El raquitismo emprendedor: necesitamos start-ups pero sobre todo scale-ups

4 noviembre 2014

Europa vive una oleada muy positiva de potenciación del emprendimiento como palanca de desarrollo. El cambio cultural que supone que muchas personas no aspiren a ser funcionarios o a ser empleados y quieran ser motor de proyectos empresariales es, sin duda, esperanzador. Esta oleada de emprendimiento ¿está generando grandes empresas y creando mucho empleo? No. Todavía, no. Seguramente estamos ante un cambio que no da resultados a corto plazo. No se improvisa un ecosistema emprendedor en una década.

Emprendedores_Sintetia_Startup

Hay todavía demasiado raquitismo emprendedor. Se crean muchas empresas pero casi ninguna crece. Se produce mucho autoempleo y mucha microempresa en unas economías sedientas de empresas grandes capaces de crear mucha riqueza y ofrecer mucho empleo. Las causas reales de este raquitismo emprendedor requieren una investigación detenida. Ruego al lector perdone mi atrevimiento al aventurar alguna de las causas probables de nuestro raquitismo emprendedor:

1.- mercados de origen muy pequeños

2.- cultura emprendedora más orientada a la propiedad que al crecimiento

3.- mucho emprendedor que no quiere devenir empresario para limitar su gestión del riesgo

4.- un entorno de capital riesgo creciente pero todavía limitado

5.- unas universidades donde el formar para emprender es reciente y demasiado teórico

6.- una infraestructura de incubadoras y aceleradoras regidas por gente de poca experiencia empresarial o con una trayectoria de riesgo personal próxima a cero

7.- políticas públicas orientadas más a la norma y a la pequeña subvención que a la agilidad administrativa y a la innovación pública

8.- grandes empresas con poca tradición de emprendimiento corporativo

Empresas_consolidadas_Sintetia_Xavier_Marcet

Muchas regiones no entienden porqué sus emprendedores no las convierten en pequeñas californias si aparentemente disponen de todo lo necesario: empresas de referencia, un poco de capital riesgo, universidades y una política de la administración que potencia el emprendimiento y siembra una incubadora en cada esquina. Al final mucho power point, mucho elevetor picht, mucho plan de negocio estándar y todavía pocos resultados.

Un ecosistema emprendedor necesita muchas start–ups pero no se consolida sin unas cuantas scale–ups. Necesitamos start–ups que crezcan y vertebren un sistema emprendedor mucho más potente basado en scale–ups. Emprender requiere competencia y  riesgo, crecer supone mucho más talento y todavía más riesgo, además de todas las horas del mundo. Los ejemplos locales de emprendedores, jóvenes o no tan jóvenes, que consiguen hacer crecer sus empresas son todavía escasos pero por suerte proliferan, aunque seguramente a un ritmo demasiado lento para sociedades con necesidades de recuperación y crecimiento acuciantes.

Sin duda el camino del emprendimiento busca muchas veces innovar y trascender el valor para los clientes que las empresas consolidadas les están ofreciendo.  Pero también hay otra opción que no consiste en contraponer empresas consolidadas con emprendedores, sino en intentar juntarlas. Quizás la clave del crecimiento esté ahí. En combinar ideas nuevas y musculatura financiera y de gestión consolidada. En vincular pasión y experiencia. En sumar competencia e ilusión. En juntar lógicas  frescas, distintas,  y todo el networking de mundo. En sentar en la misma mesa los que saben que es imposible y los que, por suerte, no lo saben.

Empresas_globales_Crecer_Sintetia_Xavier_Marcet

La cuestión está en cómo los emprendedores aprenden a crecer y cómo las grandes empresas no pierden la capacidad de emprender. Normalmente contraponemos emprendedores y gran empresa y quizás es el dueto que mejor nos permitiría crecer. Algunas grandes empresas luchan por desburocratizarse y no perder el nervio innovador que las hizo crecer. Saben que su miedo a lo mucho que tienen que perder las paraliza. Saben que producen más anticuerpos a la innovación que productos o servicios nuevos que se adapten al cambio que demandarán sus clientes. Muchas empresas consolidadas saben que deben entrenar para salir de la commoditización a la que tienden y se exasperan si ya no saben diferenciarse. Muchas grandes empresas desesperan de sus tempos de decisión y ven como muchas oportunidades se malogran por su falta de agilidad. Lo que necesitan es justo parte de lo que tienen los emprendedores que empiezan y que tienen poco que perder.

Por su lado muchos emprendedores cometen errores de bulto que los condenan a desaparecer o a no crecer. Muchos languidecen por falta de financiación o por falta de competencias. Ponen toda la energía pero no siempre está bien orientada. A veces es falta de perspectiva, otras de capital relacional, otras de acceso a los mercados. Otras simplemente saber pivotar rápido cuando se dan cuenta que su plan de negocio se estrella ante el primer cliente que tocan. Muchos tienen más pasión que competencia, al contrario que en muchas empresas grandes en las que la competencia es tan alta como las inercias que las matan.

Lo que realmente necesitamos son empresas consolidadas poco anquilosadas (como el ejemplo que ponía Javier García sobre General Electric), con capacidad de crecer gracias a la innovación y el sentido emprendedor. Y lo que necesitamos acuciantemente son más emprendedores crecederos. Hay que propiciar mucho más un camino de encuentro entre emprendedores y empresas consolidadas que puede ser muy prolífico. Emprendimiento clásico o emprendimiento corporativo, o los dos a la vez, pero emprendimiento orientado al crecimiento. El reto no es nacer o consolidarse, el reto es mantener el crecimiento como hilo conductor.

(Este texto es fruto de la inspiración que, una vez más, nació de las palabras enfáticas e inteligentes de Jay Rao en el Babson College. Su capacidad para iluminar sobre las causas reales del crecimiento y decrecimiento de las empresas es simplemente extraordinaria. Gratitud y tributo).

Fotos vía Shutterstock

Artículo escrito por Xavier Marcet

Fundador y presidente de Barcelona Drucker Society

8 Comentarios

  1. Ramón

    «Si se mueve, pónle un impuesto; si se sigue moviendo, regúlalo; si deja de moverse, subsídialo»

    Esta frase de R Reagan creo resume perfectamente las políticas de innovación y emprendimiento en buena parte de Europa.

    ES muy triste.

    No es que un emprendedor tenga en contra suya la estadística, sino que además debe hacer frente a la burocracia, los impuestos y las barreras legales que todos los días se crean en los mercados por las empresas establecidas con ayuda de los legisladores.

    En este entorno, es casi un milagro que una empresa pueda escalar y si lo hace molesta. (Airbnb, Uber,etc…)

    La solución que propones de unir empresas establecidas con start up, lo que se conoce como Spin Off, no esta mal pero es totalmente insuficiente si queremos potenciar una cultura de emprendimiento ganadora.

    saludos

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  2. Joel

    Creo que más que referirse a spin offs (empresas o proyectos que surgen dentro de corporaciones, universidades etc) el autor se refiere a potenciar sinergias entre grandes compañías con startups, buscando apeovechar la posición en el mercado y cartera de clientes de unas con la capacidad de innovación de otras, lo cual me parece una posición estratégica muy interesante para ambas.

    Sin embargo coincido en que por supuesto no es suficiente para generar una cultura emprendedora sólida

    Saludos

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  3. Juan Tatay - silta

    La organización entrepreneur country está promoviendo el proyecto David y Goliath en este sentido de la colaboración de grandes y pequeñas.
    No parece mala idea: http://www.entrepreneurcountryglobal.com

    En cualquier caso, recuerdo como el MIT habla de IDEs y SMEs, empresas innovadoras con alto potencial de crecimiento y pequeñas empresas locales mucho más difícilmente escalables (por ejemplo muchos servicios) ( http://blogdesilta.blogspot.com.es/2013/05/un-cuento-sobre-dos-emprendedores-en.html )… me sigue chirriando que la única alternativa a esas empresas de alto potencial (por tanto muy escalables en facturación sin crecimiento equivalente en creación de empleo (en términos numéricos) aumentan el valor de mercado pero no la economía «a pequeña escala».

    No tengo una solución, claro, pero creo que debemos ser capaces de equilibrar la existencia de las dos… sin dejar de compartir que hay mucha start-up que no llegará a la fase de crecimiento.
    Interesante artículo para debatir con más tiempo 😉

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    • Javier García

      Juan, anímate y escribe un post!
      Me lo puedes enviar a mi: [email protected]
      Abrazos

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  4. Juan Tatay - silta

    Javier, ¡muchas gracias! Me siento muy honrado por tu propuesta. Me ilusiona, pero no me siento preparado. Aquí hay mucho nivel… yo no soy experto en economía, me gusta, leo, enlazo y puedo esbozar, pero para publicar aquí no me siento con la auto-confianza necesaria. tengo bastante lío y tendencia a enrollarme, así que seria difícil escribir de un tema complejo…
    Pero no lo descarto… ay, el ego.
    Me quedo con tu email 😉
    Gracias de nuevo, de verdad que me parece un honor.
    Abrazos

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    • Javier García

      🙂 Nada nada, aqui todos somos aprendices amigo. Y haciendo cosas es la mejor vitamina para aprender y prepararse. Aquí estamos! Abrazo!

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  5. Luisa

    Gracias por la reflexión honesta ya se ve. Coincido contigo en que hay una necesidad mutua entre empresas consolidadas y emprendedores, unas necesitan de los otros y viceversa. En mi caso como emprendedora la sensación es frustrante en muchas ocasiones. Sabes de lo que careces, sabes qué necesitarías y hasta ahí hemos llegado… No hay canales que apuesten por esa sinergia, no hasta la fecha.
    Y no hay cosa más frustrante que querer y no poder.
    Veamos si organizaciones públicas y privadas te toman el guante y apuestan «de verdad» por la creación de empresas, y por tanto, de valor.
    www.mundoludic.com

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  6. Juan Luis Sanchez del Alamo

    Sobre la primera causa del rquitismo, mercados demasiados pequeños, Steve Blank acaba de identificar el tamaño mínimo del mercado para crecer: 100 millones de personas. En sus palabras «Si no lo tienes, nace global o muere local»

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