidad, las revistas de editores, las de alto impacto, son clave para generar reputación académica que se traduce en conseguir puestos, promocionar y recibir incentivos económicos. En ese sentido, su impacto en la “reputación institucional” (la oficial) es indiscutible. Pero Willinsky advierte que en varias disciplinas empieza a darse un cambio de escenario, en el que ya no son esas revistas el principal canal de acceso y circulación de conocimiento para los investigadores, sino los repositorios de acceso abierto.

Se empieza a ver, por lo tanto, una cierta disonancia entre los contenedores que atribuyen “reputación institucional” (las revistas de editores, que asignan autoridad desde el punto de vista oficial, por ser los únicos reconocidos por las instituciones), y los que realmente canalizan el conocimiento y sirven de fuente más habitual para estar al día de las investigaciones más avanzadas (los repositorios libres), y que se convierten de facto en fuertes distribuidores de “reputación informal” tan legítima (o más) que la primera, para ciertas comunidades de científicos.

Por aportar algunos datos de lo que significa este movimiento de publicaciones en código abierto, o sea de libre acceso, se puede consultar el “Directory of Open Access Journals” (DOAJ), que cuenta actualmente con registros de casi 10.000 revistas, con más de 5.000 de ellas que permiten búsquedas a nivel de artículos. Estas revistas son de 133 países y la base de datos cuenta con más de 1,6 millones de artículos.

Siendo más concreto, se pueden citar algunos ejemplos de publicaciones de acceso abierto que están rompiendo el monopolio de la asignación de reputación que gozaban las revistas de pago. Por ejemplo, arXiv, un espacio donde se intercambian artículos entre expertos en Física, Matemática, Ciencias de la Computación, Biología Cuantitativa y Estadística. Es cierto que estos científicos siguen publicando en revistas “reguladas” como Physics Letters o Physical Review pero solo después de que el trabajo ha circulado por el canal de arXiv durante meses, incluso años (tiempo en el que capturan reputación, prestigio, visibilidad y citas, sin haber publicado aún su paper en ninguna revista de pago).

PLoS es un ejemplo muy conocido de publicación de libre acceso (en realidad, es una “suite” o familia de 7 revistas en total) que cuida mucho la reputación. Ha atraído fondos para asegurarse que las publicaciones responden a patrones muy profesionales. Para que se tenga una idea, en apenas 2 años después de su lanzamiento, PLoS Biology fue capaz de alcanzar el nivel más alto del factor de impacto (JIF) en el campo de la Biología (probablemente por ese criterio de filtrado más riguroso).

Willinsky explica en su artículo una iniciativa que me ha parecido curiosa por explorar soluciones intermedias con el mundo editorial, sin salirse de los mecanismos de mercado. Se llama SCOAP (Sponsoring Consortium for Open Access Publishing in Particle Physics). El proyecto quiere convertir en acceso libre el corpus principal de las revistas que se publican en la disciplina de Física de Partículas. El grupo que promueve este proyecto calculó que pagando 15 millones de dólares a los editores bastaba para “comprar” la apertura de esas revistas, lo que parece una alternativa eficiente porque es menos de lo que pagan las bibliotecas por licencias de suscripción de las 6 revistas más relevantes que publican el 80% de la literatura relevante de la disciplina.

Pero al margen de que el acceso a la publicación sea gratuito o no, lo que realmente nos preguntamos aquí es si colocar un paper en canales abiertos (en vez de en una revista por suscripción) puede mejorar significativamente la reputación científica, y la respuesta es un rotundo sí. El mayor impacto reputacional viene dado por el hecho de que el trabajo es leído (y por lo tanto, citado) por más autores gracias al acceso universal que permite el canal.

John Willinsky cita un estudio de Gunther Eysenbach (“Citation Advantage of Open Access Articles”) que demuestra que los artículos que se han puesto con acceso libre dentro de la revista Proceedings of the the National Academy of Sciences tendían a ser dos veces más citados entre los 4 y 10 meses después de su publicación. Otros estudios como los de Philip Davis et al, no encuentran un patrón que demuestre que las citas aumentan, pero sí que crece significativamente el número de lectores de esos artículos. Es razonable pensar que un aumento de visibilidad (gracias al acceso libre) puede ser un primer paso para mejorar la reputación.

Por último, como bien señala Willinsky, ese aumento de la accesibilidad se traduce en una mejor reputación de la investigación en general, porque crece su presencia e impacto entre profesionales, decisores públicos y sociedad en general. Que la ciencia sea más asequible (sin las barreras de costes que implican las suscripciones) ayuda a que se acerque más a la realidad, y a facilitar (por ejemplo) el movimiento de la gestión pública basada-en-la-evidencia, que tanto reclamamos.

Sobre el autor:

Amalio Rey – Fundador y Director de EMOTOOLS

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Artículo escrito por Amalio Rey

Experto en inteligencia colectiva y fundador de eMOTools.

3 Comentarios

  1. Fran Delgado

    Efectivamente este debate, muy interesante, está muy vivo desde hace años y es algo complicado, aunque creo que el open access (y sobre todo el gratuito) debería servir para, al menos, dos objetivos relevantes: por un lado, «avisar» a las editoriales tradicionales que su modelo de negocio basado en caras suscripciones debe cambiar; y por otro lado, incrementar los trabajos de calidad que ven la luz, ya que hay revistas que rechazan el 90% de los trabajos que reciben por distintos motivos (no estrictamente académicos) aunque algunos de los rechazados sean realmente interesantes.
    Anoto el asunto de los denominados «predatory journals/publishers» que han visto posibilidad de negocio sin el rigor necesario. Aunque no siempre es fácil identificar hay gente que se ha dedicado (con mayor o menor fortuna) a esta tarea, por ejemplo http://scholarlyoa.com/publishers/.

    Para finalizar, os dejo el enlace a una iniciativa española de open access gratuita en economía y con rigor académico, Economics and Business Letters. Tendremos que buscar financiación de algún tipo pero por ahora tiramos…
    http://www.unioviedo.es/reunido/index.php/EBL/index

    Saludos

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    • Javier García

      Fran,
      Escríbenos sobre la iniciativa para Sintetia
      Nos interesa muchísimo estas cosas.
      Mi mail: [email protected]
      Abrazo

      Responder
  2. Lic. Alfonso German Arreola

    La justicia, el trabajo y la educación ética son para establecer el orden y la armonía sociales. La educación que recibimos no fomenta las relaciones reciprocas, el reconocimiento de la autonomía de la otra persona y el entendimiento de una relación de acuerdos entre personas responsables.
    Con buena educación y unas cuantas reglas que podemos aprender y aplicar, podemos cambiar el mundo comprendiendo las causas de los problemas, buscando alternativas y actuando en forma pacífica y decidida.

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