Manuel Bermejo: “competimos globalmente con personas de genuino espíritu emprendedor y afán de progreso”

9 marzo 2017

Continuamos con la entrevista a Manuel Bermejo iniciada el pasado lunes.

 

:: ¿Cómo suelen ser las relaciones entre las empresas familiares e inversores? ¿Son empresas abiertas a la inversión? ¿Dónde reside su rentabilidad?

En estudios sólidos se demuestra que en un horizonte de largo lazo las empresas familiares suelen batir en rentabilidad a sus pares no familiares. Incluso hay fondos y gestores que sólo invierten en compañías familiares por su compromiso, visión de largo plazo y cuidado de los aspectos reputacionales. Hoy son una gran palanca de creación de valor.

Ahora bien y dicho esto, creo que todavía hay resistencias en muchas empresas familiares, llamémoslas tradicionales, en abrirse al capital externo. Creo que esa tendencia va a ir cambiando en buena medida por la evolución del entorno competitivo pero también por la diferente visión que aportan las nuevas generaciones. Sin duda, hoy el reto del crecimiento es vital para la sostenibilidad. En aras de ese desafío, la búsqueda de capital externo es muy necesaria. En un futuro muy próximo vamos a ver cada vez más familias empresarias alcanzando acuerdos con inversores institucionales. Incluso saliendo a cotizar a los mercados. Precisamente para abordar a fondo estrategias de crecimiento que muchas veces van a pasar por salir de compras y liderar procesos de build up.

:: ¿Puedes aportarnos algunas claves de cuál tiende a ser el sistema de gobierno de una empresa familiar y en qué ámbitos propones cambios importantes?

Mi particular enfoque, al que dedico “Gobernando la Empresa Familiar”, es que las familias entiendan las evidencias en relación al efecto benéfico de las buena gobernanza y su correlación con la continuidad de la empresa familiar.

A mi juicio, la buena gobernanza obliga a contar con una mirada holística para atender todas las realidades que conviven en el complejo ecosistema de las familias empresarias. Muchos magníficos negocios se han venido abajo por conflictos entre miembros de la familia. E igualmente crisis empresariales suelen permear a las relaciones familiares. Por tanto, el sistema de gobierno de las familias empresarias debe tratar de preservar los debidos equilibrios, como en cualquier ecosistema.

Conseguir estos objetivos va mucho más allá de elaborar un protocolo al que además no se da vida. Tampoco la gobernanza es aplicar, como si fuéramos robots, las normas de los códigos de buen gobierno. La gobernanza requiere método y pensamiento estratégico.

Finalmente diría que los subtítulos del libro no son casualidad. Apelo a una gobernanza con visión transformadora. Nos enfrentamos a nuevos retos que exigen hacer evolucionar planteamientos. Y sugiero gobernar con liderazgo positivo para facilitar que cada cual aporte valor, que fluya en aquello que hace porque es el mejor garante para consolidar un proyecto de largo alcance. Las relaciones pierde-pierde, además de absurdas son demoledoras. Por eso, sugiero a las familias empresarias deben gobernar con actitud constructiva.

:: Manuel, déjame que te haga unas preguntas adicionales:

a.- ¿Cómo ves esta oleada de proteccionismo que parece se está empezando a imponer en Estados Unidos, Reino Unido y que…pronto alguien más se sumará?

Tengo la tesis de que funcionamos de acuerdo a la ley del péndulo. A períodos de mayor liberalismo les siguen otros de fuerte proteccionismo. Lo que está pasando en muchos países con economías tradicionalmente avanzadas es que sus clases medias están sufriendo las consecuencias de la globalización y la digitalización. De manera que su reacción, lógica, es visceral. Ir contra el “establishment” que no me resuelve mis problemas y votar a quien te dice lo que quieres escuchar. Ya se vivió en esos mismos países en el siglo pasado tras la Gran Depresión.

Pero si miras el fenómeno con perspectiva te das cuenta que la gente en lugares como Asia, Latinoamérica o África quiere progresar. La riqueza se reparte y quien tenía más, siente que sale perdiendo en el juego de la globalización.

Creo que los países desarrollados tenemos un reto monumental de competitividad para tratar de mantener nuestro estatus. Y este desafío tiene una palanca clave: EDUCACION. En la era del conocimiento las sociedades mejor formadas van a contar con ventajas comparativas evidentes.

b.- ¿Dónde ves los mayores riesgos en la geografía económica mundial?

Hoy por hoy en ese fenómeno que combina populismo y proteccionismo. Se dijo que si ganaba el Brexit, Trump y Le Pen entraríamos en una nueva era. Dos de estas cosas ya se dieron. Veremos qué pasa en Francia pero es obvio que un triunfo de Marine Le Pen, quien apoyaría la salida de Francia de la UE, nos pondría en un escenario de enorme incertidumbre. Lo cual siempre es peligroso.

Como conozco muy bien Latinoamérica, suelo poner el ejemplo de Venezuela. El chavismo no es consustancial al pueblo venezolano. Surge porque los gobiernos teóricamente ortodoxos fueron incapaces de atajar las desigualdades sociales y además se dejaron llevar por la corrupción. Una mezcla explosiva en la que el discurso populista prende fácil. Los paralelismos con lo que se vive en muchos países de Europa, o en España, es evidente. Como me dicen muchos amigos latinoamericanos de países que han convivido con el populismo: ahora que nosotros salimos de esto, quieren Vds entrar. Para pensar…

c.- ¿Cuáles son las principales barreras que impiden crecer a las empresas en España y en Europa?

Es una fantástica pregunta y de respuesta compleja pero trataré de sintetizar aludiendo a dos tipos de razones. Entorno y mentalidad que se retroalimentan. El entorno en Europa, España incluida, es muy proteccionista, hemos creado un maravilloso estado de bienestar pero que cuesta mucho y genera mucha burocracia. Además, no estimula el carácter emprendedor sino más bien todo lo contrario. Somos una sociedad “esqueista”. En el caso concreto de España debo decir que en mi impresión durante la etapa de formación desde el cole a la universidad no se estimula en absoluto el espíritu emprendedor ni se pone en valor y como referentes sociales a los buenos empresarios que innovan, crean empleo, facilitan el progreso de las personas,… Son siglos de atraso en la tarea emprendedora. El problema es que en un mundo global competimos con gente de genuino espíritu emprendedor y afán legítimo de progreso en otras muchas partes del mundo. Con muchas loables excepciones que habría que promover como maravillosos ejemplos, veo un España y Europa pelín dormida por decirlo suave.

Pero como quiero dejar un mensaje optimista…te diré que cada vez me encuentro con más jóvenes, muchos de ellos miembros de familias empresarias, con mucho espíritu emprendedor y ánimo de cambiar las cosas a mejor. Son el mejor garante para un futuro mejor porque una sociedad más emprendedora es una sociedad más libre, con más oportunidades y, por tanto, mejor.

Artículo escrito por Javier García

Editor de Sintetia

1 Comentario

  1. Víctor

    Recuerdo cuando estudiaba en la universidad economía, en varias clases se indicaba que uno de los problemas de sistema económico español era la abundancia de pymes y de empresas familiares. Desde hace unos años veo que esto no es así, amenos parcialmente. Las empresas familiares innovadoras son más fuertes y estables que sus pares «no familiares». Estoy totalmente convencido.

    Muy buena entrevista.

    Un saludo,
    Víctor

    Responder

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