Psicología para profesores: cómo corregir exámenes

18 febrero 2013

«La primera impresión es la que cuenta”, es una máxima popular que tiene su respaldo académico. Se llama “efecto halo”: los humanos tenemos tendencia a gustarnos (o disgustarnos) todo de una persona o situación. Este tecnicismo  se lleva utilizando en psicología desde hace más de un siglo, pero en realidad no ha llegado a calar entre la sabiduría popular, aunque sí que la idea es extendida.

Cuando observamos una característica que nos gusta tendemos a justificar el resto de cualidades de esa persona o situación. Si nos gusta cómo habla un político es más fácil que veamos con buenos ojos sus propuestas políticas, y si nos disgusta un estudiante, somos propensos a que nos disguste gran parte de su trabajo en adelante.

¿No se lo creen? Prueben ustedes mismos el siguiente experimento que nos propone Kahneman en su libro “Pensar rápido, pensar despacio”:

  •  Alan: inteligente-diligente-impulsivo-crítico-testarudo-envidioso         
  •  Ben: envidioso-testarudo-crítico-impulsivo-diligente-inteligente           

La mayoría de personas al leer ambas descripciones de Alan y de Ben habrán visto más favorecido a Alan. Lo que leemos primero cambia nuestra percepción de lo que leemos a continuación. Alguien al que nos comienzan por describir como inteligente y diligente lo asociamos rápidamente como una persona culta y preparada, quizás un ingeniero, cuya descripción continúa como crítico y testarudo, lo cual de nuevo por asociación podemos completar en nuestra mente como un gran trabajador que incluso recela de sus compañeros dado lo bueno que es él.

En cambio, Ben, cuya descripción comienza como envidioso, testarudo y crítico lo asociamos a una mala persona, y sustituimos su compleja descripción por algo más sencillo, por ejemplo, alguien con malos modales y malhumorado, lo cual al continuar con la descripción como impulsivo e inteligente, terminamos por asociarlo con una mala persona que aprovecha su inteligencia para malos fines.

En psicología el orden de los factores altera el producto (de nuestra mente)

Nuestra mente reposada, la que delibera, es vaga, por naturaleza. La ley del mínimo esfuerzo aplica, y nuestra mente intuitiva o rápida como califica Kahneman es el recurso más utilizado. A este factor añadimos la capacidad de nuestra mente intuitiva para sustituir preguntas difíciles por otras más fáciles y a la asociación de ideas, y tenemos todos los ingredientes para “dejarnos llevar” por el efecto halo.

Daniel Kahneman explica cómo contrastó su propio sesgo a la hora de corregir exámenes. Lo más normal cuando un profesor corrige un examen es hacer alumno por alumno. Comienzas leyendo la primera pregunta del examen de un estudiante y luego la siguiente. Si te gusta lo primero que lees, pero luego ves fallos en sucesivas preguntas, justificas pensando cosas como “total los buenos estudiantes siempre tienen pequeños despistes”. En cambio, si empezamos leyendo algo malo, nos condicionamos y restamos valor a la lectura de siguientes preguntas.

¿Cómo solucionar este efecto? Eliminemos el punto de anclaje en el alumno, y centrémonos en las preguntas que corregimos. Coge una pregunta del examen, y corrige esa pregunta para cada alumno. Así sucesivamente pregunta a pregunta. El día que Kahneman comenzó a corregir exámenes de esta manera su desconcierto fue muy grande. La distribución de notas cambió mucho, tanto que creaba cierto malestar al propio profesor, al ver cómo ciertos alumnos que él apreciaba bajaban su nota media, y otros que no valoraba tan positivamente ascendían. Sin embargo, fiel a su criterio, lo que evidenciaba Kahneman era el resultado de una distribución insesgada de las calificaciones del examen; distribución que no coincidía con sus preferencias iniciales.

A todos nos gustaría que nos juzgaran objetivamente por nuestro actos, uno a uno, así que en adelante, hagan lo mismo y no se dejen llevar por la tentación del efecto halo.

Artículo escrito por Andrés Alonso

2 Comentarios

  1. Be Cor

    Lo interesante es que muchos profesores de psicología no cumplen estas normas….. Otros se de buena mano que si y incluso hacen aleatorización.

    Saludos! Me encanta cuando hablais de psicología cognitiva

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  2. geaplanet

    No lo encuentro ahora mismo para enlazarlo, pero recuerdo haber leído el sesgo tan brutal que puede existir entre la corrección de un mismo examen por varios profesores, las notas oscilaban entre un 2 y un 7 O_O!

    Responder

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