¡Viva el lápiz y la goma! No olvidemos lo troncal de la educación: formar personas

10 diciembre 2014

He leído recientemente un artículo del muy conocido y respetado Enrique Dans, Escribir a mano es del siglo pasado. He de decir que Dans me parece un pensador muy sólido, aunque con alguna que otra metedura de pata, como ésta. No obstante, después se puntualizaron algunos de sus argumentos. No obstante, este proceso me ha dado para pensar sobre un debate realmente importante, a mi juicio, y me explico.

Se corrió la voz rápidamente dando a entender que los finlandeses habían decidido que no van a enseñar más caligrafía en sus colegios, que lo van a sustituir por mecanografía y manejo del teclado. Pero tras algunas matizaciones la propuesta concreta es que «no será obligatoria la caligrafía tradicional seguida, pero se mantendrá la escritura manual con letra de imprenta y se potenciará el uso del teclado» Como ha declarado a ABC una de las responsables de la política educativa finlandesa: «Desde agosto de 2016, los niños finlandeses que inician con siete años la escuela obligatoria tendrán que aprender los trazos de un único tipo de escritura, la de la letra de imprenta, y dejará de ser obligatoria la enseñanza de la letra seguida o caligrafía cursiva que ahora se imparte junto a la primera. El tiempo que se dedicaba a caligrafía tradicional se empleará en enseñar mecanografía, algo que -consideran los responsables de la educación finlandesa- les será más útil a los escolares en su vida laboral». En síntesis, se acabaron las prácticas en cuadernos como aquellos que utilizábamos de pequeño, los cuadernos Rubio, o en su caso los que utilicen los finlandeses.

 

Aun con la primera confusión sobre la noticia que nos llegaba de Finlandia, lo que a mí me parece más increíble es que se defienda una propuesta de sustitución de escribir a mano por la escritura en teclado (que ya sabemos que no es el objetivo, pero cuando había esa confusión muchos aplaudieron tal cosa). Enrique Dans, por ejemplo, dedica todo su primer artículo a justificar esa decisión con un argumento recurrente y que lamentablemente estamos viendo cada vez más, la practicidad. Escribir a mano no es práctico, argumenta Dans, puesto que en muchos casos dificulta la comprensión de lo escrito (todos hemos recibido una carta que nos ha costado dios y ayuda entender, no lo vamos a negar) y, por lo que parece, no aporta nada desde un punto de vista práctico al desarrollo de la persona. ¡Toma ya!

Comenté estos puntos con una persona de mi máxima confianza y experta en la materia, Beatriz Rivas,  profesora y preocupada por modelos alternativos de estudio y escuelas. Y Beatriz me dijo:

“Pues me parece que quizá dentro de un siglo esto sea inevitable (muy a mi pesar) pero por el momento puedo decir que todavía hay muchos niños en mi aula que no tienen ordenador, ni tablet, ni acceso a internet… no tienen medios económicos para eso… con lo cual sería una forma de apartarlos de la educación de un plumazo… Por otro lado, me parece que eliminar la escritura a mano nos quitaría un rasgo propio y único que nos identifica y nos distingue de otras personas… ¡nuestra letra es también una seña de identidad! Por último, aprender a escribir desarrolla enormemente la motricidad fina, la que necesitamos para hacer trabajos delicados como coser, dibujar, modelar, poner un enchufe… Y también para aprender a organizar el espacio visual y material… En definitiva, ¡viva el lápiz y la goma!

Creo que Beatriz ha dado argumentos más que suficientes sobre el tema de la escritura, así que no me voy a extender más en ello. Pero sí voy a intentar ir un poco más allá.

Creo que es clave centrarse en esa justificación de la ausencia de practicidad en la escritura manual, tanto como modo de comunicación como en cuanto elemento que aporte algo relevante al desarrollo personal. Uno tiene la sensación de que estamos construyendo un modelo de humanidad en el que lo bueno se identifica con lo práctico, en el que lo aceptable se identifica con lo práctico, en el que lo humano se identifica con lo práctico. Estamos llegando a un punto en el que no parece tener mucho sentido la enseñanza del arte, la literatura o la filosofía. No son prácticos, y posiblemente la filosofía menos que ninguna, porque no hace más que obligarte a pensar, cosa muy poco recomendable en un mundo que quiere mantenerse en torno a un pensamiento único.

Lo_Practico_Sobejano

 

 

Estamos dejando de ser críticos y, como siempre, lo vemos muy bien en la política. No se acepta la crítica y se ve como un ataque. El pensamiento diferente es estigmatizado y adjetivado como “del otro”, como enemigo. Algunos ejemplos:

Si criticas los movimientos independentistas de Más y Junqueras eres anticatalanista y enemigo de Cataluña. Si criticas las políticas y discurso que ha desarrollado el gobierno central en Cataluña eres independentista. Si criticas los partidos tradicionales por mantenerse en un duermevela del poder sin “dejar jugar” a los demás eres un peligroso revolucionario bolivariano. Si criticas la falta de ideas y abundancia de dogmas y mensajes vacíos de Podemos eres un arcaico facha.

Pues yo estoy en un momento de esquizofrenia, porque los critico a todos.

Pero a lo que íbamos, que me voy por las ramas. No se acepta la crítica porque no se enseña a pensar. Tampoco se enseña lo que nos define como seres humanos, lo que nos hace sublimar nuestra materialidad y ser verdaderos seres pensantes, creativos y soñadores. Construir una escuela en torno a las materias prácticas supone olvidar que hay algo troncal que se ha de enseñar en esa escuela, la humanidad de las personas.

Es más, posiblemente debiéramos pedir que, sin dejar de lado las habilidades tecnológicas, enseñaran en las escuelas a nuestros hijos los valores del artesano, volver a relacionarnos casi a nivel emocional con lo que creamos comprendiendo que la imperfección forma parte de esa creación. Cuando yo enseño a mis alumnos estrategias de marketing siempre recalco que no les estoy enseñando a hacer las cosas bien, sino herramientas y modos que ellos han de utilizar de manera creativa. Yo quiero formar pensadores de marketing y ellos quieren ser técnicos de marketing. Buscan trabajar de manera automática, responder de manera automática a un estímulo determinado. Así nos va.

La escuela no puede limitarse a formar técnicos, su objetivo ha de ser formar seres humanos. La historia de los movimientos estudiantiles funciona como un péndulo. Durante el Mayo Francés los estudiantes lucharon por una universidad no entregada al mercado. Años después las quejas iban en sentido contrario, criticando a la universidad porque no formaba adecuadamente  para el mercado de trabajo. Y así ha ido cambiando el péndulo desde siempre.

Escuela_Practico_Sintetia

 

Hubo hace unos años una tendencia que hizo que las grandes empresas buscaran directivos no formados en carreras técnicas, sino humanistas (por ejemplo licenciados en filosofía que hubieran hecho un master en dirección empresarial) porque pensaban que la visión que tenían estos últimos era más amplia y su capacidad de razonamiento más libre que la de los técnicos, que se limitaban a aplicar modelos aprendidos.

Creo sinceramente que un modelo educacional centrado en lo práctico te quita libertad, porque gestiona las reflexiones dentro del hábito, dentro de la zona de confort. Cuando doy algún taller o clase sobre creatividad veo la enorme dificultad que tienen los jóvenes para salirse de esa zona de confort, de ese hábito mental e intelectual que han construido en la escuela y la universidad. Veo a mis hijos con muchas dificultades para imaginar en sus juegos. Sólo se sienten seguros cuando gestionan juegos con alternativas predefinidas, los videojuegos, por ejemplo. Es decir, cuando tienen una zona predefinida que son capaces de controlar. La incertidumbre les asusta.

Un modelo de escuela que busque la practicidad es un modelo de escuela fordista, que pretende crear técnicos lo suficientemente excelentes como para repetir modelos de respuesta de manera eficaz, pero siempre la misma. Un modelo de escuela que busque la practicidad es un modelo de escuela que huye de la creatividad y que se centra en la eficiencia. Y la eficiencia no forma parte de la innovación. Para eso necesitamos el error, el riesgo, la ausencia de practicidad.

Se niega la bondad de la escritura manual como si fuera ésta una barrera para la comunicación, cuando en realidad es un espejo de creatividad y personalidad. La escritura manual es la forma que tenemos los seres humanos de tocar el lenguaje, de manosearlo, de dibujarlo. La escritura mecánica es más eficaz, tal vez más productiva, y sin embargo pierde una dimensión, la pictórica. No reniego de la escritura mecánica, ni mucho menos, de hecho este artículo está escrito en el ordenador, pero reclamo la imperfección de mi escritura manual, defiendo la creatividad que manifiestan y los errores que cometo al utilizarla como parte de mí.

Ser_humano_Escuela_Sintetia

 

Y en realidad esto no es más que un símbolo de lo que está pasando, y como tal nos muestra esa sociedad eficaz que descansa en números antes que en personas. Una sociedad práctica, que mide todo por resultados y por números, antes la cantidad que la calidad. Se valora una exposición por el número de visitantes recibidos, una película por el dinero recaudado y una obra de teatro por el número de funciones que ha podido celebrar.

Así la escuela va perdiendo poco a poco esa materia troncal que es el ser humano y va dejando en el camino la filosofía, la ética, las religiones, el arte, la literatura… porque no son prácticas, porque no dan resultados, porque el mercado no las pide. Y porque  nosotros estamos entregando arte de nuestra humanidad para poder ser más altos, más ricos y más famosos. Así que, si me permiten un consejo, ya que han llegado hasta aquí, olviden por un momento ese informe que tienen que terminar, esa llamada que tienen que hacer o esa reunión que está a punto de empezar, pónganse unos cascos, pinchen aquí y sientan por un momento esa humanidad que a veces negamos, dejen de ser prácticos por unos breves minutos.

Nota: Fotos vía Shutterstock

Artículo escrito por Juan Sobejano

Fundador de Innodriven, consultor de innovación en Innolandia y profesor

8 Comentarios

  1. Gabriel

    Sin entrar al fondo de la cuestión del post la verdad es que me paro a pensar y llevo más de 20 años sin tener que escribir con caligrafía manual. Supongo que mi caso no es único, me da la sensación de que la caligrafía manual a nivel profesional no se usa ya en ningún sitio, ha quedado como un reducto para la enseñanza y para personas que no tienen acceso a la tecnología por motivos económicos o culturales.

    No digo que me guste esta situación, solo cuento mi experiencia, que creo que es compartida por muchos.

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  2. Juan Sobejano

    Efectivamente, Gabriel. Yo tampoco la utilizo mucho, pero ese no es el tema. He cogido la anécdota para llegar a la categoría: ¿Tenemos que enseñar en las escuelas sólo aquello que sea práctico? ¿Quién define lo que es práctico? ¿No es más lógico que las escuelas se centren en formar seres humanos? Con todo lo que ello conlleva de saber, conocimiento, ética, humanidad… Si no, ¿para qué enseñar arte? ¿Para qué enseñar filosofía? No es práctica, es más, yo casi diría que es un estorbo que te hace preguntarte cosas «inadecuadas».

    La reflexión no va por la caligrafía, sino por el enfoque de la enseñanza.

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  3. Gian-Lluis Ribechini

    Juan.
    Pues pese a que soy Ingeniero Industrial, pero también soy padre, considero la propuesta de eliminar la caligrafia de letra seguida es otra estupidez de aquellos que piensan que la tecnologia soluciona todo.
    Escribir con letra seguida ayuda a que el alumno obtenga la comprensión que una palabra es una unión de letras. Cosa que en el sistema de letra de palo, es evidente a medias.
    Además el hecho de escribir con letra seguida, aunque lo usemos menos es uno de los fundamentos de la expresión escrita que nos diferencia de «un mono escribiendo a máquina».
    Y comparto contigo que no hay que enseñar solo cosas prácticas. Aunque quizás hay que evaluar que es lo práctico en cada época.
    Pero si hablamos de mecanografia enseñar con el teclado QWERTY es hoy en dia enseñar a ser poco eficiente, ya que QWERTY es el teclado más ineficiente que existe. (http://bit.ly/o75Bhh).
    Si hay que enseñar practicidad entonces primero cambiemos los teclados y pongamos unos más eficientes, y luego enseñemos a escribir con estos.
    Saludos

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  4. Fran Gutiérrez

    El artículo de Enrique Dans de hace unos días me encantó, tanto como este de Juan Sobejano, y lo fantástico es que no estoy de acuerdo con ninguno de los dos.
    Yo creo que eso es lo realmente interesante, provocar la reflexión sobre temas que desde distintas perspectivas, se observan de formas tan diametralmente diferentes.
    Yo creo que mi opinión hoy sobre la esencia de este tema, que va mucho más allá de la mera caligrafía, es una opinión más consistente gracias a ambos personajes, o a ni al menos me lo parece.
    Gracias a ambos:¡lectura conjunta obligatoria,… para la educación de los mayores!

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    • Javier García

      Gracias por tu constructivo comentario, Fran. Un lujo tener lectores así. Abrazo. Javi.

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  5. Juan Anacabe

    Encuentro muy práctico preguntarme cosas «inadecuadas», ahora bien que comprendo que alguien no encuentre práctico para él que me plantee ciertas preguntas.

    Da la impresión que se busca en la educación formar a excelentes ineptos que con gran eficacia y eficiencia formen parte de un engranaje mayor sin plantearse si la máquina en la que se integran no tiene otro objetivo que perpetuar el status quo de alguien más.

    Artículo y comentarios recomendables e instructivos, incluso hecho de menos algo con lo que no estar de acuerdo que me motive a reflexionar.

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  6. Olga

    Muy buen artículo!

    Nos intentan vender que lo tecnológico y lo práctico es lo mejor, pero estoy muy de acuerdo con que la escritura a mano mejora la psicomotricidad fina, la memoria y el aprendizaje .

    Y es que los conceptos se retienen mejor al estudiar si los escribes al repasar que si sólo lo lees en apuntes. La velocidad de escritura al teclado no deja que asimiles tanta información mientras la tecleas.

    Gracias!

    Olga

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  7. Vicente Bou Ayllón

    Tenemos dos caminos principales. O empeñarnos en permitirnos ser humanos completos (críticos, creativos, soñadores, empáticos, artistas, autónomos, etc.)… o bien seguir empeñados en fabricar simples animales domesticados (dependientes), esto es, seguir reproduciendo humanos reducidos mediante ideologías muy comunes, pero reduccionistas (por ser animalistas y/o mecanicistas) y equivocadas (la felicidad la da el dinero, no puedo vivir sin una media naranja que me sea fiel, etc.).

    Para quien quiera saber más:
    – Víctor Gómez Pin escribe “Reducción y combate del animal humano.”
    – Nuccio Ordine escribe “La utilidad de lo inútil”.
    – Francesco Tonucci defiende los beneficios de no dejar de dibujar al llegar al final de la infancia.
    – Slavoj Zizek dice que Bolonia es producir obedientes ejecutores que no piensan.
    – Y yo critico (constructivamente) la escuela en el blogspot “nuevosistemaeducativo” de Blogger.

    Slds, Vicente

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