Joan Ramón Sanchís: «una banca ética actuando con principios éticos, dificulta que existan negocios no éticos»

15 febrero 2016

Hace algunos años un emprendedor me decía: “Pero si lo único que necesitamos es dinero, ¿por qué ningún banco quiere prestárnoslo?” El tsunami acababa de llegar a Europa. Lehman era historia. Y la burbuja emprendedora todavía no existía.

La startup arrancó. Acudió al capital semilla primero, y a rondas de capital riesgo después. Cuando el proyecto empezaba a dar beneficios, tuvo algunas dificultades acudiendo al crédito bancario. Para entonces, Bankia hacía tiempo que había salido a bolsa y España acababa de firmar el MoU (Memorandum of Understanding) con la Comisión Europea para conseguir un rescate (en rigor, asistencia financiera) que hiciera posible la bancarización del resto de nuestras cajas de ahorro. Contracción del crédito. Riesgo. En definitiva, miedo. Muchas microempresas y PyMEs vieron complicarse su acceso a la financiación; bien por no renovación de sus pólizas de crédito, bien por el endurecimiento de garantías.

El sistema financiero, la función de la banca dentro de la economía, la naturaleza y el riesgo de las inversiones, la ética en los negocios, el emprendimiento y su relación con el crecimiento económico a largo plazo… Son lugares comunes que preocupan a todos los ciudadanos o al menos deberían robarles el sueño. Explican nuestro pasado y matizan el presente, condicionando el futuro de nuestros hijos.

Hoy conversamos de todo ello con Joan Ramón Sanchís, Catedrático de Organización de Empresas, Director del Instituto Universitario de Investigación en Economía Social, Cooperativismo y Emprendimiento y del Máster Universitario en Economía Social de la UV. Doctor en Economía de la Empresa, consultor estratégico y especialista en banca cooperativa y banca ética, acaba de publicar ¿Es posible un mundo sin bancos?

::  Todos creemos saber qué es un banco y para qué sirve. Pero… ¿qué debería ser en realidad un banco?

Sabemos que existen dos tipos de bancos, los bancos comerciales y los de inversiones. Los primeros se dedican a captar ahorro y a canalizar ese ahorro hacia la inversión a través de préstamos; los segundos a realizar operaciones especulativas en los mercados financieros y de capitales. En España no existen los bancos de inversión desde que fueran absorbidos por los bancos comerciales, por lo que la banca comercial, especialmente la de mayor tamaño, se dedica también a operaciones especulativas en los mercados internacionales, dejando de lado la verdadera función de un banco, que debería de ser la de canalizar el ahorro hacia proyectos empresariales, tanto nuevos (emprendimiento) como ya existentes (para un cambio de modelo de negocio, por ejemplo). Los bancos deberían de ser el motor de la economía productiva, y sin embargo, durante esta crisis económica los bancos han estado utilizando el dinero procedente del Banco Central Europeo para comprar deuda soberana en vez de financiar las actividades de las empresas, lo que ha supuesto el fracaso de la apuesta de Mario Draghi por reactivar la economía española.

:: Titulas tu libro formulando una pregunta, y no una afirmación. ¿Utilizas ese recurso para conectar mejor con el lector o porque los bancos son un tema realmente complejo?

La pregunta ¿Es posible un mundo sin bancos? Nos puede servir para reflexionar acerca de la utilidad y comportamiento de los bancos, una reflexión necesaria y urgente en estos momentos. No pretendo llegar a una respuesta definitiva porque pienso que tampoco es lo relevante. Lo realmente importante es analizar si el comportamiento nocivo de los bancos se puede cambiar, si existen diferentes tipos de bancos, si la banca está frenando la recuperación económica y sobre todo si se están dando las condiciones para que estén surgiendo nuevas iniciativas financieras no bancarias (cooperativas de servicios financieros, cooperativas integrales, comunidades autofinanciadas, bancos de tiempo, …) que con el tiempo acaben consolidándose entre la sociedad civil. Sobre todas estas cuestiones se reflexiona en el libro, tratando de llegar a conclusiones de interés para los ciudadanos, como por ejemplo, la revolución financiera silenciosa de las tres C (Conocimiento, Conciencia y Consumo financiero responsable) que propongo. Los bancos no son más que unos intermediarios entre el ahorro y la inversión, y la sociedad civil,  sobre todo a través de la tecnología, está en condiciones de eliminar esos intermediarios, creando canales directos de acceso al crédito.

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:: Hablemos de ética. Adela Cortina, catedrática de esta disciplina en la UV y directora de la Fundación ÉTNOR, acostumbra a decir que todo el mundo tiene un comportamiento, bueno o malo, y que puestos a tener que elegir uno… es preferible elegir aquel que nos acerque al bien… ¿Qué papel debe tener la banca en este sentido?

Las empresas en general y la banca en particular han de tener un comportamiento ético positivo. Cuando hablamos de ética bancaria nos estamos refiriendo a la adopción de dos comportamientos clave que son la transparencia frente al secreto bancario  y la inversión socialmente responsable frente a la inversión especulativa y en proyectos que puedan dañar el medio ambiente, contribuir a la explotación infantil o de los trabajadores en general, matar a la población civil, blanquear dinero negro procedente del narcotráfico o de tramas de prostitución, entre muchas otras actividades fraudulentas. Esto es lo que está fallando y sobre lo que no se ha tomado absolutamente ninguna medida durante todos estos años de crisis. Otra de las cuestiones clave es que no podemos seguir diferenciando entre bancos éticos y bancos que no son éticos; todos los bancos deberían de ser éticos, un cambio de cultura que algunos académicos y asociaciones de consumidores bancarios estamos pidiendo a la banca española. Si la banca fuera ética y actuara con principios éticos, sería más difícil que existieran empresas y negocios no éticos. Por tanto, la banca debería de liderar, junto con la Administración Pública, el proceso a través del cual inculcar una cultura ética en la economía.

 :: En tu opinión experta, ¿existen diferencias sustanciales en la orientación estratégica y sus resultados a largo plazo entre los bancos y las cajas de ahorro?

Desgraciadamente ya no nos quedan prácticamente cajas de ahorros, una de las consecuencias más graves de la crisis financiera y sobre todo de las medidas que se han tomado frente a dicha crisis. Existía una diferencia determinante en el enfoque estratégico de las cajas de ahorros frente a los bancos, derivada principalmente del análisis de sus stakeholders. Los impositores de las cajas de ahorros como un grupo de interés con poder dentro los órganos de gestión, unido a sus orígenes sociales y territoriales, hizo que durante muchos años, las cajas de ahorros enfocaran su negocio hacia los minoristas, lo que actualmente se denomina el Community banking o banca de proximidad.

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Además, las cajas siempre habían dedicado una parte sustanciosa de sus beneficios a la Obra social, a través de la cual contribuían al desarrollo económico y social de los municipios donde se ubicaban. A partir de mediados de los años ochenta el enfoque estratégico de las cajas de ahorros fue cambiando, al orientar su negocio hacia otro tipo de actividades de carácter más especulativo, como primero la adquisición de participaciones en el capital de grandes empresas en sectores como la energía y la telefonía; y posteriormente a partir de los años 90 en los negocios inmobiliario y de la construcción. Esto, unido a un cambio en la ley de órganos rectores que suponía un incremento considerable del peso de los políticos dentro de los órganos de gestión de las cajas, que pasaron de estar gestionadas con criterios profesionales a estarlo por criterios puramente políticos.

¿Es posible un mundo sin bancos?

:: ¿Y respecto a las cooperativas de crédito?

Las cooperativas de crédito representan la única banca de proximidad que aún nos queda, aunque también están amenazadas por los procesos de concentración en el sector que pretende el Ministerio de Economía. Las cooperativas de crédito, a diferencia de bancos y cajas de ahorros, tienen entre sus stakeholders a los clientes, con un elevado poder de negociación, por cuanto adquieren la condición de socios. Es un tipo de entidad bancaria muy particular, en el que los clientes son a la vez propietarios del banco. Esto hace que su enfoque estratégico esté principalmente orientado a la eficacia. Se puede dar el caso de que los propios trabajadores del banco sean también socios del mismo, en su condición de socios trabajadores, por ser la cooperativa de crédito a la vez una cooperativa de trabajo asociado. La gran mayoría de las cooperativas de crédito en España (en el resto de Europa se denominan bancos cooperativos) son cajas rurales, es decir, entidades dedicadas a la financiación del mundo agrario y rural y en particular de las cooperativas agrarias y de sus socios. Las cooperativas de crédito han sido las grandes olvidadas del sector bancario en España porque apenas representan un 5% del total de los depósitos y de los créditos del sistema, aunque realizan una labor cualitativa clave, como ya he señalado. Por eso he querido dedicar un capítulo dentro del libro a las finanzas cooperativas.

:: La RSC ha sido defendida como un instrumento capaz de canalizar la corresponsabilidad de la empresa hacia la sociedad. ¿Piensas que con las nuevas herramientas de branding y marketing online puede llegar a revestirse la RSC, en algunos casos, con una pátina de brand storytelling buenista y acabar quedando como un elemento meramente decorativo?

Pienso que ya está sucediendo. La RSC ha generado unas expectativas que desde mi punto de vista son excesivas y que ya están produciendo desengaño en algunos sectores de la sociedad. Hay empresas que han aceptado llevar a cabo acciones que beneficien a su entorno, revertiendo parte de sus beneficios económicos en la sociedad, pero esto es solo una parte de la RSC, su dimensión externa. Sin embargo, en temas de dimensión interna de RSC (políticas de igualdad de género, de equidad salarial,…) se ha hecho muy poco.

Productos_Financieros_Complejos

Volviendo a la banca, los bancos están llevando a cabo acciones de RSC externa; pero no están haciendo nada en lo que se refiere al negocio bancario y a su funcionamiento interno. La banca española ha sufrido una pérdida significativa de su imagen durante estos años de crisis (es la de más baja reputación de toda Europa, solo superada por Irlanda) y está intensificando sus acciones de RSC sin hacer nada respecto a los verdaderos problemas que han hecho caer su reputación: secreto bancario u opacidad, ingeniería financiera y estafas bancarias como las preferentes, abuso de comisiones, clausulas suelo, desahucios y dación en pago, … Si de verdad se creen lo de la RSC, deberían actuar en esta línea. El patrocinio es positivo y está muy bien, pero los ciudadanos piden más, eso ya no es suficiente.

:: Volviendo a las cooperativas de crédito, en un libro anterior analizabas junto a Vanessa Campos el modelo de Caixa Popular. ¿Qué deberíamos aprender de este modelo y de su marcado anclaje colaborativo y local?

Se puede aprender mucho. Lo primero y más importante, que la rentabilidad económica y la rentabilidad social pueden ser compatibles. Caixa Popular es una cooperativa de crédito propiedad en gran medida de sus trabajadores y clientes y hacia ellos enfoca todas sus acciones; un banco saneado, gestionado con criterios profesionales y éticos a la vez, que no ha necesitado nunca de dinero público y siempre se ha mantenido en unos niveles de rentabilidad, eficiencia y capitalización aceptables. Una segunda cuestión es que el tamaño de un banco no tiene relación con su capacidad de gestión y su profesionalidad. Caixa Popular es un ejemplo de ello.

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:: Enrique Fuentes Quintana afirmaba que si no llevamos la economía a la escuela tendremos ciudadanos que serán carne de demagogia. ¿Bajo tu punto de vista, qué nivel de cultura financiera tenemos en España?

La cultura financiera, y en general la cultura económica, en España es muy baja. Y lo que es peor aún, todo el mundo cree que puede opinar y que puede saber de economía. No hay ninguna duda de que habría que hacer un gran esfuerzo por mejorar la cultura financiera de los ciudadanos; para ello habría que diseñar un programa formativo dirigido principalmente a edades tempranas (secundaria, bachillerato), pero no en manos de los banqueros y de los bancos, como se está haciendo en estos momentos sino por profesionales docentes independientes de ellos; de lo contrario, corremos el riesgo de desinformar y convertir estos programas en propaganda para limpiar la mala imagen que los bancos se han ganado a pulso.

Esto, además, no evitaría nuevos engaños y estafas bancarias. Hay productos financieros de enorme complejidad que ni siquiera los propios empleados del banco que los comercializa entienden. No podemos descargar toda la responsabilidad en los consumidores. Sí, es necesario aumentar la cultura financiera y paralelamente hay que exigir a los bancos que cambien la comercialización de sus productos financieros a través de unos comportamientos más éticos, enfocando su negocio a satisfacer las necesidades reales de sus clientes.

 :: ¿Comprende el ciudadano medio la influencia que representan, para su día a día, indicadores macro de países como China, el precio del barril de crudo, los términos finales con que se firme el TTIP o las decisiones que toma Mario Draghi desde el BCE?

Creo que lo comprenden en parte, sobre todo que muchas de estas medidas les pueden afectar directamente a sus bolsillos. Para entenderlos hace falta informarse. Y hay mucha desinformación porque quienes lo explican no son economistas o lo hacen con doble intención debido a la fuerte carga ideológica derivada de un componente normativo y político. La economía local puede verse afectada por acuerdos como el TTIP firmados entre grandes corporaciones y los Estados, si no se atiende a las minorías más plurales. Y ello puede terminar afectando al bienestar colectivo de una región.

La ingeniería financiera o la evitación impositiva de la que se pueden beneficiar ciertas grandes corporaciones son buenos ejemplos del modo en que una mayoría puede aprovechar su posición dominante en este proceso de negociación. El desconocimiento técnico de la ciudadanía hace que el control se vuelva inoperante, populista.

Aunque aspectos tales como las políticas monetarias del BCE o la situación de la economía China son complejos, sí hay muchos otros que con sentido común y una buena dosis de lógica, partiendo de información objetiva, los ciudadanos pueden llegar a entender cómo funcionan. Otra cosa distinta es llegar a comprender el fondo sobre el que subyacen este tipo de cuestiones. Y en muchas ocasiones, por puro interés, algunos agentes del establishment hacen lo imposible para que los árboles no dejen observar el bosque.

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:: En este contexto, me viene a la mente la conocida cita de Emilio Lledó… ¿visto lo visto, lejos de populismos, es posible abordar un empoderamiento real y efectivo de la Sociedad Civil?

La sociedad civil ha de ser el motor del cambio social y también del cambio financiero. Es uno de los principales mensajes de mi libro. Es muy poco probable que el cambio venga desde arriba, como ya hemos podido comprobar con esta última crisis. En el año 2009 en la reunión del G-20, los grandes mandatarios señalaban que la crisis era la gran oportunidad para hacer cambios de calado, para realizar una transformación del sistema financiero internacional. Seis años después seguimos exactamente igual o incluso puede que peor porque los bancos tienen aún más poder del que tenían entonces, al menos en España con el incremento del grado de concentración del sector. El cambio tiene que venir desde abajo, a través de la movilización de la sociedad civil. Los ciudadanos tienen que adquirir conciencia y para ello informarse, adquirir conocimiento. La decisión final, la del consumo financiero responsable, ha de ser una decisión personal, y si unimos muchas de estas decisiones, conseguiremos un efecto real. Cuantos más seamos mejor.

:: En el libro lanzas una hipótesis de causalidad con respecto al proceso de reestructuración del sistema financiero español. ¿Bajo tu punto de vista es el riesgo moral un elemento inducido, intencional, o por el contrario resulta inherente a los procesos de concentración, en banca y en otros sectores?

Lo del concepto de “riesgo moral” es algo que nunca me ha gustado. ¿Cómo se puede definir como moral al comportamiento de una persona que se aprovecha de su mayor información sobre los demás para asumir riesgos cuyas consecuencias van a tener que asumir los demás? Son los eufemismos propios de disciplinas como la economía que no llevan más que a engaños.

La reforma del sistema bancario español (a la que yo llamo más bien contrareforma) es de juzgado de guardia. Todas las medidas han ido dirigidas a incrementar el nivel de capitalización de los bancos, ni una sola medida para resolver los problemas de fondo del sistema (gestión desprofesionalizada, excesiva politización y abuso de poder). Y con la concentración del sector incrementan aún más el riesgo sistémico. La reestructuración (otro eufemismo) ha consistido en reducir el número de bancos, sobre todo los más sociales, cerrar oficinas y despedir trabajadores. Las fusiones entre empresas y sobre todo entre bancos tienen un enorme coste social (más desempleo, menos competencia, más poder concentrado en unas pocas empresas) y no está demostrado que den resultados positivos en la eficiencia y en la rentabilidad económica. El tamaño produce mejoras en las economías de escala pero hasta cierto volumen, que los grandes bancos superaron ya hace tiempo. Concentración y fusiones incrementan el poder de mercado de una empresa, y cinco grandes bancos dominan más del 80% del sistema bancario español, lo cual es muy preocupante.

 :: La concentración resulta colusoria y suele deberse a la existencia de supervisores débiles y redes clientelares que los vuelven débiles. Acemoglu y Robinson hablaron mucho sobre las instituciones y el origen estructural de la exclusión. ¿Qué opinión te merece este tema con respecto a la banca y el sistema financiero?

La concentración se está llevando a cabo con el beneplácito y el apoyo incondicional de las instituciones supervisoras del sistema bancario español, instituciones que son responsables de muchas de las prácticas abusivas de los bancos durante estos últimos 20 años (colocación masiva de preferentes, no evitar la excesiva y peligrosísima concentración del riesgo crediticio inmobiliario, favorecer abusos en las comisiones bancarias, acabar con las cajas de ahorros “regalándoselas” a los bancos después de sanearlas con miles de millones de euros,…). Ejemplos contundentes que demuestran la ineficacia del Banco de España y de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, pese a contar dentro de sus plantillas con excelentes profesionales que advirtieron lo que sucedía con suficiente antelación. En mi opinión estas instituciones están excesivamente politizadas y a su vez los políticos de las que dependen están fuertemente controlados y acaban siendo manejados por las élites de los grandes bancos: las famosas puertas giratorias de las que tanto se habla pero nada se hace por solucionar.

 :: Parece que la economía se vuelve colaborativa por momentos. Una moda, quizá. Aunque también da la impresión de que estemos viviendo el comienzo de un cambio de paradigma, un ajuste de la teoría económica o al menos de una parte de ella. Finanzas colaborativas, micromecenazgo a través de RRSS, crowdfunding o redes ciudadanas de financiación son determinantes para este cambio de paradigma. ¿Dirías que la exclusión financiera de la que hablas en tus libros podría estar llegando a su fin?

Es pronto todavía para hacer esa afirmación. La exclusión financiera afecta a millones de personas y las reformas financieras la incrementan aún más. La tendencia a un aumento de la exclusión financiera a su vez provoca mayor exclusión social y pobreza. No parece que estemos en condiciones de acabar con la exclusión financiera; lo primero ha de ser intentar parar la tendencia al alza, a lo que contribuyen las finanzas colaborativas y otros mecanismos de microfinanzas, con un uso clave de las tecnologías y en especial de Internet (sistemas de pago o las monedas virtuales encriptadas como Bitcoin). Estas iniciativas tienen en común que eliminan los intermediarios bancarios en los procesos de canalización del ahorro hacia la inversión. No creo que sea una moda; pienso que es un cambio que acabará siendo estructural, un nuevo paradigma, aunque es prematuro afirmarlo.

:: En un enfoque de economía social, hace décadas que investigas desde un punto de vista académico el comportamiento estratégico de cooperativas de todo el mundo. ¿Qué debemos aprender del modelo de banca cooperativa?

En el cooperativismo el trabajo y la persona no solamente son los protagonistas si no que están por encima del capital. Esa es la gran diferencia con respecto a las empresas de capitales. La toma de decisiones y el reparto de beneficios se llevan a cabo mediante criterios democráticos y equitativos, lo que favorece la implicación de los trabajadores en el éxito del proyecto empresarial. Es un modelo de empresa diferente que garantiza un sistema económico sostenible y favorece el emprendimiento y la innovación, especialmente el emprendimiento colectivo y social. Aplicando estos principios a la banca, con bancos controlados por la sociedad civil, casi puede garantizar que sus acciones siempre vayan dirigidas a beneficiar a sus clientes, evitando abusos y engaños. La banca cooperativa es una banca democrática y social con un fuerte arraigo en el territorio y en las personas.

Las cooperativas de crédito en España han sido claves en el desarrollo económico y social. Un modelo muy extendido por toda Europa en países como Alemania, Francia, Holanda, … los gobiernos son conscientes de su importancia, y por tanto, lo apoyan. El libro recoge un capítulo dedicado a la banca cooperativa por lo importante que puede ser este modelo de banca para la sociedad en su conjunto, tanto para particulares como para empresas y emprendedores.

 :: ¿Cómo debería adecuarse el marco legal para que se facilitara la evolución a este tipo de banca?

En España el modelo de la banca cooperativa está en peligro de desaparición debido a la reforma bancaria que solo contempla banca de gran dimensión, sin cabida para las cooperativas de crédito, al igual que se ha hecho con las cajas de ahorros. A pesar de las bondades del modelo de crédito cooperativo que hemos descrito, las autoridades económicas y políticas españolas quieren eliminarlas por su pequeña dimensión, la clave del éxito de su modelo de negocio. La Comunidad Valenciana es un ejemplo de cómo las cooperativas de crédito y cajas rurales han apoyado el tejido productivo y el emprendimiento, por lo que el Gobierno valenciano debería asegurar la subsistencia de estas entidades, una tarea que le correspondería al Instituto Valenciano de Finanzas.

:: Pensemos ahora en los nuevos actores fintech e incluso en grandes compañías tecnológicas como Google, Facebook o Amazon cuyo conocimiento de las costumbres del usuario y de su comportamiento de compra es superior a la media existente en el sector bancario ¿Se avecinan tiempos de cambios?

Sin ninguna duda. Estas grandes compañías van a competir con los bancos, y ya lo están haciendo en determinados segmentos del mercado como los sistemas de pago, aunque me preocupa que sean grandes compañías con un enorme poder de mercado, por lo que volvemos a lo mismo. Los consumidores quedan con un pequeñísimo poder de negociación, la capacidad de elegir el intermediario con el que trabajar. Deberíamos transformar esta capacidad de decisión, mediante una oferta amplia, dispersa y heterogénea de opciones que suponga el incremento de la competencia por la entrada de estos nuevos actores, aprovechada para penalizar a las entidades que adopten conductas colusivas, y abusos de mercado. En los movimientos de concentración los perjudicados somos los consumidores, quedando como meros espectadores impasibles. El peligro está en que el sector bancario se convierta en un oligopolio financiero.

::  Además de nuevos competidores potenciales desde el lado de los macroactores, desde los microactores vemos una espectacular progresión de plataformas de crowdlending, nuevos medios de pago alternativos y la eclosión del Bitcoin. ¿Cuál consideras que será el movimiento estratégico a medio plazo de la gran banca?

Para los grandes bancos las finanzas colaborativas y las microfinanzas aún no son un reto que consideren importante, pero con el tiempo pueden llegar a ser una seria amenaza. Pienso que estos grandes bancos van a entrar también en este segmento e intentar controlarlo, como ya han hecho en los microcréditos, prácticamente dominado por ellos hoy en día. Me preocupa que los bancos acaben dominando las plataformas de crowdlending; eso supondría la desaparición de las finanzas colaborativas. Dependerá en gran medida de la regulación de estos nuevos segmentos de mercado si bien las primeras medidas, lejos de regular en favor de los consumidores, lo hacen en favor de la oferta. En el libro se deja patente este riesgo.

 :: ¿Crees que la gran banca se irá de compras con sus vehículos de capital riesgo para participar en este nuevo negocio o como salvaguarda que trate de influir en el modo en que nuevas startups van a transformar un sector tan maduro como el bancario?

Lo están haciendo ya y lo van a seguir haciendo. Diversos instrumentos están siendo creados por grandes empresas bancarias y no bancarias con el fin de dominar estos nuevos segmentos de mercado. Las startups son un negocio muy suculento para los bancos y no lo van a dejar pasar. No olvidemos que la economía española tiene una gran dependencia de los intermediarios bancarios, a diferencia de las economías anglosajonas. Las nuevas startups se han de caracterizar también por la innovación financiera, por buscar fuentes de financiación alternativas. Es casi una necesidad, sobre todo por la enorme restricción del crédito que están padeciendo los emprendedores.

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En determinados momentos de la historia, profesionales liberales como ingenieros, arquitectos y abogados decidieron crear sus propios bancos en forma de cooperativas de crédito profesionales. En estos momentos podría ser interesante que determinados profesionales de la innovación y que están haciendo realidad sus proyectos mediante startups, pudieran crear sus propias cooperativas de crédito. La legislación lo permite aunque el Banco de España es muy reticente a conceder nuevas licencias bancarias, un problema de falta de voluntad política que podría cambiar con un cambio político. Es una idea que queda implícita en mi libro y que sugiero a los nuevos profesionales y autónomos.

Artículo escrito por Fernando Castelló

2 Comentarios

  1. Enrique

    Buena reflexion global, algunos puntos de partida en mi opinion incorrectos. La banca a partir de 2008 ha de repagar buena parte de la deuda acumulada antes de 2008. Se financiaron a corto para financiar un boom hipotecario con prestamos a mas de 20 años y prestamos fallidos que dañaban sus resultados y capital. Los reguladores han presionado para evitar casos sistémicos que generaran perdida de confianza en el sistema financiero (¿donde guardo mi dinero?) imponiendo más y más regulación al tiempo que se pide a la banca que apoye a las PYMEs y particulares, con muchas de ellas con estructuras financieras y modelos de negocio pre 2008, pequeñas y con problemas de gestión y sucesión, y con una tasa de paro-país que pasa del 8% al 26% en muy poco tiempo. Como iba a prestar dinero la banca? Para ahondar más en sus propias dificultades? Creo que hay que entender y contar bien la historia, sólo así entenderemos las posibles soluciones.

    Y sí, la banca post 2008 se está desapalancando, hay que esperar menos del multiplicador del crédito, y hay que buscar formulas nuevas que permita la tecnología porque el cliente quiere banca a golpe de clic, pero entendiendo mucho mejor lo que no se ha explicado tan bien desde las oficinas de los bancos: que el retorno tiene siempre riesgo asociado, y que si los tipos base están a x, si alguien paga x+y, ese y tiene un riesgo asociado. Es claro que la banca ha de simplificar la oferta de productos, y los usuarios en la otra parte, han de entender más de finanzas para contratar responsablemente. Y ello vale para Pymes y para personas. No puedes delegar el conocimiento indelegable salvon con un mandato muy claro. Por tanto, la educacion financiera es CLAVE.

    Responder
  2. Juan Tatay - silta

    Muy interesante. Se me ha hecho algo larga la 1ª parte (con la triste historia de la ruina y desmantelamiento de las cajas a manos de políticos, el origen de los problemas en los bancos y los problemas derivados).
    Con la «segunda parte» –fintech, tecnológicas actuando como bancos, plataformas de crowdfunding y crowdlending, bitcoin y los potenciales cimientos para un nuevo orden financiero– se ha animado muchísimo el «cotarro».

    ¿Podría ser posible un mundo sin bancos? Casi seguro que sí, pero no sin entidades financieras de momento ¿no? Todavía necesitamos por ejemplo las plataformas para pagar con tarjeta… Ese sería el siguiente paso, ese y que toda transacción fuera electrónica (y por lo tanto trazable).

    Muchas gracias por compartir.

    Responder

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