Sobrevivir para ganar: miserias del management que nos impiden adaptarnos

13 mayo 2020

Decía Mario Benedetti que cuando teníamos todas las respuestas, nos cambiaron las preguntas. Hoy nos han cambiado hasta las respuestas.

Dicho de otro modo, no es que nos hayan cambiado las reglas del juego, es que directamente nos las han quitado y no nos han dado nuevas reglas.

Leo mucho sobre transformarse, reinventarse, crear nuevas reglas… que están muy bien sobre el papel, pero que es muy difícil de hacer.

Y es muy difícil de hacer porque en un entorno tan volátil no es sencillo dar con la tecla y menos aún desde una posición en la que no eres dominante en tu mercado. Pensar en que vas a crear ese nuevo producto o servicio maravilloso y que va a triunfar dándote beneficios al momento, pensar que vas a ser el nuevo Steve Jobs está muy bien como ejercicio mental, pero no es realista.

Hemos de pensar que las empresas tienen fundamentalmente dos estados: sobrevivir – ganar.

Resulta fundamental aceptar que el foco fundamental lo hemos de poner en sobrevivir. Da igual que queramos ganar, si no sobrevivimos no ganaremos. Ya llegará el momento de ganar.

Es como si pretendemos correr antes de saber andar. Y te recuerdo que en la situación actual nos han borrado de la memoria el “saber caminar”.

¿Qué podemos hacer entonces?

Debemos trazar estrategias.

Pero no de esas que luego se quedan en un cajón o que se hace como un ejercicio “casi obligatorio” que hacen la mayoría de las empresas para decir que tienen planes….

Eso no es estrategia.

Estrategia es el plan de acción fundamental de la empresa que deriva siempre, siempre, siempre en “acción”.

Como dice Rafael Martinez Alonso en su libro El Manual de Estratega, estrategia es FINES+CAMINOS+MEDIOS.

No parece necesario explicar nada más al respecto. Toda estrategia que no derive en acciones reales no es estrategia.

Rafael Martínez nos aporta 5 tipos de estrategias que creo conveniente detallarlas para centrar el tiro o poner el foco en lo que realmente hemos de hacer en estos momentos.

1.- Lanzarse a la acción directamente

2.- Adaptarse al entorno

3.- Anticiparse al entorno

4.- Enfocarse en metas financieras

5.- Cambiar el entorno

Lanzarse a las estrategias 1,3,4 o 5 en estos momentos creo que es un error. Pretender cambiar tu modelo de negocio en un momento de incertidumbre como el actual es un suicidio empresarial.

Hoy es momento de ADAPTARSE para sobrevivir. Y una vez conseguido ya GANAREMOS. Lo sé, muchos no estarán de acuerdo conmigo, normal. Pero a quienes no piensen así, debes hacerles una pregunta: si en vez de aportar consejos a terceros, tuvieras que tomar decisiones sobre tu propia empresa, jugándote tu dinero, ¿Qué harías? Cuando nuestro dinero entra en juego solemos vender “consejos que para nosotros no tenemos, no aplicamos”.

Dicho esto, qué podemos hacer para adaptarnos y, por lo tanto, sobrevivir.

Para adaptarnos a este nuevo, incierto y cambiante entorno hemos de trabajar fundamentalmente en cuatro puntos fundamentales:

  • Tiempo
  • Personas
  • Tecnología
  • Procesos

1.- Tiempo

Los cambios necesitan tiempo.

No hay soluciones mágicas, todo lo que hagamos no va a surgir efecto de un día para otro. Se necesita tiempo para que los cambios tengan efecto, recuerda que causa y efecto están desplazados en el tiempo.

Si no damos ese tiempo cometeremos el error de no saber si lo que hemos implantado ha dado resultado. Entraremos en el ciclo de agua de la ducha: en la que la ponemos más caliente y como no sale más caliente le volvemos a dar y así hasta que nos quemamos. Simplemente por no haber dejado el tiempo suficiente para que se adecue la temperatura del agua.

Respecto al tiempo de trabajo a realizar, la clave es intentar acortarlo. Parafraseando a Taiichi Ohno, “en Toyota todo lo que hacemos es acortar el tiempo entre que un cliente nos hace un pedido y se lo servimos».

2.- Personas

Las personas son la clave de las empresas. Sin personas motivadas, capacitadas y que apuesten por el nuevo rumbo no conseguiremos nada.

¿Has formado a tu equipo?

¿Saben lo que va a hacer la empresa?

¿Están en los procesos de decisión para que den su punto de vista? Piensa que normalmente las decisiones que se toman en una empresa son ejecutadas por personas que no han participado en esas decisiones.

¿No sabes por dónde empezar sobre este punto? No te preocupes, cuando veamos el apartado de Procesos todo cogerá sentido y fluirá hacia planes de acción.

Un inciso. Tiempo, Personas y Tecnología toma sentido global (o sistémico que decimos algunos) cuando veamos la parte de Procesos. Recuerda que el todo es mayor que la suma de las partes.

3.- Tecnología

Si, si, tecnología, no solo digitalización.

Para mi la digitalización es una tecnología más, como puede ser, por ejemplo. una reingeniería de procesos.

Hace mucho tiempo, Deming dijo que “la tecnología conseguirá que hagas las cosas bien, la tecnología te ayudará a que hagas mejor lo que ya hacías bien”.

Y creo que esto es fundamental. Nos lanzamos a adoptar nuevas tecnologías sin analizar antes cómo lo estamos haciendo y qué nos mejorará la tecnología.

Cosas de las modas…

La tecnología es, por lo tanto, una herramienta al servicio de la empresa y no al contrario. Tecnología toda la necesaria, pero solamente la necesaria.

Por lo tanto, primero hacer bien lo que deberíamos haber hecho siempre bien y después lo mejoramos con tecnología si es necesario. Porque invertir recursos para no mejorar no tiene sentido.

Y llegados a este punto y para aunar todo lo que hemos visto hasta ahora y poder crear esa estrategia aplicada que necesitamos, pasamos al último punto clave.

Procesos

No entiendas procesos como su definición tradicional respecto a las actividades que hacemos en el día a día en la empresa.

Los procesos explican qué hacemos en la empresa y, sobre todo, por qué lo hacemos

¿Cuántas veces te has parado a analizar por qué haces lo que haces? La respuesta habitual suele ser que “siempre lo hemos hecho así”.

Pues hay un proceso vital que debes incorporar a tu empresa: Analizar qué debes hacer.

Volviendo a Deming: “No hay nada tan inútil como hacer con gran eficiencia algo que no se debería haber hecho nunca”.

Vamos a hacer un ejercicio. Ponte en situación justo antes de la crisis del COVID-19, por ejemplo el 01/01/2020.

Hay unas cuantas cosas que debes hacer:

  • Análisis del entorno a todos los niveles.
  • Qué estoy haciendo bien desde el punto de vista del cliente.
  • Qué estoy haciendo mal desde el punto de vista del cliente.
  • Qué no estoy haciendo y mi cliente necesita que haga.
  • Cuál es mi relación con los proveedores y resto de actores.
  • Qué he de modificar de mis procesos diarios para hacer lo que el cliente necesita que yo haga.

En definitiva, una fotografía de cómo era mi empresa antes del COVID-19.

Y si, siempre desde el punto de vista del cliente, ya que como dijo Sam Walton “El cliente es capaz de despedir a todo el personal de la empresa, desde el más alto cargo hasta el último de la fila sólo con gastarse su dinero en otra parte”.

Tienes muchos métodos a tu alcance para hacer este análisis, eso sí, ha de ser un análisis sincero y realista. Mejor que salga todo a la luz ahora que durante el concurso de acreedores.

Una vez he hecho esto, tengo la foto de mi empresa, cuales son mis puntos fuertes, qué he de mejorar, etc.

Ahora ponte en el día de hoy con la situación originada por el COVID-19 y vuelve a analizar el entorno y el mercado en el que operas.

  • ¿Qué has de cambiar?
  • ¿En qué te has de adaptar?
  • ¿Dónde necesito llegar
    • Ojo, “necesitar llegar” y “querer llegar” son cosas diferentes. O como leí una vez, “una idea y una idea de negocio son cosas diferentes”.

  • Cuál va a ser mi estrategia.
    • Recuerda, FINES+CAMINO+MEDIOS

Y con todo esto crea los planes de acción necesarios.

Definidos en el tiempo.

Qué procesos operativos he de modificar, eliminar, potenciar, mantener …

¿Qué necesito de las personas de mi empresa? ¿Qué tecnología he de adoptar e implantar?…

Y aunque no lo he dicho porque considero que no es necesario, sin quitar el ojo a las finanzas de la empresa y buscando los beneficios, por supuesto.

Realmente todo esto no es nada nuevo. Debería ser el pan nuestro de cada día en las empresas. Pero no suele estar implementado en la inmensa mayoría; y los cambios nos pillan siempre con el pie cambiado.

¿Te imaginas tener este proceso de mejora continua implementado desde hace, por ejemplo, hace diez años en tu empresa?

La crisis del COVID-19 no hubiese sido más que otra circunstancia en la que tu empresa estaba preparada para afrontarla.

Aprovechemos el momento y pongamos todo lo que está en nuestras manos para que esta situación nos sirva para prepararnos para la próxima.

Lecciones aprendidas, se llama en gestión de proyectos.

“Estrategia sin Táctica es el más lento camino hacia la victoria. Táctica sin Estrategia es el ruido antes de la derrota”. Sun Tzu (El arte de la guerra).

Artículo escrito por Pedro A. Muro

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